Viajar para correr. Viajar para vivir experiencias nuevas. Viajar a Israel para participar en el maratón de Jerusalén. La sangre vuelve a correr por nuestras venas de corredores y corredoras.
Mientras en casa se habían pospuesto incomprensiblemente maratones en el mes de marzo, en el resto del mundo la vida sigue, y no veas a qué ritmo. Si te gusta correr mucho y también viajar un poco (o viajar mucho y correr un poco) este artículo debería llevar tu firma, porqué te parecerá escrito a medida.
Te preguntarás ¿La Behobia de Israel? ¿sí, seguro?. Puede ser motivado por nuestra ansiedad de participar en grandes eventos de nuevo lejos de casa, pero diversos factores nos hicieron recordar a la mítica prueba vasca:
A pesar que las temperaturas en Jerusalén durante el mes de marzo rondan de media los 12ºC y los días de lluvia en ese mes son 9 de media, nos aguardó un día de esos épicos tan típicos de la Behobia – San Sebastián.
Justo en la salida podía estar cayendo el mismo diluvio universal (si te ha de caer mejor allí que en ningún otro sitio xD) como que al cabo de 10 minutos ya estuviera asomando el sol, y así en bucle hasta la misma llegada.
El concepto del maratón de Jerusalén es el de una fiesta deportiva global, ya que consta de nada más y nada menos que de 5 distancias. Correr por una de las ciudades más antiguas del mundo, con 3.000 años de vida y un significado religioso tan especial para el cristianismo, el judaísmo y el Islam, hace que sea cual sea tu condición religiosa te impregne un ambiente que dudamos que se pueda encontrar en muchas ciudades del mundo.
Si a ese ambiente especial que flota en el aire, le sumamos las ganas de juerga que tienen los corredores (te saludan, se ponen a hablar contigo) y la fiesta que llevan los y las voluntarias encima (en los puntos de avituallamiento y la llegada) hacen de esta prueba una experiencia única.
Igual que en la Behobia, es una prueba en el que el tiempo/resultado conseguido no lo comparas con otras carreras de igual o similar distancia, ya que los toboganes de los circuitos impiden que sea una prueba para buscar marca en X distancia.
El desafío es más contigo mismo y con el tiempo que hayas realizado en ediciones anteriores.
En la Behobia, no nos engañemos, tan importante es correrla como irte de pinchos antes y después. I aquí en Israel tan importante es correr cualquiera de las distancias del maratón como aprovechar el antes y el después para visitar lugares bestiales y disfrutar de su gastronomía.
Si con esta comparativa con la prueba vasca no te ha acabado de convencer aún, te detallamos los puntos fuertes de este macro-evento del medio oriente.
La salida y llegada se realiza en el parque Sacher, muy cerca del Parlamento Israelí y del Museo de Israel y eso ya es un punto a favor: gran esplanada verde para disfrutar sin estrecheces de los servicios post-carrera. Agua, café, té, fruta y cómo no recibir una bonita medalla finisher. Lugar ideal para descansar y comentar la jugada con tus amigos/as.
Como hemos comentado, la prueba cuenta de cinco distancias que se adaptan a cualquier perfil de corredor/a:
El arriba y abajo superando las colinas de Jerusalén hacen que sea una prueba dura, con desniveles que no estamos acostumbrados a superar en pruebas de ruta, pero este factor también hacen de ella una prueba diferente.
Ni sorteos, ni listas de espera ni nada parecido. No has tenido suerte en maratones internacionales como Londres, Nueva York, Pekin o Berlín y ¿no quieres dejarte un sueldo entero en contratar un pack de las agencias de viajes de esos con dorsal incluido? entra en su web y apúntate, a lo fácil.
Los precios:
Vuelta a los orígenes. Olvídate un poco de la marca y disfruta de la oportunidad de salir simplemente a disfrutar.
Se agradece estar en la salida y ver un ambiente bastante diferente a lo que estamos acostumbrados aquí, no hace falta que hagamos un recuento de qué marca se lleva la palma como la zapatilla más usada con placa de carbono, porque pocas, muy pocas verás.
