Hoko-Esport, un modelo de éxito

Hace unos días visitamos la nueva sede de Hoko en Mataró. La pequeña empresa creada por Joaquín León en 2009 sigue su imparable camino al éxito de la mano de un producto elaborado con ingredientes poco comunes en un mercado globalizado como el actual: conocimiento de las necesidades de los corredores, conocimiento del producto, selección de materiales de calidad (por encima de la rentabilidad), elaboración del producto basado en la fabricación local y, sobre todo, cariño por lo que hacen.

Estar en sus instalaciones, ver, tocar el producto, escuchar como lo seleccionan y elaboran y, sobre todo, observar la pasión con que Joaquín y Cristina (su hija y responsable de Márketing) explican y comparten el porqué de todo, te demuestra que Hoko-Esport va más allá de un simple negocio.

Joaquín, motivado por la idea de acercar al atleta prendas técnicas de alta calidad pero a precios razonables, decidió dar un paso adelante. Conocedor del sector, e intentando encontrar un producto textil deportivo de precio medio, pero con características de material técnico alto, abrió un pequeño local en el centro de Mataró. Comenzó a producir y distribuir un material que obtuvo rápidamente una gran acogida. Éste es parte del éxito de Hoko: sin invertir apenas en publicidad, sus máximos valedores desde el principio han sido sus propios clientes de la mano del clásico boca a boca.

Así, poco a poco, pero sin pausa, han ido creciendo hasta llamar la atención por su éxito de este modelo de fabricación y distribución. También les llegó el reconocimiento institucional al recibir, ya nada más comenzar su andadura, el 3º premio CREATIC 2009 del TecnoCampus de Mataró al Modelo Empresarial.

Bien, una vez que hemos explicado quienes son, ahora vamos a dar alguna pincelada de lo que ofrecen a los corredores en general.

Su producto estrella es la malla corta Kamikaze, de diferentes zonas de compresón, y que trata de proteger algunos grupos musculares que intervienen en la carrera. Otro producto destacado son los calcetines Kimo, en fibra de polipropileno, que evacúan el sudor y minimizan el riesgo de ampollas. Las camisetes térmicas de Hoko tambien gozan de una gran aceptación gracias al ajuste, evacuación del sudor y alto grado de aislamiento térmico.

La fibra con la que trabajan habitualmente es el Dryarn. Quizás a muchos no les suene, pero las características técnicas de este producto (según datos extraídos de www.dryarn.com) son abrumadoras y con los mejores registros del mercado. Es extremadamente ligera: tiene una densidad de 0.92 g/cm3… ¡menor que el agua!, y bate con claridad a otras fibras como el poliéster (1,38 g/cm3), la poliamida (1.15 g/cm3) y al algodón 1,54 g/cm3). Pero la diferencia es realmente espectacular en la evacuación del sudor donde tiene un coeficiente de absorción del 0.13 por el 0,72 del polyéster, 2,1 del nylon o el 7,30 del algodón. Aislante, transpirable, bacteroriostática,… Pero no todo iba a ser de color de rosas. Si la inmensa mayoría de fabricantes no la incorpora es básicamente por su precio, lo que la hace prohibitiva para determinados márgenes de beneficio. Otras limitaciones importantes para su comercialización utilizando diseños comunes es la dificultad para teñir y estampar. En Hoko, gracias a su sistema de trabajo, según nos cuentan, se pueden permitir utilizar esta fibra de gama alta pero a la vez mantener un precio medio.

Por otro lado, a nivel de estructura, en Hoko utilizan Seamles, que son unas máquinas circulares de reducido tamaño que permiten controlar diferentes tensiones en cada punto de la prenda sin costuras añadidas. La gran elasticidad del punto permite obtener una alta compresión, pero cómoda al no limitar la movilidad articular. Nuevamente los costes asociados hacen que esta técnica no sea la más utilizada por las grandes marcas y que sea difícil encontrar zonas con esta tecnología a nivel nacional y profesionales con conocimientos técnicos suficientes.

Todo esto hace que la elaboración sea muy localizada, en pequeñas tiradas, pero que permiten tener muy controlado todo el proceso de producción y la calidad de los acabados.

El estar fuera del mercado tradicional hace que Hoko no sea presa de los volúmenes de demanda que puedan desestabilizar su producción y no caer en la tentación de para vender más, hacerlo por menos calidad.

Y si a alguien no le ha quedado claro cómo es que a la gente de Hoko les sale la ecuación, lo explicamos: Renuncian a la distribución y a la publicidad. Son dos aspectos que ayudan a vender más, es indiscutible, pero también lo es que añaden un elevado coste que no aporta un valor añadido al producto, que es lo que realmente le importa al final al corredor.

La prueba de que a Hoko le salen las cuentas es que nacen a la vez que llega a España la crisis y en cambio sus ventas no han dejado de aumentar desde entonces.

Y como a los buenos emprendedores no les para nadie, ya miran a la internacionalización del producto, a la par que aumentar la gama de modelos, y sobre todo a seguir innovando y mejorando sus prendas.