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La palmera de chocolate

Fabián Roncero junto a José Luis Capitán durante la presentación del libro " The Runner man"
Fabián Roncero, el atleta más genial de los últimos años,  el único capaz por ahora de bajar de 1 hora en media maratón, ha decidido contarlo todo en un libro  escrito por él: ‘The runner man’

No voy a contar una sola palabra de lo que Fabián Roncero escribe en el libro porque yo a los amigos no les hago esas cosas. Tampoco les diré que es un libro fantástico porque sonaría a publicidad indecente. Fabián no me necesita a mí para vender libros. Pero me enorgullece que un tipo que tiene facilidad de palabra se atreva a contar su historia sin complejo de inferioridad y con una energía que estimo invencible como la de los niños a la hora de salir al recreo. Si hay alguien que no tiene miedo a contar un secreto me parece que ése es Fabián Roncero. Un hombre ya mayor, aunque nos parezca mentira, porque la gente que supo como emocionarnos merecería un pacto con la eternidad, volver a la pista todos los veranos a desafiar a los etíopes o ganar una medalla después de perder una zapatilla en un Europeo de cross como sólo se imagina en las películas. Para mí, ése era Fabián, el atleta del que esperabas lo imposible, el mismo al que al día siguiente te lo encontrabas en el parque de Arcentales y te  podía acabar hablando de la poesía de Edgar Allan Poe con la máxima naturalidad y destrozar esa presunción de que ‘este tío está loco’.

No sé si fue un atleta o un poeta Fabián Roncero. Pero siempre recordaré el titular de aquel periódico o de aquella revista en la que le pedía con letras mayúsculas: ‘Fabián, no te retires nunca’. Leyendo ese titular casi nos ahogamos. Pero a la vez nos dimos cuenta de que lo podíamos haber escrito cualquiera de nosotros. Una prueba digna de lo que sentíamos por ese individuo, capaz de subir corriendo las escaleras del Metro o de hacer a su entrenador el mismo caso que Carlos Baute hace a las millones de cartas de amor que recibe. Por eso hoy, a los 46 años, Fabián también es una pieza de museo, una especie de ciudad perdida en la que uno nunca dejará de imaginarle desafiando el récord del mundo del maratón en Rotterdam. Así de sana es la locura, que no sólo iba a ser propiedad de Fabián Roncero, en las antípodas del ciudadano clásico desde que empezó a correr. Pero a estas alturas de la vida quién sabe ya si eso está bien o está mal. Al fin y al cabo, sólo se vive una vez y la felicidad por ahora no tiene domicilio fijo, seguimos buscándolo.

Estos días he compartido muchas horas en La Coruña con Sergio Fernández Infestas, uno de los hombres de este mundo que mejor conoce a Fabián. Y el nombre de Fabián ha ocupado buen rato en nuestras conversaciones entre otras razones porque Sergio marchó de aquí para ir a Laredo para asistir a la presentación de su libro. Y entre las cosas que me contaba de Roncero estuvo la de aquel día de la primavera de 2001 en el que bajó de la hora en media maratón en Berlín, el único atleta  español que lo ha hecho. Y entre las cosas que recordaba Sergio es que aquella mañana Fabián desayunó  una palmera de chocolate lo que fue lo mismo que decir que se saltó todas las reglas del universo. Supongo que los entrenadores de hoy se hubiesen vuelto locos viendo esa imagen ahora que la nutrición es una pieza insustituible del sistema.

En el acto de presentación en Laredo se dieron cita muchas caras conocidas del atletismo español, como Mariano Haro (en el centro de la imagen).

No sé si Fabián contará ahora eso en su libro o cómo lo contará. No sé ni siquiera si todavía hay tiempo de que se convierta en uno de los actores de Almodóvar o de que alguna universidad, educada en ciencias del deporte, lo nombre ‘doctor honoris causa’. Pero me niego a pensar que ese libro, ‘The runner man’, pueda resultar aburrido o convencional porque si hay algún personaje atrevido en este mundo ése es Fabián Roncero. Un tipo que podía tener la vida resuelta y que, sin embargo, no abusa de la nostalgia. Al contrario. Los valientes son ese tipo de gente a los que estamos acostumbrados escuchar decir, ‘mañana será otro día’ .

Quizás por eso Fabián es como es y hasta llegó ese día en el que decidió abandonar Madrid y mudarse a vivir a Santander, donde la naturaleza tiene respuestas para todo. Acompañado por ella, él se ha vestido ahora de escritor lo que es un homenaje a la gente que no tiene miedo a nada o a los que, como él, se levantan a la velocidad de la luz. Por eso ese libro ha de ser un reflejo de Fabián, el hombre al que, después de haber sido Premio Príncipe de Asturias, no se le cayeron los anillos por empezar a trabajar cara al público en un Decathlon. Así que si la imaginación no me equivoca creo que ese tipo tiene todos los motivos del mundo para escribir un libro y tal vez un buen libro. Pero esa decisión ya es de cada uno de nosotros.

@AlfredoVaronaA 


The runner man

  • Autor: Fabián Roncero
  • Tapa blanda: 193 páginas
  • Editor: Pigmalion Edypro (5 de agosto de 2017)
  • Idioma: Español
  • Precio: 17,10 (comprar ahora)

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