Inicio Noticias & Blog "Nos la jugamos dos días al año y si no estás parece...

"Nos la jugamos dos días al año y si no estás parece que ese año no has hecho nada"

July Takacs, tras ganar el bronce en Berlín
July Takacs, tras ganar el bronce en Berlín

July Takacs no se anda con rodeos. Dice las cosas por su nombre y no tiene reparos en reconocer lo que haga falta. La marchadora hispanohúngara logró el verano pasado en Berlín la primera medalla en una gran competición internacional de su carrera. A los 29 años es una de las referencias mundiales de los 50 kilómetros. Ha pasado por muchas etapas en su vida, pero de todo ello ha aprendido y gracias a ello se ha ido curtiendo y haciéndose a sí misma. Sin tapujos ni embudos hablamos con ella en el programa 21 de la segunda temporada de la Radio del Corredor.

¿Cuál es el secreto de nuestra marcha, July, qué os dan de comer?

“El éxito de nuestra marcha son nuestra tradición y los técnicos que tenemos. Obviamente entrenar mucho y bien. Tenemos un equipo superpotente y encima con atletas muy jóvenes que como la marcha es fondo nos duren muchos años más. Eso promete bastante”.

Cuéntanos un poco tu historia…

“No me vine a España por el deporte. Llegué por mis padres, por cuestiones laborales de mi padre. Teníamos un contacto en España porque mi padrastro es medio español. Decidimos mudarnos (bueno, lo decidieron ellos ya que poco poder de decisión tenía yo con 14 años). Yo estaba bien en Hungría, pero tuve que venir. Gracias a dios me adapté bastante rápido. Los primeros meses fueron duros, pero al año estaba ya a gusto y no me quería volver. Lo único que les pedí a mis padres es que quería seguir marchando. Empecé con el atletismo en Hungría con 10 años y con 12 o 13 me decidí por la marcha. Creo que nada más llegar, a los cuatro días ya me puse a entrenar en la Blume”.

July, la marcha no es la modalidad más popular entre los jóvenes atletas…

“Para mí decidirme por la marcha no fue difícil. Es verdad que al principio tampoco me gustaba, no fue un amor a primera vista (tampoco creo en eso, en los flechazos). Lo pasé mal porque no pillaba la técnica. En mi primera competición quedé la penúltima. Entre comillas obligada por el club y por mi entrenador en Hungría pues le acabé cogiendo el truquillo y de repente empecé a ganar. Sé que no es la prueba más popular, es el patito feo del atletismo, pero si pruebas y si se te da bien el fondo puede ser una buena opción. Yo corriendo era del montón y en la marcha ganaba y obviamente a una le gusta ganar competiciones”.

¿Te veías corriendo cuatro o cinco horas?

“Jamás. Yo era de las que decía: “¿Yo un 50? Jamás”. Nunca me planteaba hacer un 50, bastante tenía con el 20. Cuando cambié del 10 al 20 ya tenía mis guerras, así que imagínate el salto del 20 al 50. Pasé por una época de desmotivación, pensé en dejarlo, pero el 50 fue un nuevo estímulo al comienzo de la temporada pasada. No ha salido nada mal”.

“Supongo que al final el amor o la pasión hacia este deporte hace que sigas. La mayor parte del tiempo no es bonito. Tienes pequeños momentos de gloria que compensan todo lo que sufres. En esos momentos te sientes tan tan bien que te olvidas de lo malo. Pero lo cierto es que la mayor parte del tiempo es trabajo en la sombra. Encima nosotros no hacemos velocidad, no podemos competir cada fin de semana. Nos jugamos todo dos días al año y si no estás parece que ese año no has hecho nada. Es bastante feo muchas veces. Pero cuando vienen los bajones te mantiene motivado el recuerdo de las pequeñas glorias que has tenido en tu vida y por eso quieres seguir, porque nos encanta sentir esto”.

Hay más atletas jóvenes que sufren trastornos piscológicos de lo que pensamos?

“Por supuesto. Nos pasa a todos. Que te salga cada año todo bien es imposible, no somos máquinas. Lo que pasa es que la gente lo malo no lo cuenta. Nos intentamos mostrar siempre fuertes. Cuando algo no sale a veces te cierras en tu mundo, pero conviene buscar ayuda, profesional o lo que necesites. Pero es imposible solucionar los problemas solo”.

Tú hace ya un par de años que te apoyas en un profesional…

“Mis mayores problemas siempre han sido más bien psicológicos. En 2015 decidí cambiarme de Madrid a Barcelona y lo pasé mal. Estaba obsesionada con los Juegos, pensaba que si no me clasificaba se acababa el mundo. Me costó muchísimo adaptarme al sistema de Montse, mi entrenadora. No estaba acostumbrada a esos entrenamientos, hacía unas marcas muy malas para lo que era yo. Me clasifiqué para la Copa del Mundo no sé ni cómo y un mes antes Montse me dijo incluso que si quería renunciábamos. Ahí contactamos con Pablo, me empezó a ayudar pero ya sin pensar en los Juegos. Al final salió bien la Copa del Mundo. La mente es todo, si te bloqueas mentalmente por mucho que estés muy fuerte físicamente estás fuera. Eso me ayudó bien y me clasifiqué. Los Juegos luego me quedaron grandes o no sé qué pudo pasar. Luego me di cuenta que tampoco era para tanto. Ser olímpica ya es muy difícil y lo valoré. Tampoco te cambia la vida, luego sale el sol, se pone, tu familia te sigue queriendo y luego una temporada después la gente ya no se acuerda si fuiste o no a los Juegos”.

¿Cómo influye Chuso García Bragado en la carrera de Julia Takacks?

“Chus fue decisivo en que optáramos por preparar el 50, obviamente. Nunca lo había pensado y entre que no sabía qué hacer, si seguir o no, surgió que el 50 iba a ser distancia oficial en el Europeo, lo hablamos, y él, con su experiencia, me dijo que sí, que a su lado todo podía ir bien. Y fue bien”.

Al final llegó el gran premio en Berlín…

“Yo valoro mucho el camino. El resultado fue un plus, pero me preparé tanto mentalmente y tenía tanta seguridad que sabía que me iba a llevar la medalla. No sabía de qué color. Iba a hacer mi carrera porque en el 50 como no estés pendiente de ti misma estás perdida. Nos preparamos tan bien que incluso entrenamos pensando en el calor, cuando en Berlín la mayoría piensa que no habrá temperaturas altas. Pero Chus nos avisó”.

Recientemente se ha sabido que el 50 desaparecerá después de Doha…

“Hay que renovarse. Es verdad que me encuentro cómoda en esta distancia, que el año pasado fue el del debut, con marcas buenas, pero esta temporada ya me encuentro mucho más cómoda. El año que viene veremos. Somos expertos en hacer plan b, c, d, o sea que tampoco me preocupa mucho. Después de Tokio, cuando haya otras distancias (están todavía debatiendo), veremos. Un 35 me gustaría, la verdad”.

“Yo soy de ponerme objetivos a corto plazo. Es verdad que los Juegos siempre están allí, son un objetivo grande de cada atleta, pero ahora mismo no me preocupa, el año que viene será otra historia. Las chicas del 20 sí pueden conseguir billete para Tokio si quedan finalistas, pero veremos lo que pasa allí. A ver cómo queda el tema del 50. Ojalá que el 50 femenino sea olímpico, no podría ser más feliz”.

July Takacs volvería feliz de Doha con…”una medalla”.

Escucha la entrevista a Takacs a partir del minuto 26 de los siguientes enlaces:


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de LBDC

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí