En este artículo detallaremos las pruebas realizadas al nuevo reloj Polar A300. Un pulsómetro que conectado a la banda de frecuencia cardíaca H7 nos permitirá registrar nuestro pulso en cualquier actividad que hagamos. Este nuevo pulsómetro de la marca finlandesa Polar, líder en el mercado de monitores de frecuencia cardíaca para fines deportivos, viene a sustituir la antigua gama media-alta de pulsómetros de Polar: FT4 y FT7, añadiendo como principales novedades: la conectividad bluetooth, monitorización de la actividad diaria y una estética más similar a la de su reloj gps para running, el Polar M400, el cual ya analizamos en esta sección.
El Polar A300 es un pulsómetro sumergible, con correas fácilmente intercambiables, múltiples perfiles deportivos y alertas por vibración. Con este pulsómetro podremos conocer nuestro ritmo cardíaco instantáneo y crear entrenamientos personalizados basados en objetivos de tiempo o fases en zonas de frecuencia. Una vez finalizado el ejercicio es posible transferir el registro de todos los datos a la aplicación móvil vía bluetooth o por medio de su conexión usb a la web Polar Flow.
Junto a las funciones de pulsómetro, con el Polar A300 podremos monitorizar nuestra actividad diaria, recogiendo los datos relativos a nuestro día a día: pasos, calorías y distancia, recibir alertas de inactividad cuando estemos mucho tiempo sin movernos y registrar la cantidad y calidad de nuestro sueño.
Además de las funciones de pulsómetro y pulsera de actividad, el Polar A300 destaca frente a otros modelos por su funcionamiento como pulsómetro para natación. La banda de frecuencia H7 y el reloj, pueden utilizar, además de la comunicación “Smart” Bluetooth, la transmisión Gymlink, permitiendo que el Polar A300 detecte nuestro pulso mientras nadamos.
En las siguientes líneas intentaremos analizar tanto las especificaciones técnicas del Polar A300 como las pruebas que hemos realizado a las funciones que hemos ido comentando.
La primera impresión al ver el Polar A300 es que nos recuerda mucho al reloj-gps Polar M400, tanto en la estética como la forma de presentar los datos en pantalla, aunque por desgracia el Polar A300 no dispone de gps. El material de toda la correa y carcasa es el mismo, silicona de tacto blando. Un material bastante manejable que permite sacar el cuerpo del reloj con facilidad y sin necesidad de herramientas. En el uso diario el reloj no llega a ser muy pesado (48 g), aunque si que tiene un poco más de grosor (12,7 mm) que los FT4 y FT7.
La duración de la batería es suficiente para olvidarnos de ella durante 4 semanas y almacena datos hasta 60 días (con seguimiento de actividad diaria y 1 hora de entrenamiento diario) sin sincronizarlo con la aplicación móvil o a través del programa FlowSync en el PC.
El sistema de carga se realiza sacando el cuerpo del reloj de la correa y utilizando el conector USB del propio reloj, ya sea mediante un enchufe para cables usb o a través del puerto USB del PC. La única precaución que debemos tomar es la de no cargar el reloj cuando los conectores estén húmedos por el sudor o por haberlo utilizado para nadar.
La precisión del pulsómetro H7 que acompaña al A300 y la transmisión de datos al reloj es más que correcta, no habiendo visto interferencias en las gráficas de resultados ni incongruencias en los datos obtenidos en las diferentes pruebas. La banda pectoral H7 es un poco más ancha que otras del mercado lo que unido al material elástico de más grosor y tacto más blando, hace de ella una las más cómodas que he probado. Junto con la comodidad, decantarse por el pack (reloj y banda desde 115 euros), además de que sale más económico que comprar el reloj (86 €) y la banda por separado (49 €), tiene como ventaja la posibilidad de utilizarla con casi todas aplicaciones móviles para running: Polar Beat, Endomondo, Runtastic, …
La pantalla del Polar A300 es monocromática con fondo negro y datos en blanco. En la pantalla principal encontraremos el campo de la hora, el día de la semana y una barra de actividad que nos indicará cuanto de cerca estamos de lograr nuestro objetivo de actividad diaria. El manejo entre menús es relativamente simple, con cinco botones con las siguientes funciones:
El Polar A300 dispone de alertas sonoras y vibración, especialmente útiles cuando programemos entrenamientos por objetivos.
El primer paso para empezar a usarlo es dar de alta el reloj en la web Polar Flow a través del programa FlowSync conectándolo al puerto USB. Una vez creada una cuenta y registrado el dispositivo ya podremos definir que actividades deportivas quiero tener como predefinidas en el reloj, entre las infinitas posibilidades que ofrece la web. Desde el desplegable donde aparece nuestro nombre, podremos ir añadiendo los diferentes perfiles deportivos y configurando, si queremos, distintas zonas de frecuencia específicas para cada uno de ellos. Una vez sincronizado el reloj, al pulsar el botón de inicio, central-derecha, seleccionaremos la actividad deportiva que vayamos hacer en ese momento, ajustando así el cálculo calórico a ese tipo de ejercicio.
