El carácter popular de la maratón hispalense cobra en esta edición un mayor significado. La Maratón Ciudad de Sevilla, que hasta ahora ocupaba un privilegiado lugar en el ranking nacional de maratones, ha sido relegada a festejo a ojos federativos debido a la falta de adhesión a la controvertida licencia de día, añadiendo un nuevo capítulo al despropósito federativo de impedir la participación de la élite en carreras que no formen parte del calendario. El motivo, económico, en concreto la negativa de abonar a la federación 5 € por cada participante no federado.
Se trata de una de la maratones más económicas del circuito (21 €), incluso contempla bonificaciones a parados y pensionistas, en una prueba que siempre ha mimado la figura del corredor popular desde la previa hasta el post maratón, ofreciendo un recorrido ideal para luchar contra el tiempo, llano como una baldosa, y una amable climatología.
El protagonismo en esta edición recaerá en los 5500 atletas anónimos, nuevo record de inscritos, demostrando que la no oficialidad no resta un ápice de interés a la prueba, que el próximo domingo a las 9.30 horas congregará en el estadio de la Cartuja al mayor número de participantes de su historia, con un presupuesto de 226.251 euros inferior al de 2011. Ventajas de no tener que abonar el canon federativo y los contratos, desplazamientos y alojamientos de las estrellas .
Lo que no cambiará será la ilusión de todos y cada uno de los corredores y corredoras en cruzar la línea de meta como Abel Antón en los mundiales de 1999, en el imponente estadio que mantiene el honor de ser testigo de los 400 metros más rápidos cubiertos por el ser humano.
