Garmin puso a la venta hace pocas semanas su pulsómetro de muñeca más básico o también llamados “entry level”, por 199 € el Forerunner 35 (pre-análisis) es un reloj-gps con alertas por vibración que integra el sensor óptico de pulso “Elevate”. Es ahora Polar quién nos sorprende con el lanzamiento del M200, un reloj similar al anterior, con gps y pulsómetro óptico incorporado, pero por tan sólo 149 €. Este nuevo dispositivo no viene a sustituir ningún modelo en concreto (no es la nueva versión del M400), y “a priori” cuenta con todo lo que un corredor que esté harto de llevar el móvil en el brazo y de las rozaduras en el pecho de las bandas de pulso clásicas puede necesitar: pulsómetro de muñeca, avisos por vibración, auto-laps, conectividad bluetooth, monitor de actividad diaria y varios perfiles deportivos.
Al igual que con la salida del Polar M400, una “revolución” en ventas (Top 1 en 2015) gracias en parte a las continuas ofertas, pero sin olvidar también su acertado diseño y las funciones más suficientes para la mayoría de corredores (sólo se echa en falta la vibración), parece que el Polar M200 se meterá directo en el pódium de los más vendidos de 2017 (fecha en la que estará disponible en Europa).
Éstos dos últimos lanzamientos (M200 y FR35) dejan entrever hacia dónde se moverá el mercado de los relojes gps y pulsómetros en los próximos años :
En este artículo analizaremos a fondo el nuevo M200 intentando averiguar si echaremos en falta alguna característica esencial que Polar haya eliminado en el afán de conseguir que su M200 sea el pulsómetro óptico con gps más barato del mercado.
Lo primero que nos sorprende de este polar M200, además de su precio “rompedor”, es su pantalla, tanto por la forma redondeada como por la tecnología usada. Hace falta echar la vista muy atrás para recordar un dispositivo de Polar con la esfera redonda. Un diseño más similar a la estética de los Forerunner 220/230 que a los M400 o V800 de la propia marca. Aunque en las imágenes pueda dar la impresión de parecer grande, en realidad sus dimensiones (46 mm de diámetro, 12 mm espesor y 40 gramos de peso) son casi idénticas a la de los nuevos Garmin FR230/235 ( 45-11,7 mm y 41 g). Aunque el efecto de la correa integrada en la propia caja del reloj puede hacer que abulte un poco más que los Garmin, un diseño pensado para albergar en uno de los extremos el USB (tipo A macho) para su carga. Polar se evita con este sistema los problemas iniciales de puerto micro usb del M400 (oxidación), la necesidad de añadir un cargador externo propio, típico de los sistema de carga mediante pines de contacto, y además deja más espacio en el interior de la caja para hardware, reduciendo así los costes de producción. (1º Punto de ahorro en costes: sistema de carga)
Personalmente prefiero los sistemas de carga mediante pines de contacto, pero este método tiene como ventaja ser universal. Podemos conectarlo directamente, o con un cable como el de la imagen, a un enchufe usb o puerto del PC y, salvo rotura del usb por sentarnos encima del reloj, no debería dar ningún problema (TomTom lo lleva utilizando varios años en su modelo Runner y no hay quejas al respecto).
La autonomía del M200 es de 6 horas en modo gps (con el pulsómetro óptico activado) y de 6 días en modo monitor de actividad diaria con una hora de entrenamiento diario con gps. No es ninguna locura de batería, pero teniendo en cuenta que este reloj está pensado para aquellos que buscan un gps sencillo o que empiezan a correr, es autonomía suficiente para entrenar 3 o 4 días a la semana sin necesidad de cargarlo y llega a cubrir sin problemas carreras largas como una maratón. (1º Punto de ahorro en costes: batería, cuanto menos litio, menos €)
Y si hemos vuelto la vista muy atrás para recordar un reloj de Polar con la esfera redonda, nos habremos dado cuenta que la pantalla utilizada en aquella época se ha recuperado para este modelo (3º Punto de ahorro). El Polar M200 utiliza una pantalla LCD monocromática y retroiluminada de resolución bastante baja (36x36px?), similar a la utilizada en los antiguos pulsómetros de la marca. Más que la tecnología usada, creo que los mayores inconvenientes son: no poder invertir el fondo (de oscuro a claro), lo cual puede dar problemas en alguna situación de mucha luz exterior, y que debido a lo reducido de sus dimensiones (26 cm de diámetro) sólo permite dos datos por pantalla (hasta un máximo de tres pantallas) en cada perfil deportivo que añadamos al reloj.
