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La oportunidad de Jordi Torrents

Ningún atleta había generado tantas expectativas en la prueba reina del atletismo español desde la aparición de mismísimo Reyes Estévez. En un deporte falto de dinero pero con superávit de pasión, emerger como abanderado de una ilusión colectiva puede llegar a cobrarse un peaje imprevisible. Hablamos con Jordi Torrents Teixidor, atleta del FCB de 18 años que la semana pasada presenciaba delante del televisor como la persona a quien había confiado su futuro atlético caía detenido en Sabadell, en una operación por tráfico y consumo de sustancias dopantes. Se trataba del prestigioso entrenador Jama Aden.

El destino del prometedor atleta de Castellar del Vallés y el grupo del entrenador somalí, con el que se preparan algunos de los mejores mediofondistas del mundo, como la atleta del año y poseedora de 6 récords del mundo, la etíope Genzebe Dibaba, se unió en el campo de entrenamiento estival que organizan desde el 2013 en Sabadell que reúne a atletas de Catar, Djibuti, Sudán, Argelia, Yemen, Egipto, Gran Bretaña, Marruecos, Emiratos y Etiopía capitaneados por uno de los grandes nombres del atletismo.

Fue en 2014, con tan solo 16 años y un estilo que parecía sacado de un manual avanzado de técnica de carrera, cuando destrozó su propio récord de España juvenil de 3000 metros al aire libre (8:09.99), quedando quinto del mundo en la olimpiada de la juventud celebrada en China. Un futuro demasiado tentador a los ojos de un reclutador de talento proveniente de las canteras de mármol del atletismo. La propuesta no se hizo esperar y a las tres semanas era uno más del grupo de Jama Aden, con un acuerdo de patrocinio de Nike (sellado en Suecia) por el que le facilitarían material deportivo. Nada más. Ninguna contrapartida adicional, tampoco atraído por una promesa de 50.000 dólares por récord del mundo como se ha comentado estos días, una afirmación que el propio atleta considera “totalmente interesada y falsa”.

La decisión de abandonar la estructura técnica de la Joventut Atlética Sabadell, por quien era entrenado desde el año 2010, derivó en un enfado monumental de la junta directiva del club. Lo que para el joven corredor suponía una “gran oportunidad deportiva” se interpretó en clave de alta traición, profiriéndose todo tipo de amenazas, más incomprensibles, si cabe, si de quien hablamos es de un adolescente de 16 años que acababa de decidir junto a su familia formar parte de uno de los mejores grupos de entrenamiento del mundo. Fue, por decirlo de alguna manera, su primera incursión seria en las cloacas que anidan en la trastienda del deporte de alto nivel. Esta pataleta, que bien podía haber acabado en los juzgados, derivó en que todos los atletas de Jama Aden pasaran a partir de entonces por caja durante su estancia en Sabadell para acceder a las pistas municipales, gestionadas por el histórico club de atletismo de Sabadell.

A partir de entonces los chismorreos se activaron como nunca  “que todavía era muy joven”, “que estaba mal asesorado”, “demasiado joven para abandonar sus estudios”, “las cargas de entrenamiento a las que se expone son inhumanas”. Mientras, Jordi Torrents, se trasladó un mes a Sululta, al sur de Addis Abeba, el cuartel general de Jama Aden en Etiopía donde convivió entrenando en altura con estrellas como Mo Farah. Aquí es normal ver series de 1000 metros por debajo de 2:20 o 15x400m a 1′ recup.1:30 de Dibaba. Unos ritmos, donde, cuentan, que ya no se ve, ni se oye y menos se respira. Sin embargo, desmiente haber sido expuesto a volúmenes de trabajo desorbitados durante esta etapa:100-120 kms de media semanales (con una semana máxima de 140km), 8-9 sesiones semanales, respetando el patrón de día fuerte-día flojo”.

Ese invierno cuajó una gran temporada de cross y acechó el récord de España junior de 3000 metros en pista cubierta con un tiempo de 8:12.01. Al aire libre tampoco se quedó atrás. 3:41.66 en 1.500m, subcampeón de España junior y séptimo clasificado en el Campeonato de Europa. A partir de entonces una lesión bloqueó literalmente su cadera. Fueron necesarios 7 meses de inactividad hasta encontrar a la persona capaz de resolver la lesión.

