El entrenador de Eliud Kipchoge conversa con LBDC y nos explica los detalles de la preparación para el reto INEOS 1:59, su filosofía del entrenamiento y su visión de los límites humanos.
Pertrechado con cuatro cronómetros, irrumpe la presencia de Patrick Sang en la pista de Annex, en Eldoret, Kenia. Su sonrisa amable y su carácter afable desbordan irremediablemente su figura, ya de por sí carismática. Dulce en sus gestos, observa atentamente la evolución del grupo durante el entrenamiento y comenta las sutilezas técnicas de cada atleta con su asistente, el coach Metto. Parecen cual médico y enfermero mientras apuntan y comentan los tiempos de cada serie.
“Asegúrate de que hagan la vuelta a la calma”, le dice a Metto. Departe con Marc Roig sobre cómo ha ido la sesión. El catalán funciona como enlace en la pista entre los corredores del NN Global Team y los entrenadores y managers. “Yo les ofrezco los pormenores de cada entrenamiento, cómo estaba la pista o qué comentaron entre ellos. Es una manera de que los entrenadores comprendan mejor lo que sucede desde dentro”, explica Marc.
“Metto, vamos a ver el lenguaje corporal de cada uno mientras sueltan”, dice Patrick Sang, un entrenador con la sensibilidad necesaria como para percibir esos detalles nimios que no se encuentran en los números, pero que marcan la diferencia en el más alto nivel del deporte rey.
Y ya que él habla del lenguaje corporal, ¿qué dice este de sí mismo? Lo acompañamos mientras saluda afectuosamente a dos de las maratonianas que representarán a Kenia en el próximo mundial de Doha. Les agarra el antebrazo como un padre bonachón mientras escucha con un gesto atento cuáles fueron sus sensaciones durante la última sesión. Se despide de Kamworor y le recomienda que descanse. “¿Dónde nos sentamos?”, nos dice.
¿Cómo está yendo la preparación de cara al reto INEOS 1:59 para romper la barrera de las dos horas sobre la distancia de maratón?
Está yendo muy bien para Eliud [Kipchoge]. Va todo según lo previsto y esperemos que todo siga así de bien para que esté listo el día de la competición.
¿Podría compartir con nuestros lectores alguno de los entrenamientos más significativos que haya hecho en las últimas semanas?
Yo creo que lo más importante es que la gente entienda que el entrenamiento para maratón es un proceso complejo y largo, en el que necesitas combinar una serie de elementos en un periodo determinado de tiempo y un número de veces, y no simplemente una única cosa o entrenamiento. Por ejemplo, el entrenamiento de fuerza es uno de los componentes principales y tienes que llevarlo a cabo en su debido momento.
La resistencia también es uno de los elementos clave. Hay que hacer un número determinado de tiradas largas antes de la competición. La velocidad es otro componente. Y todos estos elementos deben guardar un equilibrio entre sí. No puedes tomar una sesión y decir ‘esta es una sesión sobresaliente’, porque esa sesión se basa en otras precedentes que permitirán llegar al pico de forma cuando se desea.
¿Qué ha cambiado en la preparación de Kipchoge para este reto con respecto a su preparación para un maratón normal?
Los fundamentos son los mismos. No hemos cambiado nada porque ya tenemos una experiencia de cuando preparamos la prueba de Monza (el reto Breaking2 de Nike). En realidad, desde que quedó campeón olímpico en 2016, pasando por Monza y hasta el año pasado cuando batió el récord del mundo, los fundamentos han sido siempre los mismos. No hemos cambiado nada, porque eso sería hacer experimentos y nosotros simplemente seguimos lo que necesita un atleta para rendir al más alto nivel. Aunque por supuesto no haces ‘cosas normales’ sino todo aquello que se puede hacer dentro de las capacidades del atleta.
“Nosotros creemos en que hay que cruzar el río cuando sabemos dónde está el puente”
Imaginemos que logra romper la barrera de las dos horas en Viena. ¿Qué sería lo próximo? ¿Bajar de las dos horas en un maratón tradicional?
