Lo comentaronen en la retransmisión de Teledeporte y realmente resulta sorprendente si uno se fija en su aspecto y mira su DNI (nacido el 3 de junio del año 2000). El brasileño Alison Dos Santos es una de las mayores promesas del atletismo suramericano y en la cuarta jornada del Mundial de Doha figuraba en la parrilla de salida de la gran final de los 400 vallas. Ahí es nada. No solo eso, sino que Alison realizó una salida fulgurante y por momentos casi comandó la carrera junto con la estrella noruega Karsten Warholm.
Marcón con tan solo 19 añitos
A pesar de ver cómo le rebasaban varios atletas (de talla mundial y consagrados como Rai Benjamin o Abderrahman Samba (plata y bronce tras Warholm), lo cierto es que el brasileño logró marca personal (48.28), finalizó séptimo y se quedó a apenas 25 centésimas de colgarse un metal al cuello con 19 años.
Comentábamos lo de su aspecto porque, tal y como puede apreciarse en la foto que adjuntamos en la noticia, el atleta brasileño tiene una gran calva en la frente. Pero si miramos con detenimiento hay algo de antinatural. Y eso esconde una trágica historia que se remonta a cuando tenía apenas 10 meses de edad.
Una infortunio que pudo costarle caro
Estaba en la cocina de su casa y había una sartén con aceite hirviendo en el fuego. Al darle con el mango el contenido del recipiente se derramó sobre su cabeza y tuvo que ser hospitalizado de urgencia muy grave. Permaneció ingresado durante cinco meses en el Hospital de Barretos hasta que pudo recuperarse de las quemaduras sufridas en la cabeza, hombros y brazos.
Las cicatrices que le quedaron en la frente y en el cuero cabelludo siguen siendo bien evidentes. Hasta hace poco Dos Santos siempre iba con gorra, pero recientemente decidió mostrar su aspecto al natural. El caso es que suele entrenar siempre con protección en la cabeza, puesto que es peligroso exponer las quemaduras a los rayos ultravioletas del sol.
