El Europeo de Cross de Dublín, más allá de dejarnos la sensación de que el atletismo español sigue teniendo un idilio con la competición, nos ha dejado detalles esperanzadores. Si bien en categorías no hemos podido saborear ninguna medalla individual, sí hemos constatado que hay dos diamantes en ciernes que prometen darnos muchas alegrías en el medio fondo y el fondo.
Hablamos de los aragoneses Pol Oriach y Mireya Arnedillo. El del Club Hinaco Monzón es un todoterreno que igual te hace un 3.000 obstáculos que un 1.500 o un Cross a un nivel altísimo. En la prueba masculina sub’20 ha sido cuarto, igualando a Higuero (1997), Elbendir (2005) y Mokhtar (2014). Se ha quedado a tres segundos de un podio copado por nórdicos: Los daneses Christensen (17:53) y Lilleso y el noruego Rabi, que recibió permiso para competir hace unos días.
Sin techo
Por su lado, Arnedillo fue sexta en la prueba femenina sub’20. Clave para conseguir un gran subcampeonato junto a Viciosa, Serrano, Forero y compañía. La aragonesa igualó a Carla Gallardo en 2018. Mireya se quedó a tan solo cinco segundos del podio, que ocuparon la británica Keith, la noruega Ostgard y la germana Heckel. Dos talentos aragoneses que siguen creciendo sin parar y cuyo techo está aún muy lejos