El día que cumplía 325 sin competir, con solo 4 meses de preparación y a falta de 48 horas para debutar en un 1500m en Barcelona, detenían a su entrenador y a uno de los fisioterapeutas del grupo -de titulación incierta-, acusados de tráfico e incitación al consumo de sustancias dopantes. Estaba en marcha la Operación “Rial”, una redada antidopaje incoada por el juzgado de instrucción número 5 de Sabadell con los indicios obtenidos por los Mossos d’Esquadra (policía) a requerimiento de la Agencia Española para la protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD) y en coordinación con la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). En el Hotel Arrahona de Sabadell donde se alojaban, y según una información facilitada por el diario El País, incautaron un arsenal de productos dopantes y recuperadores ilegales en España, concentrados en tres habitaciones, una de ellas la del cabeza visible del grupo, su entrenador Jama Aden.

La noticia hundió al de Castellar. En esos momentos, admite, las piernas “li van fer figa” (le fallaron). Pero Torrents se desmarca con firmeza de la Operación Rial, “entrenaba con el grupo de 8 a 10 de la mañana y no pisaba el hotel”. Afirma sin fisuras que Jama Aden jamás me comentó o indujo al consumo de ningún tipo de producto, tampoco vitaminas”. Preguntado acerca de las dinámicas vividas durante sus estancias en Etiopía, Sabadell y en Suecia, afirma que en ningún caso intuyó ni se percató de que algunos compañeros de entrenos pudieran estar recibiendo ayudas. Eso sí, advierte, que lamentablemente se trata de un mundillo donde todos desconfían de todos”. No en vano, en lo que va de año, ha pasado un total de 6 controles antidopaje sorpresa.

La semana pasada compitió en el estadio Joan Serrahima, en la montaña mágica del atletismo en Barcelona. Durante el calentamiento, el chico tenía los ojos inquietos como los de un cordero asustado. Torrents sabía que era su puesta de largo tras la escandalera, y los focos blancos del Serrahima le apuntaban empequeñeciendo aún más su figura de joven cachorro traspasado por los acontecimientos. Luego se transformó en el tartán, que es donde se liberan todos los miedos. Entonces el cordero se convirtió en un bellísimo guepardo. Brilló. 3:44 en una carrera en solitario (con liebre hasta el 900m) que supone mínima para poder asistir al mundial junior que se celebrará en Polonia.

Al chico, a su familia, (y hasta al perro de la familia) les reprochan haberse juntado con la NBA africana cuando aquí tenía otras opciones. Si la memoria no falla, es el primer atleta de aquí que entrena bajo las ordenes de un gran grupo de estrellas mundiales de este deporte y en el mismísimo cuerno de Africa. Es un gran mérito ser pionero. Pero ha faltado que este grupo aterrice en el planeta doping y todos los envidiosos han visto la oportunidad para tirarse al cuello tierno y fresco de la criatura. Después de todo, no hay pecado alguno en que el chaval (y sus padres) vieran con buenos ojos que el chico entrene con los mejores. En cierta manera esos reproches recuerdan a la caterva provinciana que vivió en sus carnes aquel malogrado Fernando Martín, cuando decidió abandonar Madrid, y recalar en Portland como primer jugador de la ACB que probaba la aventura USA en la NBA. Entonces también el provincianismo resonó con virulencia. Aquí tenemos un caso parecido, con sus lógicas variantes de fondo y forma, claro.

A día de hoy Jordi Torrents es un estudiante de criminología. Lo que no deja de ser curioso que haya elegido una carrera así, cuyos métodos de enseñanza de algunas de sus asignaturas los aplica la policía ahora a su entrenador. Sin duda, el chico tiene material para hacer el proyecto de fin de carrera. Si es que de todo al final siempre se saca algo.

Aunque parezca mentira, a sus 18 años y bajo su aspecto aniñado se esconde un deportista con unas aptitudes (más allá de las cualidades físicas) que llaman la atención, más propias de un profesional, tal vez por convivir y compartir sueños rodeado de tanto talento experimentado. El chaval en todo momento sabe muy bien lo que tiene que decir. De momento, la pregunta ahora es muy clara, ¿Sabiendo lo que se sabe ahora, y estudiando lo que estudia, quiere seguir bajo la doctrina de un entrenador que por lo visto va por los países con la neverita de la playa cargada de dinamita? ¿O es más adecuado abandonar su disciplina y predicar con el ejemplo con un entrenador nuevo y un grupo que esté limpio de sospecha y se ajuste a sus cualidades?

Por desgracia, en la vida siempre hay que tomar determinaciones. Ahora, a Torrents, le ha tocado posicionarse con un tema espinoso y una reflexión adulta en un momento y a una edad que, a decir verdad, abrumaría a cualquiera. Pero nadie nos dijo que el atletismo fuera un deporte justo. Para nada. Y como suele suceder, solo el tiempo y sus acciones revelarán lo que sabía o no, y cuál es su verdadero posicionamiento sobre su deporte.


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