Os traigo el análisis del tope de gama de Polar, el Vantage V. Es un reloj GPS multideporte premium o de primera línea, pensado para niveles profesionales. Podéis ver la descripción general y comparativa con el Vantage M en este artículo.
Para ir directamente al grano con el análisis, también os doy la opción de ver la descripción y más características en el vídeo que realicé del unboxing:
Cabe destacar que a diferencia del Vantage M, que necesita sensores externos, Polar Vantage V combina los datos del nuevo concepto Training Load Pro ™ de 3 capas (Cardio, Muscle and Perceived) con los niveles de recuperación diaria y de largo plazo (Recovery Pro ™). Esto pretende poder controlar el equilibrio entre el entrenamiento y la recuperación, y así tratar de identificar nuestras limitaciones.
Es exclusivo el tema de la potencia de carrera. Polar Vantage V es el primer reloj multideportivo que mide la potencia de carrera desde la muñeca, y hay que reconocerle el mérito. Running Power mide tu carga de entrenamiento externo, y no reemplaza sino que complementa la monitorización de la frecuencia cardíaca, ya que responde a los cambios de intensidad más rápido que la frecuencia cardíaca.
En la práctica, impresiona tener directamente datos concretos potencia, que para obtener en otros dispositivos es necesario sincronizar sensores externos como decimos. Luego está el tema de hasta qué punto le hacen falta a uno esos datos y, al ser información muy específica para gente que hila muy fino, quizá sea un ámbito en el que todos acaban adquiriendo sensores externos porque invierten de lleno en estos aspectos.
El tema del equilibrio entre entrenamiento y recuperación no es exclusivo de Vantage V sino que también está disponible en la versión M. He podido comprobar que funciona correctamente, ya que al duplicar mis sesiones el reloj identificaba un sobrentrenamiento y lo acompañaba con un aviso de posibles consecuencias y algunos consejos. Esto me ha gustado mucho y lo encuentro muy positivo.
Sorprendió muchísimo que este reloj no tuviese seguimiento de rutas cuando salió, porque la desventaja frente a la competencia era terrible. Sin embargo desde la primera actualización ya se subsanó esa cuestión y es una herramienta totalmente funcional. En este vídeo os explico cómo se hace.
Si nadamos en la descripción de datos proporcionados por este reloj, funcionalidades y demás características, podría parecer que es algo inabarcable que jamás podremos llegar a dominar. Sin embargo la sorpresa positiva es que el reloj gestiona él solito esa información y determina por ejemplo si estás entrenando demasiado o demasiado poco. Del mismo modo te sugiere un entrenamiento diario personalizado. También hay que decir que este es un concepto que ya vienen implementando Garmin o Suunto desde sus plataformas y con sus relojes GPS a partir de una calidad media.
Ya vamos por la cuarta actualización de su firmware, y lo último añadido son estas funciones:
El precio de salida de la bestia de Garmin eran 499 €, aunque también salió una versión en titanio por 599 €. Es el precio de un reloj GPS tope de gama, ni más ni menos, pero todos sabemos que las penúltimas versiones de los topes de gama funcionan perfectamente y no tienen tanta diferencia tecnológica como para justificar la diferencia de precio con las ofertas de los antiguos.
Sin embargo ya se puede invertir en este reloj porque hay ofertas más que interesantes. Aquí siempre tendrás las más frescas y actualizadas.
Hablemos en primer lugar de lo físico, lo ergonómico, lo orgánico… ¿cómo se siente este reloj? Lo cierto es que tiene un aspecto bastante robusto por sus materiales y quizá no se siente tan ligero o cómodo como el Vantage M. Sin embargo no es en absoluto incómodo, salvo por la correa, que a mi juicio es difícil de introducir por las trabas y resulta un poco molesto. En cuanto al peso, la versión en titanio hará las delicias de los más sibaritas, aquí en oferta. Dicho esto vamos a lo gordo.
He querido ilustrar esta cuestión así como lo referente a rutas con imágenes, porque es mucho más directa la percepción de los resultados. Vamos a observar en un par de golpes de vista lo que sucede con este nuevo sensor de frecuencia cardíaca Polar Precision Prime.
Vemos en la gráfica la comparativa con una banda de pecho (línea granate) que arroja un error mínimo. Podemos observar algunas oscilaciones y sobre todo la dificultad en llegar al pulso real en el arranque, que viene siendo habitual en los sensores de FC en la muñeca.
Aquí vemos como en este entrenamiento hubo más discrepancia con la banda de pecho. Tengo que decir que de todos los entrenamientos de la comparativa este fue el peor parado, alcanzando una diferencia de pulso promedio de 15 pulsaciones más que la banda de pecho.
También cabe analizar el comportamiento del altímetro barométrico. En la gráfica de abajo se observa que funciona de forma muy ajustada. La diferencia es solo por la altura de partida, que no tiene importancia. Lo significativo es que la diferencia final de altura es nula y que las reacciones a los cambios de nivel son parejas.
Esta sección queda un poco peor parada que la anterior, porque no resulta ser más exacto que su hermano pequeño Vantage M. Observad las capturas:
La línea amarilla indica la ruta real, y la verde la ida y la vuelta marcada por el GPS a pleno rendimiento del reloj. A cielo abierto tiene bastante exactitud, pero entre los edificios hace lo que siempre han hecho sus predecesores: ajustar como puede.
En las imágenes superior e inferior vemos su comportamiento en un circuito corto de vueltas, donde llegó a tener desfases bastante significativos.
¿Por qué me gusta este reloj? Porque es puramente deportivo, y en mi caso no necesito un smartwatch o no soy fan de ellos. Si deseas funciones muy enlazadas al teléfono, este no es tu mundo; es un reloj para entrenar de una forma muy enfocada y con un buen chorro de datos e información específica.
También me gusta porque está bien construido y porque pesa menos que otros topes de gama. Además la durabilidad es más que suficiente, salvo que realices actividades extremas que superen las 40 horas de autonomía. Como reloj de triatlón es una buenísima propuesta, pero no lo consideraría un reloj de montaña.
Hay cosas que me gustan especialmente, como que para hacer un test de pulsioximetría te pida condiciones de relajación concretas, y repetir la prueba en varias ocasiones; esto significa que el dato que arroja es serio. Garmin te planta un número con que le pongas el dedo en el sensor…
Al principio el firmware en este reloj estaba bastante crudo, pero tras su cuarta versión es más que funcional a estas alturas. Seguimiento de rutas, Nightly Recharge o Serene son algunas funciones muy interesantes que se han incluido. Por otra parte las propuestas de entrenamiento son de momento básicas y los datos de potencia quizá no lleguen al nivel de los sensores externos, pero todo se andará.
Polar ha decidido tirar por la vía puramente deportiva para desmarcarse de la competencia, que está incluyendo funciones de smartwatch sin parar como música, pagos contactless, etc. En ese sentido quizá deberían haber incluido mapas en el seguimiento de rutas…
Muy buen reloj con más funcionalidades y datos, pero que en lo básico no es mejor que el Vantage M (por ejemplo); ya cada uno tendrá que decidir si esa suma de funcionalidades y características (como la calidad de los materiales) justifica el salto de precio. Os dejo aquí la vídeo-review:
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