Una vez lo tengamos dado de alta en la web, el siguiente paso será vincularlo con nuestro dispositivo móvil (lista de dispositivos compatibles), mediante el menú del reloj: Ajustes > Ajustes generales > Vinc. y sincr. > Vincular >Sincronizar dispositivo móvil, y desde Ajustes-Productos de la aplicación móvil Polar Flow. Una vez vinculados podremos transferir los datos de actividad de forma inalámbrica pulsando el botón de la izquierda-abajo. Con Android puede dar algunos problemas, como consejo esperad siempre a que desaparezca el mensaje “Sincronizando datos con el servicio”, para pulsar el botón de sincronizar del reloj.
El A300 se puede adquirir junto con la banda de frecuencia cardíaca en amazon desde 100 euros o sin ella desde 86 € en tres colores: blanco, rosa y negro. Si se os rompe la correa o queréis tener otros colores (azul, gris y amarillo), en amazon las podréis encontrar con algo de descuento (19 €).
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Aunque podemos usar el A300 sin banda de frecuencia cardíaca, como un simple reloj cronómetro que registre el tiempo que dedicamos a una actividad concreta, o simplemente como reloj para controlar nuestra actividad diaria, el verdadero potencial del A300 está en su función de pulsómetro.
Con la banda H7 puesta en el pecho y accediendo al menú “Ajustes / ajustes generales /vincular y sincronizar/ vincular otro dispositivo” podremos vincular el reloj con la cinta de frecuencia cardíaca simplemente tocando con el reloj la pastilla. Como la mayoría de pulsómetros de Polar, con el A300 y el sensor H7 dispondremos de la función “Heart touch”, que iluminará la pantalla y mostrará la hora cada vez que acerquemos el reloj a la banda de frecuencia cardíaca mientras hacemos una actividad.
En ajustes del reloj podemos seleccionar como queremos que se muestre la frecuencia cardíaca, en porcentaje con respecto al máximo que hemos definido en la aplicación web (Ajustes-Ajustes físicos) o en pulsaciones por minuto (ppm).
Antes de iniciar el temporizador de cualquier actividad (botón rojo de la derecha) podremos comprobar si llevamos correctamente puesta la cinta mirando si aparece el pulso junto al nombre de la actividad. Si no apareciera, probad a humedecer con agua o saliva la parte interna de los contactos de la banda torácica. Una vez iniciada la actividad (sea cual sea) tendremos cuatro pantallas de datos por las que nos desplazaremos con los botones up y down de la derecha.
En la segunda pantalla veremos un punto de ruptura o “Energy Pointer” que marca el límite de pulsaciones entre la zona “quema grasas” (izquierda) y la zona de mejora de la forma física (derecha). Este punto viene determinado por la frecuencia máxima que hayamos definido en nuestro perfil de usuario. En la tercera pantalla veremos en forma de gráfico de barras cuanto tiempo estamos en una zona y en otra. Una vez finalizada la actividad y sincronizada con nuestro móvil podremos ver el resumen de la misma en la aplicación móvil o en la web:
Además del entrenamiento clásico que nos muestran las pantallas anteriores, con la web Polar Flow podremos crear objetivos de entrenamiento (entrenamientos personalizados). Al realizar un entrenamiento de este tipo con el Polar A300 añadiremos una nueva pantalla con información visual de las zonas de frecuencia cardíaca en las que estamos trabajando.
La creación de esos entrenamientos se realiza con la opción “añadir” desde el menú “agenda” de Polar Flow. El “objetivo de entrenamiento” lo asociaremos a un perfil deportivo determinado y una vez creado lo deberemos marcar como favorito en la web y sincronizar nuestro A300 con la aplicación móvil para que aparezca en el menú “Favoritos”.
Los tipos de entrenamiento que podemos crear son:
En las siguientes imágenes se ve el proceso para entrar en el entrenamiento creado ( y sincronizado) en la web Flow Polar desde el A300 y los avisos que nos mostrará.
Las pantallas que veremos en el A300 con los tres tipos de entrenamientos por objetivos son las siguientes:
El polar A300 no es un reloj específico para natación como puede ser el Garmin Swim, pero al llevar la misma banda de frecuencia (H7) que el modelo de Polar V800 para triatlón, han aprovechado las características de ésta para que podamos ver y registrar nuestro ritmo cardíaco mientras nadamos. No tendremos métricas de natación pero la función como pulsómetro de natación es bastante buena (siempre que nos coloquemos la cinta correctamente y comprobemos que detecta el pulso antes de empezar a hacer largos).
