Es, sin lugar a dudas, uno de los nombres propios del Mundial de Doha. Conseslus Kipruto se impuso en una de las mejores carreras de 3.000 obstáculos que se recuerda al etíope Grima prácticamente sobre la misma línea de llegada. Su marca (la mejor del año) fue de 8.01.35. El keniata, que ya se hizo con las medallas de oro en los Juegos de Río de Janeiro de 2016 y en el Mundial de Londres de 2017, tiene tan solo 24 años y un futuro más que prometedor por delante. Sobre él ha aparecido recientemente una información de lo más curiosa. Y es que Kipruto ha estado los últimos meses con problemas físicos aquejado de una fractura por estrés que a punto estuvo de poner en peligro su presencia mundialista.
‘Aquarunning’ para llegar a Doha
A Conseslus le aconsejaron que practicara ‘aquarunning’ para poner remedio a la dolencia. El problema era que en su humilde morada del país africano no contaba con piscina, ni obviamente privada ni pública a una distancia aceptable. Y decidió ‘habilitar’ una para poder comenzar cuanto antes. El resultado, el que se ve en la fotografía adjunta. Un cubículo de cemento rodeado de muros de obra en el que muchos occidentales no pondrían un pie ni que les pagaran para ello. El resultado, a la vista está, no ha sido nada malo para los intereses del atleta keniata, que se llevó la gran final por delante de Grima y de El Bakkali, otra de las referencias del 3.000 obstáculos.
Una de las grandes virtudes del ‘aquarunning’ pasa por la readaptación deportiva tras una lesión. Eliminando el impacto articular que define al running logras hacer decrecer el riesgo de recaída, manteniendo la forma física para volver a correr al 100% en suelo firme. También es muy útil para cuidar la salud de tus rodillas. Si curiosa es la piscina, no lo es menos la foto del podio. Tanto Grima como El Bakkali le sacan más de una cabeza al menudo Kipruto. ¡Qué bestia!
