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No es carrera para novatos: Gómez Noya, 11º en el Ironman de Hawaii

Patrick Lange repite victoria en el Ironman de Hawaii y, en unas condiciones meteorológicas ideales, vuelve a batir el récord de la prueba (7h 52min 39seg)
Daniela Ryf vence por cuarta vez consecutiva y establece un récord espectacular (8h 26min 16seg) después de estar a punto de abandonar por varias picaduras de medusa en la natación

Cuando la pasión se enfrió, la reflexión se despertó para preguntarle humildemente a la razón por qué un mito como Javier Gómez Noya no tuvo opción a la victoria en el Ironman de Hawaii… Y se acordó, mientras asentía con el gesto torcido al discurso lógico de la razón, de que el gallego corría tan solo su segundo Ironman; de que el calor y la humedad que reinan en Hawaii nunca han sido sus mejores aliados en competición; y, por supuesto, de que Patrick Lange y compañía, son rivales experimentados y correosos, que tenían claro cómo tenían que frenar a Gómez Noya. El Ironman de Hawaii no es carrera para novatos, por muy Gómez Noya que uno sea. Leyendas del Ironman como Mark Allen o Chris McCormack lo sufrieron y no les quedó más remedio que curtirse en la prueba hasta poder levantar los brazos en la meta de Ali Drive.

Ritmo y medusas

El cañonazo de salida en el muelle de Kona dio paso a una edición masculina que probablemente marcará el inicio de una nueva época por el desarrollo que tuvo la prueba. El australiano Josh Amberger ya había avisado de que este año no intentaría de nuevo el suicidio de irse en solitario. Dejó que tomaran sus pies y puso un ritmo vivo que enfiló el paquete prácticamente desde los primeros metros. Gómez Noya salía del agua en el grupo de cabeza liderado por Amberger. Detrás de ellos, pequeños grupos desperdigados se sucedían. Raña cedía unos segundos con la cabeza y salía 10º. Lange perdía casi tres minutos. Un sorprendente Kienle, campeón en 2014, se subía a la bici con él, pero una avería le obligaría a pararse a cambiar la rueda trasera y daría al traste con buena parte de sus opciones. Sanders, 2º en 2017, cedía más de seis minutos con los que parecía anunciar el vía crucis que le esperaba.

Entre las mujeres, que salieron cinco minutos más tarde, Lucy Charles nadaba en solitario para marcar el récord del segmento de natación (48min 13seg, en 3,86km), mientras Daniela Ryf se dejaba casi diez minutos por culpa de varias picaduras de medusa. “Pensé en abandonar, tenía los brazos dormidos y creí que no podría ni terminar la natación, pero me acordé de que soy una campeona y no podía decepcionar a esos niños que estarían viéndome, ni a mi familia y seguidores”, dijo Ryf.

Eolo descansó y los récords volaron

La natación tan rápida propició que se formasen grupos más pequeños. Se evitó así la tensión habitual de los primeros kilómetros en los que en los últimos años se solía juntar un grupo numeroso, que circulaba nervioso y a arreones, entre adelantamientos al filo de la distancia reglamentaria entre triatletas (no se puede ir a rueda en Ironman). Esto dio lugar a una carrera con un ritmo más constante. La meteorología acompañó también. Eolo decidió respetar a los triatletas como nunca lo había hecho en la meca del triatlón. El ritmo constante y la meteorología benévola, unidos al rendimiento extraordinario de los campeones, fueron decisivos para que se batieran por tal margen ambos récords.

Como un obús llegó Cameron Wurf hasta tomar la cabeza de carrera, que no abandonaría hasta el kilómetro 16 del maratón. El australiano aprovechó la ausencia de viento para rebajar en tres minutos su récord del segmento ciclista (4h 09min 06seg, 43,6km/h de media en los 180km de bici).

Lange entró en el grupo de los que se convirtieron en los principales favoritos tras la ausencia de los überbikers Sanders y Kienle. Parecía que Gómez Noya, Braden Currie y el vencedor a la postre se lo jugarían todo en el maratón. Bart Aernouts llegó con sigilo al grupo. Gómez Noya perdía finalmente contacto en los últimos 20km de bici y evidenciaba ciertas dificultades físicas al bajarse de la bici, que no transmitían buenos presagios. No obstante, en los primeros kilómetros a pie, el gallego mantuvo unos ritmos parecidos a los de cabeza, con Lange tomando el mando desde el principio con firmeza.

Mientras tanto, Ryf culminaba su remontada pasado el kilómetro 160 de la bici. La suiza mostraba brevemente la estela con olor a récord a Lucy Charles, que cedía el liderato después de cinco horas en cabeza. La suiza sumaba un nuevo récord del día en el segmento ciclista (4h 26min 07seg, 40,7km/h de media).

Lange y Ryf, campeones

Con el horizonte despejado de favoritos a priori, Lange aprovechó su oportunidad por segundo año consecutivo, esta vez con sello de campeón. El alemán volvió a marcar el mejor parcial a pie con 2h 41min 32 seg y destrozó en casi diez minutos su propio récord… Cargado de adrenalina, aprovechó tras cruzar la línea de meta para pedir matrimonio a su pareja, Julia. El que fue gran favorito este año, Jan Frodeno, lesionado pero presente en la isla, se estaría preguntando desde la acera qué tendrá que hacer el año que viene si quiere destronar a su compatriota, que en su ausencia se ha hecho fuerte en el trono.

Detrás de Lange, entraba Bart Aernouts, que lograba su mejor resultado con la segunda plaza. En meta, el belga atribuyó su éxito a haber sabido dosificar su ritmo correctamente, sabedor de que sería la segunda parte de la bici cuando podría marcar la diferencia. Con un maratón muy sólido, David McNamee remontaba hasta la tercera plaza y repetía puesto en el podio.

Gómez Noya no tenía su día y cayó posiciones poco a poco hasta terminar en un mediocre y decepcionante (para él) 11º puesto.El gallego reconoció que se pasó de vueltas en bici. Sabía que si quería ganar, era el grupo en el que tenía que aguantar, pero terminó pagándolo en el maratón. ¿Y ahora, qué?, quizá se pregunte el gallego, ¿Esto es lo mío? ¿Repito en Hawaii o sueño con Tokio?

Iván Raña, sexto en su debut en 2013, firmaba su peor actuación en la isla; terminaba en un 25º puesto que, a sus 39 años y después de 20 temporadas en la élite mundial, podría simbolizar la puerta que se abre a una retirada digna.

Con la prueba en el bolsillo, Ryf no se relajó hasta cruzar la meta. La ya cuatro veces campeona en Hawaii contaba antes de la prueba que ella, para motivarse, usa como referencia la diferencia en tiempo del récord entre las mujeres y los hombres, que hasta este año era de 45 minutos. Tras haber rebajado su propio récord en 20 minutos, la suiza ha estrechado ese margen a 34 minutos. ¿Qué tiempo podría haber establecido sin esas picaduras de medusa que mermaron su natación? Para hacerse una idea de su hazaña, basta con decir que fue más rápida que Iván Raña, quién tampoco, para ser justos, tuvo su mejor día.

Lucy Charles repetía su segundo puesto de 2017 y Anne Haug lograba su primer podio en Kona gracias a realizar el mejor parcial de carrera a pie (2h 55min 22 seg). Gurutze Frades finalizó 24ª en un día que comenzó torcido para ella. La organización de la prueba había dado su bolsa con las cosas de la bici a otra competidora.


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2 COMENTARIOS

  1. Magnífica crónica de una carrera única. Quizás la mejor y más imprevisible edición. Aunque 2019 promete las mismas emociones

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