En las pruebas (1 y 2) que he realizado junto con un reloj de natación, los datos cuadran a la perfección con cada intervalo de largos y no he visto datos “raros” en las gráficas de resultados. Si pensáis usar la banda de frecuencia H7 para natación, tened en cuenta que si realizáis giros bruscos es posible que se os baje. Llevadla muy apretada e intentar no hacer giros muy enérgicos. Bajo el neopreno no tendréis ese problema.
Después de cada uso, tanto en el mar como en la piscina, sacad el cuerpo del reloj de la correa, lavadlo con agua corriente y secadlo bien, sobre todo antes de ponerlo a cargar de nuevo.
El Polar A300, al igual que el M400 o la Polar loop, hace las funciones de monitor de actividad, registrando pasos, calorías y distancia recorrida a lo largo del día. Además, si lo llevamos mientras dormimos, detectará automáticamente el sueño y lo categorizará como sueño reparador o intranquilo.
En la pantalla principal del A300 veremos una barra de actividad que determina el progreso para alcanzar el objetivo diario de actividad, entre los tres niveles de actividad disponibles en los ajustes físicos de nuestro perfil. Para alcanzar nuestro objetivo, tanto en la app como en el reloj, nos da sugerencias sobre que tiempo tenemos que dedicar a una actividad concreta para llegar a ese objetivo diario, entre los cuales siempre hay uno del tipo: 6 horas de tocar la guitarra (de pie) o jugando al billar.
Además de la información relativa a la actividad diaria, el A300 también dispone de alertas por inactividad, avisándonos cuando estemos una hora sin movernos mediante vibración y un mensaje en la pantalla. A lo largo del día podremos comprobar en la web o en la app cuantas y cuando hemos recibido estas alertas.
La precisión en cuanto a pasos y distancia no es del todo exacta, por mi experiencia de uso, creo que está por encima de la de otras pulseras de actividad, aunque como en todas ellas, al final lo importante es utilizar los datos como herramienta para controlar que hacemos la actividad física diaria o semanal recomendada.
El problema o laguna más importante que le encuentro es no disponer de una función cronómetro que contabilice distancias, aunque sea aproximada, como si sucede en los modelos de Garmin vivofit o vivosmart y en las Fitbit Charge y Charge HR.
Una reciente actualización permite recibir notificaciones móviles en el A300, tanto de móviles Android como iOS, ampliando así las posibilidades para los que busquéis un pulsómetro fiable y con la posibilidad de programar entrenamientos por zonas de frecuencia cardíaca. Una vez actualicemos el pulsometro, las notificaciones se activarán desde el menú de Ajustes / Ajustes Generales/ Notificaciones inteligentes. Donde también podrás establecer un período de “No molestar”. El uso de notificaciones móviles puede reducir considerablemente la autonomía del pulsómetro.
Polar dispone actualmente de cuatro modelos con los que podemos registrar nuestra actividad diaria y la frecuencia cardíaca, las dos funciones principales del A300. Además de la competencia con los productos de otras marcas, como usuarios puede que alguno de los siguientes productos se acople mejor a nuestras necesidades:
Una vez vistas que otras opciones hay en el mercado, os dejamos con los puntos fuertes y algunas desventajas del pulsómetro Polar A300:
Sus ventajas y puntos fuertes son:
La precisión como pulsómetro es muy buena y permite entrenar por zonas de frecuencia cardíaca y cargar entrenamientos personalizados programándolos desde la web.
Aspectos a mejorar y desventajas:
Con el Polar A300 y la cinta H7 (u otra compatible con smart bluetooth), tendremos un pulsómetro preciso con el que poder entrenar por zonas de frecuencia cardíaca y transferir esas actividades a nuestro móvil vía bluetooth. Su precio, desde 100 € (con la cinta H7), quizás pueda ser su mayor inconveniente, no tanto si buscamos en un mismo dispositivo las funciones de pulsera de actividad, notificaciones móviles (nueva actualización) o queremos usarlo como pulsómetro de natación.
Espero que os haya sido útil este artículo y, como siempre, tenéis el apartado de comentarios para cualquier duda o sugerencia.
Opinión:
Un pulsómetro y monitor de actividad sin gps, sumergible y con correas intercambiables, indicado para aquellos usuarios que realicen entrenamientos basados en zonas de frecuencia cardíaca. Las alertas por vibración y la transferencia de las actividades por bluetooth son dos de sus fuertes, además de funcionar como pulsómetro de natación. El precio (115 €) es su mayor inconveniente. Actualizado en 2016 para recibir notificaciones móviles.