Qatar se había propuesto un nuevo reto, conseguir el Récord Guiness de participantes en una maratón, con un total de 50.000 corredores. El evento, que en realidad se trataba de una media maratón, habría sido creado como contrapunto “a la campaña llevada a cabo por los enemigos envidiosos del éxito de Qatar por organizar el Mundial de Fútbol de 2022, y sus falsas acusaciones de persecución de los trabajadores y residentes en nuestro querido país“, como informaba la propia web del evento.
La carrera, que debía disputarse el 6 de febrero con motivo del Día Nacional del Deporte, fue pospuesta al 27 de marzo con el fin de aumentar el número de inscritos. En su afán perverso de mostrarse como un escaparate idílico del mundo del deporte a golpe de petrodólares (mundial de natación, balonmano-con compra de seguidores-, atletismo, fútbol, etc), habrían reclutado para la carrera a trabajadores inmigrantes, muchos de ellos en situación de esclavitud manifiesta de acuerdo el sistema “kafala”, según las denuncias reiteradas de Amnistía Internacional, Human Rights Watch, sindicatos e incluso de Naciones Unidas.
Según informa Doha News, los “corredores” eran transportados a la salida de la carrera sin las condiciones mínimas de equipación (ni entrenamiento), en chanclas y tejanos, y fueron forzados a completar la prueba. A pesar del desmentido del organizador oficial, Al-Sadd Sports Club, lo cierto es que muchos de ellos se vieron envueltos en un caos organizativo, corriendo a las 2 de la tarde, con el tráfico abierto, en un país donde los trabajadores extranjeros representan el 90 por ciento de la población, muere un trabajador al día y se estima que antes del mundial de fútbol la cifra habrá alcanzado las 4.000 víctimas.
[…] Más falso que el Maratón de Qatar […]