Durante el confinamiento y estos meses que lo han seguido han sucedido tantas cosas. La mayoría de atletas se toparon con una realidad durísimas, sin material para entrenar, encerrados en casa, sin competiciones (y los ingresos que eso conlleva perder) y con la lógica falta de motivación. Hubo muchos que decidieron aprovechar y hacer un parón. No fue el caso de Ignacio Fontes, que entrenó como nunca para no perder todo lo que había demostrado y crecido en la primera parte de la temporada en pista cubierta y que ha vuelto como un verdadero jabato. Charlamos con él tras maravillarnos estas últimas semanas (mejor marca española sub’23 en 1.000 inclusive).
No frenar el buen estado de forma
“Yo venía de hacer un invierno muy muy bueno, había hecho 3:38 en dos ocasiones, y afrontaba la segunda parte de la temporada con mucho optimismo, con mucha ambición. Tuve la suerte de conseguir una cinta de correr que me prestó el gimnasio Holmes Place de Granada y la verdad que no perdí ningún día. Como no había competiciones fue entrenar de lunes a domingo hasta que nos dejaron salir. Trabajé mucho la base aeróbica, quizás en otras ocasiones no puedes trabajarla tanto. Como no sabíamos bien qué iba a pasar dijimos de hacer una base larga y cuando nos dejen salir ya iremos planificando el tema competiciones”.
“Cuando salí de casa me sorprendí a mi mismo porque las piernas se me iban en los rodajes. Cuando volvimos en Nerja la verdad que me sorprendí a mí mismo, hacer 3:40 y hacerlo de la forma cómo lo hice. Estoy contento y ahora aunque esté todo con pinzas tengo ganas de seguir con la progresión que llevaba este invierno y demostrarme que he mejorado y que soy mejor atleta que este invierno y que el año que viene hay unos Juegos y quiero estar en el equipo”.
Un regreso emocionante
“Al principio, y además cuando empezaron a decir que posponían Juegos, Europeos, veníamos ya del Mundial de invierno pospuesto; al principio fue un poco duro, pero me dije: “Vamos a trabajar lo que esté en mis manos, entrenar. No me puedo permitir estar parado dos o tres meses, es peor que estar lesionado y me hubiera parado la progresión”. He trabajado para estar donde estoy y no lo iba a fastidiar”.
“Nerja está cerca de casa, desde pequeño compito allí, hay mucha tradición. A mí me trae buenos recuerdos de mis inicios y recomenzar allí fue bonito. En el 1.500 éramos muchos andaluces que nos conocíamos. Le doy un 10 a ese día”.
La presión de ser la gran promesa
“Es verdad que somos una generación (Adri Ben, Jordi Torrent, Pablo Valladares) que creo que nos hemos empujado los unos a los otros; una rivalidad sana que se acaba fuera de la pista. Algo de presión puede ser, pero creo que más en júnior. Pero no tenía la madurez que tengo ahora y esa presión de “Ignacio Fontes, la promesa del atletismo, del medio fondo”. Me decía que tenía que bajar de 3:40. Creo que ahora esa presión no me afecta tanto como hace un par de años, ahora lo utilizo para motivarme. Ahora ya he esido campeón de Europa y tengo que aspirar un poco más alto”.
Un año más para Tokio
“Creo que este año de bonus es bueno; aunque en invierno iba muy bien encaminado y creo que lo que hice en cubierta equivaldría a 3:34 altos, ondando la mínima. Me decía que en verano debía estar cerca si las lesiones respetaban, pero iba un poco justo. Luego estaban Kevin, Jesús, Adel, quieras que no son más grandes y tienen más experiencia. Ahora si este verano consigo seguir madurando y mejorando la marca creo que va a ser un punto a mi favor. Un año más en la mochila que en el 1.500 se agredece mucho”.
“Este año habán puesto las dos formas de clasificación, por marca y por puntos. A dia de hoy Jesús y yo estábamos por puntos y Kevin y Adel por marcas. Yo creo que el que quiera ir va a tener que estar en la mínima olímpica por lo que estoy viendo. Jesús sin duda en cuanto coja una carrera buena la hará, Kevin la repetirá e imagino que Adel también. Luego están Adri, Enric Guerrero. Vamos a tener que estar rondando el 3.34 luego trabajar mucho el final de carrera. Por ejemplo Jesús ya lo demostró en Orense a falta de 800 metros, que empezó a meter vueltas a 27-28 segundos, tiene una capacidad increíble de cambiar de ritmo. Kevin viene del 800 y te puede destruir y Adel igual te puede meter un cambio largo y hacerte daño. Estar en esa marca pero luego trabajar mucho el final de carrera porque creo que nos vamos a jugar la plaza en el Campeonato de España.
Retos de futuro
“Ahora mismo por delante el 24 de agosto correré un 1.500 en Castellón y luego el 3 de septiembre un 1.500 en Marsella, luego los clubes y el campeonato de España el 12 de septiembre en Madrid”.
¿Cómo compagina el atletismo con su carrera de medicina?
“A veces peor de lo que me gustaría porque hay otras carreras en las que no tienes que echar tantas horas. Muchas veces tengo que prescindir de ir a clase y meterme en la biblioteca por las mañanas y hacer de autodidacta. Suerte que tengo buenos amigos en la carrera que me ayudan, ahí en la facultad también puedes comprar los apuntes, las prácticas sí debo ir de forma obligatoria. Pero es que por la tarde tengo que entrenar y entonces por las mañanas suelo acudir a la biblioteca. A veces si que antes de ir por la mañana hago gimnasio. En época de examen aprovecho y entreno por las mañanas y estudio desde la hora de comer y hasta que el cuerpo aguante. Y así día tras otro”
“Puedo decir que me gustaba mucho el ámbito biosantiario, pero no sabía muy bien qué hacer. Como podía hacer la carrera que quisiese pensé que medicina podría tener más salidas. Me metí y me ha ido gustando más conforme han pasado los años. A día de hoy sí que me gustaría ejercer, pero creo que cuando acabe los seis cursos me gustaría dedicarme al atletismo profesional y hacer más adelante el MIR. Creo que no es compatible. Imagino que quizás a los 30 y pocos años seguramente deje el atletismo y me pongo a trabajar porque es una carrera que me ha enamorado. Pero aún tengo mucho por dar creo”.
Entrenar con un grupo de nivel en un CAR
“Ahora mismo en estos momentos no me veo en la necesidad de irme. Es verdad que en un CAR con un grupo de un nivel más alto tiene sus beneficios. Pero acostumbrado a Granada, con mi familia, una ciudad pequeña, no me he visto en esa necesidad. También me están yendo bien las cosas, quizás si me empezara a ir mal sería una vía de escape cambiar de entrenador y de grupo, pero estoy muy a gusto ahora mismo en Granada, con mi grupo de entrenamiento, que se han convertido casi en mis hermanos. Tengo a mis amigos que me ayudan a desconectar, intento olvidarlo cuando quedo con ellos e incluso me regañan cuando no les cuento cosas de carreras y tal. Creo que me beneficia cómo vivo hoy en día”.