Perdimos la cuenta del número de avituallamientos, muchos. Y todos amenizados por un gran número de voluntarios y voluntarias con muchas ganas de hacerte pasar un buen rato corriendo. A parte, varios puntos de animación musical, con especial dedicación a los hits de los 80′ y 90′ y eso para los corredores que ya somos un poco puretas es de agradecer (dime en otro maratón que te hayan puesto a Joe Cocker o a Bonnie Tayler) unbelievable!
Es un motivo, ¡ya lo creemos! (no todo gira sobre el correr). La comida israelí es muy apta para nuestro paladar y es una fusión de las personas ya nativas de Israel con los platos heredados por los judíos durante la diáspora. Cocina mediterránea (mucha verdura, fruta, lácteos, pescado…) con platos tradicionales del medio oriente como el falafel, hummus, Sabih, Za’atar (mezcla de especias) cuscús, etc.. Mención especial para los dulces como el típico Baklava o un gran descubrimiento, el Halva (hecho de tehina y azúcar)
Respecto la bebida, al contrario de lo que pensábamos en un primer momento, existe una fuerte cultura por el café (aromatizado muchas veces) y evidentemente el té también se consume mucho.
Israel no parece un país muy alcohólico (aunque las noches en Tel Aviv digan lo contrario) aunque ya disponen de una buena selección de cervezas locales (Goldstar y Maccabi). El vino ganando adeptos y su producción local va aumentando (más de 10 millones de botellas al año).
La famosa comida Kosher (“apropiado” en hebreo), es decir que cumple las leyes referentes a lo que se permite comer y no comer dentro de la ley judía. Por ejemplo, no se puede mezclar carne y leche en la elaboración y tampoco comer cerdo. Muchos restaurante de comida Kosher se están poniendo de moda alrededor del mundo.
Máxima sensación de seguridad, pero sin tanta presencia policial (ya sea militar o no) cómo nos lo hubiéramos imaginado al principio. Todo el tráfico cortado durante y después de todo el evento, limitando mucho el acceso motorizado a la zona de salida y llegada. El circuito sellado desde antes de las 6:00 de la mañana hasta bien entrado el mediodía. Impensable en un maratón peninsular.
Más concretamente el día de la semana, ya que todo el evento del Maratón de Jerusalén se celebra el viernes previo al Shabbat, el día sagrado en el judaísmo dedicado al descanso que transcurre entre el atardecer del viernes y el del sábado (en cuanto se puede ver tres estrellas en el cielo).
Correr en viernes significa que al trasladarlo a nuestro calendario nos queda todo “nuestro” fin de semana entero para disfrutar del post-maratón, pudiendo volver a nuestra ciudad de origen el domingo tranquilamente.
Vuelos directos desde Barcelona o Madrid, y algo menos de 4 horas de viaje que hacen que sea un viaje factible para un fin de semana largo.
Un seguro de accidentes contratado con anterioridad, pasaporte al día y ser conscientes de que vas a pasar por un estricto control de seguridad en el aeropuerto (que te hace reflexionar que nuestros controles de seguridad son puro teatro) es todo lo que necesitas para viajar.
Si nos apuras, una sim de datos para el extranjero (aunque todos los hoteles, restaurantes y lugares turísticos disponen de wifi)
Uno de las principales razones para correr cualquiera de las distancias del Maratón de Jerusalén es aprovechar para dejarte la suela de las zapatillas (más incluso que corriendo) descubriendo Israel.
No vamos a extendernos en los lugares a visitar o las rutas a realizar -ya que no es nuestra especialidad- y ya hay estupendos blogs de viaje o webs con amplia información como la web oficial de turismo de Israel. Pero eso no quita que hagamos una pequeña selección de los lugares que más nos han impresionado de pisar.
Solo por ver los Manuscritos del Mar Muerto y ser consciente que estás delante del texto bíblico más antiguo (del año 250 a. C. al año 66 d. C.) encontrado hasta la fecha ya vale la pena. A parte, una colección de arte transversal que vas desde restos arqueológicos, pasando por el arte judío de alrededor del mundo hasta llegar a las galerías dedicadas al arte moderno con obras de Picasso, Miró o Andy Wharhol por poner solo unos ejemplos. Sorprendente.
Esta ruta por Jerusalén (que puede ser doble dolorosa si has corrido el día antes un maratón) recorre los últimos pasos de Cristo hasta la crucifixión, dividido en 14 “estaciones” o puntos, que tienen algún significado especial en el fatídico trayecto.