Y Patrick Sang se echa a reír… y retoma la compostura.
Nosotros creemos en que hay que cruzar el río cuando sabemos dónde está el puente. El próximo puente está en Viena el 12 de octubre. Después de cada gran objetivo, con el gran equipo que tenemos, desde representantes, patrocinadores, entrenadores… siempre tenemos una reunión en la que nos paramos a evaluar los resultados y el plan de futuro para el atleta. Por lo tanto, sería un error por mi parte predecir qué sucederá después de Viena.
Pongámoslo de otra manera. Olvidémonos por un segundo de Eliud. ¿Cree que el ser humano puede realmente correr por debajo de dos horas en un maratón tradicional?
Lo creo, sí. El año pasado vi a Eliud corriendo en 2 horas 1 minuto en Berlín y es una carrera difícil. Por eso creo que en el circuito adecuado, con las circunstancias idóneas, es algo posible. Pero puede que lleve algo de tiempo lograr que se alineen todos los factores necesarios al mismo tiempo.
“Me gusta citar a Eliud cuando dice que ningún ser humano está limitado porque, de hecho, lo estamos viendo todos los días”
Y si Eliud no lo lograse, ¿quién sería para usted el atleta llamado a firmar tal hazaña?
Quizás alguno de los atletas de esta nueva hornada de atletas jóvenes que tenemos hoy en día en los 5000m. Son muchos y están corriendo muy bien, tal y como hicieron Bekele o Kipchoge unos años atrás. Con el apoyo necesario, y con una visión a largo plazo, de ahí es de donde puede que salgan algunos que estén en condiciones de correr más rápido de lo que hemos visto hasta ahora. Además, también estamos viendo que la tecnología de las zapatillas está mejorando, así como el conocimiento que tenemos acerca de las capacidades humanas. Y en esto me gusta citar a Eliud cuando dice que ningún ser humano está limitado porque, de hecho, lo estamos viendo todos los días.
En los últimos cinco o siete años hemos visto como los tiempos en los grandes maratones han mejorado sustancialmente. ¿Según usted, a qué se debe esta mejora?
Yo sigo la teoría darwinista de la evolución. Es decir, cuando quieres seleccionar a los mejores, y creas un entorno tremendamente competitivo, cada vez obtienes una evolución mejor. Y para mí esta teoría aplica a la pregunta. Tenemos mucha gente de muy alto nivel compitiendo por cada vez mayores incentivos como parte del juego.
Entonces también influyen los incentivos económicos que permiten que más atletas se puedan dedicar profesionalmente al atletismo.
Exacto, eso es.
Y cuando esa selección natural de la que habla se produce dentro del mismo grupo del entrenamiento, como el que usted dirige, ¿cuál es el secreto para dirigir a tantos atletas de tan alto nivel?
Sinceramente no creo que haya ningún secreto. Yo trabajo con atletas que, al margen del talento natural, tienen una relación de confianza mutua conmigo; porque cuando esta se da, es mucho más fácil crecer en el deporte. Hemos sido capaces de crecer gracias a esta confianza. Hoy has visto a varios campeones del mundo. Vienen, entrenan, confían en mis conocimientos y lo hacen lo mejor que pueden. Todo se basa en la confianza.
Y además se llevan bien entre ellos.
Nuestra filosofía es que tú eres un individuo que forma parte de un grupo. Así te desarrollamos como individuo, pero dentro del grupo. No tienes que preocuparte de nadie más que de ti mismo, cómo lograr el apoyo necesario y nada más, de modo que puedas maximizar tus capacidades gracias al grupo.
Pero a veces no resulta tan fácil y surgen roces entre los deportistas de un mismo grupo…
Sí, pero como has visto antes, yo he ido a hablar individualmente con cada atleta. Entrenan como un grupo pero yo los veo como individuos.
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