Es verdaderamente impresionante. Después de estar más de cinco meses sin competir por un dolor en el pie que se eternizaba y ante el que no se encontraba solución, Orlando Ortega pudo volver a competir en los Nacionales en Getafe. El regreso más esperado de la gran esperanza española de medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio. El atletismo español estaba expectante y en cierto punto preocupado al ver que pasaban las semanas y las competiciones y esa ansiada vuelta de Orlando seguía sin producirse.
“He estado muy nervioso y triste. Tuve todo el apoyo de mi familia, médicos y mi entrenador que siempre estuvo muy cerca, pero fueron meses de frustración y pruebas hasta saber lo que tenía. Dieron con el problema y hemos podido llegar a tiempo al Nacional“, dijo el atleta de origen cubano tras proclamarse campeón de España con solo una centésima de margen sobre Asier Martínez (nuestro otro representante en Tokio en los 110 metros vallas).
Una evolución impresionante
Fue una vuelta feliz. 13.30 después de tantos meses sin competir era una magnífica noticia. Pero clara, con un titán llamado Gran Holloway haciendo este curso 12.81 (a una centésima del Récord del Mundo), había el temor de que no consiguiera llegar a la altura del estadounidense a Japón. “De cara a Tokio me encuentro bien, estoy contento de cómo estoy físicamente y el pie ha respondido que era mi preocupación. Este mes quiero coger ritmo en las carreras que disputo en Polonia y Hungría, y quizá en la Diamond de Londres aunque no está confirmado por el tema Covid que no queremos arriesgar nada, y así llegar lo mejor posible a los Juegos”, añadió aquel día en Getafe.
Pues vaya si está cogiendo ritmo. En Hungría, en la parada del Continental Tour Gold de Szekesfehervar, fue segundo con una marca de 13.15. Cosa seria ya. Más cuando pasó casi pegado con el primero, que fue ni más ni menos con Holloway con 13.08. Orlando batió a rivales olímpicos como Shubenkov, Levy o Bascou. Aún le falta para llegar a su TOP, pero sin duda el camino es el correcto.
