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Por fin Polar se sube al carro de la montaña. Con su punta de lanza Vantage V tenían cubierto el terreno del multideporte tope de gama, con Vantage M la gama media y con Polar Ignite el mundo fitness. Pero no tenían una buena espada para tirarse al circo con los Garmin Fenix 6 o los Suunto 9, relojes robustos y específicos de montaña o outdoor, si queremos empezar a abrazar estos términos.
¿Por qué la penúltima? Porque a Polar le quedaría aún una casilla por rellenar, la del smartwatch puro. Hablo de música, pagos contactless, casual wear (o reloj para diario) y todas esas características que rodean a los Fitbit, iWatch o los Garmin Vivoactive. También es posible que no quieran entrar en esa batalla y la marca siga en su línea puramente deportiva.
De inicio os digo que, pinta bien pero ha sido el último en llegar. Además ha nacido en medio del confinamiento y bajo mi punto de vista con una desafortunada presentación cuando aún no se podía ni salir a la calle. En cambio no hay obstáculo que no pueda superar un buen producto, y así de primeras y a falta de una prueba física, parece que es eso lo que tenemos entre manos.
Este reloj no deja de ser un multideporte pero orientado al outdoor. Un diseño más robusto y más autonomía son algunos de sus ases en la manga. Se ha testeado con éxito en algunas pruebas del estandar militiar norteamericano MIL-STD-810G que incluye baja presión, temperaturas extremas, golpes, humedad, etc.
Ahora entraremos en detalle pero una de las cosas que más ha llamado mi atención es que han conseguido un peso de 64 gramos en un reloj de montaña, impresionante y lejos de la competencia.
Hablaré aquí de las novedades funcionales, ya que al ser el primero de su saga este gadget es una novedad en sí mismo.
Ya veis que es un reloj con todos los botones habituales, cinco. Además con pantalla táctil, y en esa línea podemos decir que tiene gran parecido con el Vantage V.
Training Load Pro, Running Index (estimación del VO2max en carrera), programa de entrenamiento gratuito, Smart Calories (calcula las calorías en función de numerosos factores), Sleep Plus Stages (alias análisis del sueño), Serene (ejercicios de respiración) y Fitness Test (medidor de tu nivel de forma física en 5 minutos sin moverte).
429,90 € de salida tienen la culpa. Viene a ser la opción más barata de los relojes top de montaña aunque, eso sí, con menos funcionalidades si lo comparamos con el Fenix 6, y menos capacidades si lo comparamos con el Suunto 9.
Podemos decir que es una opción de compra con características menos faraónicas que los topes de gama de otras marcas pero que puede llegar a cubrir totalmente nuestras necesidades.
Estad atentos porque en este post iremos actualizando las mejores ofertas disponibles.
Antes comentaba que es una buena pieza y que por ello probablemente se sobrepondrá a las circunstancias actuales, pero quizá me habría esperado más contraste con el Polar Vantage V.
Creo muy conveniente comparar características con el Vantage V (aquí en oferta por menos de 320 €) ya que son muy cercanos.
[table “56” not found /]Como veis son diferencias muy someras. Ambos con pantalla táctil y un diseño de calidades similares. El tema de la autonomía es interesante ya que 40 horas son muy dignas y te permiten cubrir competiciones muy largas, y con las funciones de ahorro de energía al máximo (espaciando la señal GPS, apagando notificaciones, etc.) puede llegar a las 100 horas.
[table “57” not found /]Le han dado una vuelta más de tuerca al sensor de frecuencia cardíaca en la muñeca y una de las sutilezas que se observan es que cambia el color de los LEDs. Esto es porque cada color reacciona mejor ante un tono de piel, y así quedan cubiertas más posibilidades y mejora el rendimiento.
Incluye altímetro barométrico al igual que el Vantage V, de hecho esta herramienta es el fundamento de su Hill Splitter. De la misma manera este sensor también colabora en otra de las métricas más que interesantes que aporta este reloj: la potencia en carrera. Hasta ahora Vantage V era el único reloj que medía la potencia en carrera sin sensores externos, y ahora ya lo hacen dos.
Diría que volver a los botones redondos es un punto positivo, así como volver a las correas intercambiables de acople rápido que, a mi juicio, eran un contratiempo en el Vantage V.
El precio es un pro sin duda, aunque quizá merezca la pena esperar a las rebajas, pero es una salida más que competitiva en el mercado para sus características.
No hay nada profundamente malo que decir o determinante en contra de este Grit X, aunque quizá se echa de menos algo más de vidilla de smartwatch. Ya no digo pagos contactless, pero reproducción de música, respuestas rápidas de mensajes, etc.
Si eres un montañero puro quizá eches de menos algunas funciones específicos para ese entorno que sí brindan los Suunto 9 Baro o Fenix 6.
Ya estábamos casi acostumbrados a los mapas a color, y los monócromos que ofrece el Grit X quizá nos frunzan el ceño.
También podría estar bien que incluyese ANT+, una señal que ha demostrado ser más exacta que el bluetooth.
De momento y estando el Vantage V por casi 100 € menos, conviene este último hasta que comiencen las primeras ofertas, ya que no veo unas diferencias tan abismales como para que valga la pena el sacrificio económico. Aquí oferta con banda de pecho incluída:
Es cierto que las nuevas funcionalidades son cremosas, sobre todo la nueva navegación y el Hill Splitter, y quizá si eres un trailero al ciento por ciento, te pueda llegar a compensar esta pieza, pero para la mayoría de nosotros un Vantage V o Vantage M si me apuras) nos hará el avío.
Por otra parte considero que este reloj es un traje a medida para el trail y ultratrail, sin llegar a ser un reloj específico de montaña. Outdoor sí, pero trail running más. En cualquier caso, muy buen reloj.