Jornet, en una imagen de archivo de Limone, una de las pruebas míticas del circuito
Hemos visto ya unas cuantas entrevistas de Kilian Jornet en los últimos meses. Desde que se ‘apagaron las luces’ del mundo debido a la llegada de la pandemia del coronavirus hemos podido presenciar con cierta frecuencia al corredor de montaña catalán ofreciendo su punto de vista en entrevistas sobre múltiples aspectos de actualidad, de entrenamiento, de sus retos imposibles. También nos ha ofrecido unos cuantos entrenamientos en pista y en ruta en llano que nos han permitido ‘fantasear’ con ese debut que ya anunció tenía previsto llevar a cabo a lo largo de este 2020 en una prueba de asfalto. Sin duda, nos ha dejado entrever que lo está preparando, lo tiene en mente, y que podemos tener ciertas expectativas sobre cómo se va a desarrollar.
En una entrevista en Instagram ofrecida a ‘National Geographic’ Kilian vuelve a tocar muchos temas. Obviamente debido al medio para el que habla la montaña es lo que centra prácticamente todo el protagonismo y hay varias frases que nos llaman la atención. Preguntado sobre el límite del cuerpo y sobre cómo reaccionar en esos momentos de ansiedad máxima y estando totalmente aislado, Jornet comenta que “al final, cuando vas en alta montaña el cerebro es binario; cuando tomas una decisión lo que te planteas es: “Esto me va a matar o no”. Y a ver, si no te va a matar ya sabes que no va a ser confortable, pero es que nadie va a subir a alta montaña para encontrar el confort, ya sabes que lo vas a pasar mal. Lo único que tienes que decir es que una cosa es pasarlo mal y la otra matarte”.
Sobre su reto en el Everest, cima que subió sin oxigeno dos veces en apenas una semana, Kilian comenta que “sobre todo cuando llegué a la cumbre lo que sentí es alivio, porque vas muy muy cansado. Lo mejor en montaña es la sangre fría, la euforia y el miedo hay que ahuyentarlos. En Himalaya he estado en invierno, en primavera, en verano y en otoño. En agosto cuando llegué a 8000 metros no había nadie; la masificación ocurre en unos días muy concretos cada año”.
Sobre el concepto del deporte en sí, Kilian asegura que “es egoísta seguro, por mucho que quieras añadirle fines solidarios. Lo haces por una causa, pero haces deporte porque te gusta y al final pones gente a tu alrededor para conseguir una emoción. Puede ser egoísmo positivo, te puede hacer ir más adelante. Para entrenar hay que ser masoquista, requiere un sufrimiento y si no estás acostumbrado al dolor o no te gusta es fácil entrenar durante 2,3,4 años pero no vas a estar 15 años. Si yo miro los últimos 15 años hay muchos más días que me he levantado con dolor que sin él“.