Alrededor de la esfera del reloj tenemos unos indicadores de porcentaje que nos aportarán información adicional del tipo: % de FC, temporizador o el % alcanzado del objetivo diario de actividad.
El manejo del reloj parece bastante sencillo, quizás demasiado ya que sólo dispone de dos botones, uno en cada lado. Con ellos iremos navegando por los diferentes menús y accediendo a cada uno de ellos presionado unos segundos el botón derecho.
El Polar M200 no utiliza el sensor óptico de pulso para llevar un registro continuo de la frecuencia cardíaca las 24h (otro punto para conseguir reducir el precio de venta), como sí hacen el FR35 o los nuevos Runner 3 Cardio. Sólo dispone de un acceso “My HR” para controlar el pulso instantáneo (además del registro cada segundo cuando iniciamos una actividad).
En cuanto a las funciones deportivas, con el M200 tendremos varios perfiles deportivos configurables desde la web Flow Polar con hasta 3 pantallas de datos específicos y dos datos en cada una de ellas: tiempo, distancia, ritmo, velocidad, desnivel, altitud, … En cada modo deportivo podremos configurar la función “Lap Automático” que nos avisará mediante vibración en cada kilómetro, o distancia que asignemos, del tiempo invertido. También tendremos la posibilidad de crear laps manuales (vueltas) pulsando el botón izquierdo durante la actividad que posteriormente podremos analizar el portal web o la app Flow Polar. Además, se incluye también la opción de realizar entrenamientos por fases o intervalos que previamente hayamos programado desde la web Polar Flow (no desde el propio reloj).
Junto a las funciones de carrera, el M200 incorpora la función “Running Index”, una herramienta de evaluación de la forma física para corredores. Con este dato podremos tener una estimación de nuestro estado de forma, similar al V02max, analizando la evolución de nuestros tiempos y pulso en carrera en función de nuestros datos de perfil y la frecuencia cardíaca máxima.
Como desventaja clara en cuanto a carrera se refiere frente a rivales como el TomTom o los Garmin encontramos la ausencia de registro de la cadencia de pasos (ahorro de costes). Ésto impide obtener datos de distancia y ritmo cuando corramos en interiores o cintas de correr ya que Tampoco es compatible con podómetros externos).
A continuación os dejamos el resto de especificaciones técnicas y funciones del Polar M200:
Junto al precio, la medición del pulso sin cinta mediante el pulsómetro de muñeca y a la monitorización de la actividad diaria 24 horas (que no de FC), Polar destaca de este reloj la integración de su programa de entrenamientos “Running Program”. En realidad no es una función muy novedosa, Garmin y Suunto la tienen desde hace tiempo. El funcionamiento es bastante simple, desde la web podemos crear un plan de entrenamiento para una distancia específica (10k, 21k o maratón) y las actividades semanales las podremos consultar en el propio reloj mediante el calendario o al iniciar una actividad en el día que tenemos programado un entrenamiento.
La novedad más interesante es la vinculación del “running index” con el programa de entrenamientos de forma que la intensidad y ritmo fijado de cada uno de ellos se va adecuando a la evolución de nuestra forma física.
Aunque los planes de entrenamiento y el calendario son funciones que muchas marcas de relojes-gps ya incluían, la verdad es que es una demanda habitual en muchos corredores que comienza a entrenar para una distancia concreta, por lo que no es una locura que Polar venda esta funcionalidad al mismo nivel que la inclusión del sensor óptico.
El Polar M200 debería estar a la venta a finales de Octubre en todo el mundo por 149$/149€, pero “algo”, supongo que autorizaciones legales, ha retrasado las ventas en Europa hasta principios de 2017, perdiéndose toda la campaña de ventas navideñas. Ya a la venta en amazon desde 132 €.
El Polar M200 estará disponible en cinco colores: negro, azul, rojo, blanco y amarillo, y podremos comprar los brazaletes por separado desde 23 €. No hay un pack específico con el sensor de frecuencia cardíaca H7, pero se puede comprar por separado (el H7 o cualquier banda tipo bluetooth) si queremos usarlo en actividades donde prime la precisión de la medida (intervalos muy cortos de alta intensidad) frente a la comodidad.