Uno de los lugares más icónicos del cristianimo, en esta pequeña iglesia se produjo según los evangelios la crucifixión, la sepultura y la posterior resurección de Jesús. Curiosa la historia de su custodia, que va rotando entre diferentes ramas del cristianismo.
El lugar más sagrado del judaísmo y los únicos restos que se conservan del Templo de Jerusalén. Para acceder debes taparte la cabeza con una gorra o utilizar una de las kipá desechables que hay disponibles. Recuerda traer un papel con lo que le quieras desear a la vida, para dejarlo allí y que se convierta en un objeto sagrado (cuando se limpia el muro no se destruyen, se entierran en el Monte de los Olivos). El muro está separado por zonas según el sexo del o la visitante.
Tel Aviv está a ni a una hora de Jerusalén y es visita obligada si se dispone de algún día extra después o antes de participar en la carrera. El contraste con Jerusalén es impactante, ya que vienes de una ciudad donde su historia y su situación como punto neurálgico lo impregna todo a otra que respira modernidad (es la ciudad con más arquitectura Bauhaus) y hasta tiene su propio silicon valley.
Tel Aviv ejerce como capital cultural de Israel y su ambiente nocturno, la oferta comercial y gastronómica no tienen nada que envidiar a las de las grandes urbes europeas. ¿La capital más cool del Mediterraneo?
El barrio-ciudad de Jaffa es uno de los puertos más antiguos del mundo, vale la pena perderse por sus callejuelas escuchando sus historias bíblicas (San Pedro y Salomón) y mitológicas de Perseo o Andrómeda.
Vale la pena hacer un rodaje pre o post maratón siguiendo su frente litoral ya sea por la misma arena de las grandes playas o por su paseo marítimo. Ambientazo asegurado a cualquier hora del día.
Como dice la canción de noche todos los gatos son pardos, y la verdad es que la noche en Tel Aviv no puede aburrir a nadie. Bares y clubs por doquier de todos los ambientes posibles con una animadísima vida hasta muy tarde. Mención para el Arak, bebida anisada que recuerda al Pastís francés, al tomarse también añadiéndole agua y hielo.
El dato de que esté a 435 metros por debajo del nivel del mar ya habla por sí solo. Es el lugar de la tierra más profundo sobre el que puede caminar uno. Ríos (río Jordán) y arroyos desembocan en el Mar Muerto (“muerto” por la falta de vida debido a la cantidad de sales que contiene), pero no existe ninguno que lo drene hacía fuera, hecho que hace que se acumulen los minerales (una de las razones que lo hacen tan salado).
Bañarse es una experiencia fascinante y si eres un o una esclava del instagram, la foto embadurnado de barro no puede faltar. El lago está perdiendo 1m de profundidad por año (ha perdido un tercio de su superficie desde 1960) y entidades ecológicas locales reclaman una mayor desalinización del Mediterráneo para aliviar la presión sobre el río Jordán, para que luego pudiera fluir el agua de regreso al Mar Muerto.
Después de un pasado olvidado la ciudadela de Masada (450 metros de altura sobre el Mar Muerto) se convirtió en un símbolo para Israel. Situado arriba de una colina se puede acceder a través de un teleférico o mediante un muy accesible camino que serpentea a la vez que va ganando altura.
Masada es Patrimonio de la Humanidad tanto por su valor arqueológico e histórico, y fue el último punto de resistencia de la Revuelta Judía frente el asedio de la ciudadela por parte de las tropas romanas. El destino final de los rebeldes (no vamos a hacer spoilers) se ha tomado como símbolo en Israel, y es lugar de visita obligada para escuelas y todo tipo de entidades locales.
Olvídate de las grandes marcas, predisponte a disfrutar de un maratón sin ser esclavo del reloj y de verdad, déjate tus zapatillas de carbono en casa.
Si te atreves a disfrutar los nueve puntos anteriores, la experiencia será muy diferente a lo que estás acostumbrado/a. Nosotros hemos salido con la sensación de que la nueva normalidad se acerca cada vez más a la antigua, y eso, nos devuelve a la vida.
Página web del Maratón de Jerusalén: https://jerusalem-marathon.com
Página web de Turismo de Israel: https://new.goisrael.com/es/