Entrevistas

“Me recibieron con aplausos al entrar en la clínica”

Publicado por
Alfredo Varona
Publicidad

Meritxell Soler, la nueva estrella del maratón español, es una odontóloga que trabaja 35 horas semanales y que cada día media hora ve un paciente distinto.  “Los martes y jueves trabajo diez horas al día”, explica.

Sus padres, ya jubilados, eran profesores de autoescuela. “Pero de deporte cero”, explica Meritxell Soler, la nueva estrella del maratón español, capaz de hacer 2h26m37segundos en Sevilla. “No sabía que tuviese esta genética para correr. Mi físico no ha nacido para ser atleta. Me cuesta hasta muscular. Pero algo debe haber en mi interior”, añade ella, una mujer de 30 años de Manresa, atleta de élite y odontóloga de profesión. “Si dejase el trabajo igual rendiría peor”. Así que por ahora no se lo plantea.

La mujer más feliz del mundo.
Sí, podría ser. Seguro que estoy en el top.

¿Y en que se parece esa felicidad a la de la vida diaria?
Al final, das tanto para un maratón, llegué a hacer 175 kilómetros semanales…, y es como en la vida, sí. Cuando una cosa te la curras tanto y luego tienes tu recompensa…No sé cómo explicarlo con palabras.

Publicidad

¿Y ahora mismo esto es lo más importante de su vida?
No, yo diría que no. Es más, intento no obsesionarme. Tengo mi vida privada con mi pareja y tengo mi trabajo. Pero sí es verdad que ahora mismo correr es de las cosas en las que estoy pensando en todo el día sea a la hora de comer, de dormir y de vivir, claro.

¿En qué trabaja?
Soy odontóloga.

Y es un trabajo duro.
Más que físico, es duro en lo psicológico. Pero me gusta. Al final, es vocacional. Hasta hace año y medio trabajaba 40 horas semanales. Bajé a 35, de lunes a viernes. Y, aunque es verdad que martes y jueves hago 10 horas diarias y los días se hacen largos…., la cosa es que me gusta y que la clínica también me pilla al lado de casa.

Publicidad

¿Cuántos pacientes puede atender al día?
Hago uno cada media hora. Cada hora tengo dos. Así que los martes y jueves veré unos 20 y cada uno con su historia, sí.

Porque la boca también puede doler mucho.
Incluso más que el maratón. Pero tengo normalizado este trabajo en mi vida. Llevo en la clínica desde que salí de la universidad en 2017. Comencé a trabajar aquí y tengo la suerte que mi jefe es triatleta, hace Ironman, incluso, y me entiende mucho.

¿Y no le ha dado una semana libre tras el éxito del maratón?
Bueno, tuve la suerte de que el martes era fiesta en mi ciudad, en Manresa. El lunes lo cogí de puente. Me vino perfecto.

¿Y cómo fue el regreso?
Me recibieron con aplausos al entrar en la clínica.

Publicidad

Hizo una barbaridad en el maratón.
Supongo que aún lo estoy asimilando: veo nombres de otras atletas míticas, que no consiguieron hacer esta marca, y, sin embargo, yo… Sabía que podía hacerlo, pero tampoco quería pensar en cómo sería el día después y me está costando, lo reconozco.

¿Física o mentalmente?
Física. Cien por cien físico. Mental estoy muy bien. Pero, lo que le digo, me salieron llagas en los pies, uñas negras, en fin si yo le contase…, pero es que me apetece contarlo.

Valió la pena.
Y tanto. Mi frase de estos días es ‘sarna con gusto no pica’.

Porque era lo que buscaba.
Era lo que buscaba. Así es. Llevaba pensando en ello un año y medio. Pero cuando me di cuenta que se podía hacer fue hace tres meses. Y sí es verdad que cuando salieron las mínimas para el Mundial fueron como un jarro de agua fría. De entrada pensé, 2h26m50, ‘eso yo no lo hago’.

Y lo ha hecho. ¿Fue la carrera perfecta?
No, yo creo que no. Pero sí ha podido ser el debut perfecto. A partir de ahí, seamos realistas, tengo muchas cosas para mejorar. Fui muy rápido al principio. Luego, tuve miedo de fallar. Apenas había practicado los avituallamientos. Volví a casa pensando en que aún hay muchos detalles que mejorar. Un segundo el kilómetro parece que no es nada y si te pones a sumar te hace la diferencia.

¿Y ahora?
No valoro la posibilidad de dejar el trabajo. En principio, no. Igual me bajo alguna hora más. Pero no sé hasta que punto mejoraría más si no trabajase. Sí es verdad que yo no puedo ir tres semanas a Font Romeu, Kenia, Sierra Nevada… Pero es que. Aunque pudiese ir, me imagino que me metería mucha presión. Prefiero seguir viviendo así.

¿Qué vacaciones tiene?
Mis vacaciones serán cuando vaya a Budapest. Ya teníamos cogidas las vacaciones yo y mi pareja. La semana antes y la semana después del Mundial. La tercera me la guardo para el Mundial de media maratón en Riga (Letonia).

¿Y por qué empezó a correr?
Por casualidades de la vida. Hice otros deportes. Pero con 15 años un día una amiga, que hacía atletismo, me dijo que le acompañase y me encontré a Joan Lleonart. Desde entonces, han pasado quince años y no he tenido otro entrenador. Recuerdo que el primer día me dijo: ‘haz media hora corriendo’. No aguante ni quince minutos.

Tiene pinta de sabio ese hombre.
Ya lo creo. Lleva toda la vida. Esta vez no pudo venir a Sevilla por un accidente de bicicleta, estuvo ingresado. Vio la carrera por televisión. Sí es verdad que iba a verle al hospital una vez a la semana y le decía, ‘quiero hacerlo bien como regalo’. Una vez que ha pasado todo, me ha dicho, ‘esta es la mejor medicina que podía tener’.

¿Y Abel, su pareja?
Muy contento. Me dice: ‘yo flipo contigo, te propones algo y lo logras’. La gente me decía ‘cuidado que es ir muy rápido’, pero yo les contestaba: ‘Sé que lo puedo hacer’. Y lo he hecho. Y mi pareja (que tiene 1h06m en media)  me hizo de liebre hasta el kilómetro 39.  ¿Qué más puedo pedir?

Casa de atletas la suya.
Vivo en Manresa, a cinco minutos andando de la clínica y a un kilómetro y medio de la pista de atletismo. Es lo que me salva. Así puedo doblar cuando lo necesito. De otra forma no podría. La cercanía es fundamental. Sobre todo, en lo mental. He hecho muchos viajes a lo largo de mi vida. Antes, cuando estudiaba, tenía que ir a Barcelona, y se me hacía muy pesado.

No le voy a preguntar por el Mundial.
Ahí está.

¿Y qué podrá pasar?
No llevo miedo, pero es mi primera internacionalidad. No tengo un objetivo claro en mente.

Alessandra Aguilar fue quinta en el Mundial de Moscú de 2013
No veo rankings, pero ¿se imagina?

Alguna europea tiene que ser la primera.
Puestos a sorprender…

 Meritxell Soler.
¿Qué más podría pedir?

 

Publicidad
Compartir
Publicado por
Alfredo Varona