Como comentamos al inicio de este artículo, los relojes-gps básicos o “entry level” tienden cada vez con más frecuencia a incorporar pulsómetros ópticos de muñeca y situar su precio por debajo de los 200€, y en esa gama, el Polar M200 viene a romper la baraja. Aunque se pierda las ventas de final de año, sus 147 € de salida, y los más que probables 120-130 € a mediados de año, harán que muchos pasen por alto su pantalla y opten por gastar lo menos posible en su primer gps. ¿Yo también lo haría? Seguramente sí, si estuviéramos hablando de mi primer gps. A falta de probar su precisión (tanto de gps como de pulso), en principio tiene todo lo básico que le podemos pedir a un reloj para correr con gps y pulsómetro de muñeca: alertas con vibración, entrenamientos por fases o intervalos, batería para al menos correr la distancia mitificada de una maratón. Aunque la realidad es que no le faltará competencia, el Garmin Forerunner 35 (199 €) y el TomTom Runner 3 Cardio (199 €), algo más caros, pero con funciones adicionales que podrían hacer que el precio no sea tan decisivo.
Los tres modelos comparten muchas de sus características principales: pulsómetro óptico, pantalla monocromática retroiluminada, avisos por vibración, intervalos de carrera (el TomTom y el Garmin permiten su programación desde el propio reloj, mientras que en el M200 sólo es posible desde la web o app móvil), monitorización de la actividad diaria y sueño o la conectividad bluetooth. En los tres dispositivos es posible cambiar las correas en caso de rotura y también tienen un peso similar (>50 gramos), siendo el FR35 el más ligero y menos aparatoso.
Pero hay algunas diferencias. En primer lugar, tanto el Runner 3 Cardio como el FR35 tienen registro 24 horas del pulso, útil para conocer la evolución de nuestro pulso en reposo. En cuanto a la autonomía, el FR35 alcanza las 13 horas, más del doble de la del M200, y el Runner 3 Cardio llega hasta las 9 horas.
En relación con la pantalla y los datos mostrados, el modelo de Garmin es el más versátil. Además de tener la pantalla con mejor resolución y contraste, podremos fijar de 1 a 3 datos en cada una de las 4 pantallas disponibles, mientras que en el TomTom, aunque tenemos varias pantallas de 3 datos, hay con un dato principal (en grande) que vamos cambiando y dos fijos en la parte de abajo demasiado pequeños. En el Polar M200 sólo disponemos de dos datos en cada una de las 3 pantallas.
En cuanto a funciones deportivas, los tres modelos permiten varios perfiles deportivos, y sólo el M200 no admite sensores de cadencia/velocidad para ciclismo ni carreras en interiores. Aunque los tres son sumergibles, el Runner 3 añade un perfil de natación en interiores que registra el número de largos, la distancia y las brazadas (no el tipo de brazada ni la FC). Además dispone de una función similar al “virtual Racer” con la que podremos competir contra alguna actividad que ya hayamos hecho. En esta tercera versión, TomTom ha incorporado la navegación por rutas desde el propio reloj (habrá que ver como funciona en esa pantalla y los niveles de zoom, pero ya es una novedad real frente a las dos ediciones anteriores).
Si tenemos en cuenta las funciones de “smartwatch”, sólo el modelo de Garmin ofrece una gestión decente de notificaciones móviles y widgets que aprovechen la conectividad (tiempo, calendario, etc).
Por último, y en relación a los portales de entrenamiento, Polar ha hecho grandes avances en su nueva web Flow Polar, igualándose prácticamente con la de Garmin Connect en cuanto al análisis de datos, mientras que la plataforma web de TomTom está algo verde. Las tres marcas permiten la sincronización de las actividades con Strava.
A falta de probar este M200 [prueba completa], si me preguntáis directamente, me quedaría con éste y el Garmin, descartando de la terna al TomTom Runner 3, un modelo del que esperaba más tras su tercera edición. En todo caso, si buscáis un pulsómetro óptico más completo y que permita un perfil de natación, os diría que antes que el Runner 3, echarais un vistazo al modelo Garmin vivoactive HR que encontrareis desde 218 €.
En resumen y para finalizar, Polar ha conseguido mediante el diseño del sistema de carga, ajustar la autonomía al mínimo necesario y una pantalla sobria, lanzar al mercado el reloj-gps con pulsómetro de muñeca más barato del mercado. Aunque no está exento de rivales, si consigue tener una precisión aceptable tanto en el gps como en la medición de pulso, será difícil recomendar otro reloj al que busque su primer dispositivo gps con pulsómetro de muñeca, al menos mientras que el FR35 siga vendiéndose a su precio de salida.
Tendremos que esperar bastante (enero/febrero) para probar un M200 [prueba completa], por lo que iremos ampliando este post con la información que nos llegue del otro lado del charco, y mientras tanto, os dejamos un vídeo de la marca en donde se aprecia mucho mejor el tamaño y diseño del mismo.
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