La compañía francesa Body Cap ha diseñado una especie de cápsula tecnológica, un dispositivo electrónico en forma de píldora que ingiere el atleta y que mide la temperatura corporal a intervalos de 30 segundos durante 16 horas. Los datos se extraen vía bluetooth utilizando un dispositivo portátil que debe colocarse a máximo un metro del estómago del deportista.
Tal y como comentan los compañeros de ‘Canadian Running’, al parecer este sistema lo están utilizando ya algunos atletas de élite canadienses en su preparación de cara a las altas temperaturas y humedad que se vivirán en el Mundial de Doha y en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Trent Stellingwerff, Director de Performance Solutions del Canadian Sport Institute Pacific, asegura que se trata de datos muy fiables y útiles para ayudar a los atletas a saber cómo y cuándo refrescarse de forma efectiva.
El marchador canadiense Evan Dunfee, actual número 27 del mundo en el ránking de la IAAF de los 50km marcha y campeón nacional de Canadá, en condiciones muy calurosas, los atletas se preenfriarán con toallas de hielo antes de entrenar o competir, además de refrescarse con agua y esponjas durante la carrera. Los datos extraídos de la píldora muestran la enorme efectividad de esa medida.
De cara a una correcta medición, el atleta debe ingerir la cápsula (tan pequeña como una uña) unas cuatro horas antes de iniciar la competición/entrenamiento para que le dé tiempo a pasar del estómago al intestino. Cada píldora cuesta unos 70 dólares y no es reutilizable (después de unas pocas horas, el atleta simplemente la píldora pasa a sus heces). Debido a que es relativamente costoso, la cápsula se está probando en atletas de resistencia y aquellos que esperan medalla en los campeonatos mundiales y los Juegos Olímpicos.