El 95% de la gente que sufre un resfriado, un catarro o los efectos de la gripe tiene en mente la idea de tumbarse en la cama con una taza de sopa caliente y una manta que les cubra de los pies a la cabeza. El 5% de la población restante, los deportistas, tenemos, como de costumbre, otras preocupaciones. ¿Puedo hacer deporte si estoy enfermo? ¿Puedo hacer ejercicio si estoy resfriado? ¿Cuánto tiempo dura un resfriado?
Estoy convencido de que, si eres un runner empedernido, un enamorado del ciclismo o un auténtico chico fitness ya te habrás hecho alguna de estas preguntas. De hecho, estoy prácticamente seguro de que si ahora andas leyendo estas líneas será porque quizá tengas una congestión de campeonato que está poniendo en jaque tu sesión de entrenamiento.
Vamos directos al grano con la intención de despejar todo lo que rodea el mito de practicar deporte con resfriado.
Antes de entrar en contexto conviene matizar el concepto de resfriado. No es lo mismo tener una congestión nasal que te dificulte un poco la respiración que tener fiebre y mocos para aburrir.
El personal médico será el encargado de evaluar tu situación y de dictaminar un diagnóstico profesional que te permita actuar en consecuencia. Sin embargo todos sufrimos anualmente algún catarro que no presenta dificultades más allá de unas pequeñas molestias.
Con todo esto me refiero a que tu mismo serás el responsable de valorar inicialmente la gravedad de la situación.
Para facilitar las cosas te recomiendo que sigas la “regla del cuello” que popularizo el doctor David C Nieman a través del siguiente estudio. Nieman era muy claro y pragmático.
Si las molestias son de cuello hacia arriba, entrenar con resfriado o con gripe no debería tener un impacto significativo sobre la salud del deportista, sin embargo, si la sintomatología se extiende hacia más abajo la cosa podría complicarse. Es decir, si sufres congestión nasal o ligeras molestias tienes aparentemente vía libre para entrenar, por contra si aparece dolor en el pecho, en la garganta, tos, debilidad muscular o fiebre, olvídate de hacer ejercicio y quédate descansando y guardando reposo. Practicar deporte en estas condiciones es más perjudicial que beneficioso.
Si estás resfriado y quieres practicar deporte no deberías hacer mucho más que un ligero trabajo de cardio. Carrera continua a ritmo lento o una breve sesión de bicicleta elíptica es más que suficiente. Nada de inventos a alta intensidad ni de ejercicios de fuerza.
La incorporación posterior al resfriado deberá ser tranquila y en un formato de intensidad progresiva.
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Si sigues empeñado en hacer deporte resfriado y tienes muy claro que vas a calzarte las zapatillas igualmente, déjame que te aconseje con unos pequeños tips para deportistas con resfriado.
-Ejercicio moderado: no te olvides de que si estás resfriado no estás en las mejores condiciones físicas. La práctica deportiva debe ser siempre a baja intensidad y de corta duración. Las defensas están bajo mínimos así que olvídate de realizar cualquier tipo de entrenamiento de calidad. Si te machacas en exceso tu cuerpo será incapaz de recuperar el esfuerzo y probablemente el resfriado empeorará.
-Entrenar sí, competir no: en la misma línea del punto anterior lo máximo que deberías hacer estando resfriado es entrenar. Nada de competiciones en las que debas exprimir a tu cuerpo. La temporada de competiciones es muy larga y si tienes cogido el punto de forma, un resfriado tampoco va a echar al traste todo el trabajo de varios meses de preparación. Aprende a pasar página y buscar alternativas que te motiven.
-Cuida la hidratación: si la hidratación pre, intra y post entreno es siempre importante, todavía lo es más cuando tu cuerpo no está en plenas facultades. Cuando estamos resfriados acostumbramos a perder el hambre y la sed. Oblígate a beber líquido regularmente y entrena siempre con una botella de agua o de sales minerales cerca. El resfriado puede ser la advertencia de que estas al borde del abismo. Cuida la hidratación y la alimentación. Trata de reponer rápidamente todo lo que consumes y prioriza alimentos ricos en vitaminas. Los suplementos vitamínicos pueden darte un buen empujón para salir del pozo.
-Reduce el tiempo de vestuario: los vestuarios de los centros deportivos acostumbran a ser el punto de encuentro en el que muchos amigos aprovechan para ponerse al día. Si estás resfriado debes cambiarte y ducharte lo más rápido posible.
-Cuidado con la automedicación: la automedicación es un tema que lleva preocupando desde hace años al personal sanitario. Recientemente hemos visto la aplicación de ciertas medidas que impiden, o al menos dificultan, la compra de determinados medicamentos. Los médicos y el personal sanitario son las únicas personas que tienen potestad para recomendar el consumo de medicamentos.
Es muy difícil dictaminar la duración de un resfriado. El proceso puede alargarse más o menos en función del perfil de la persona.
Un resfriado “común” es una infección vírica de las vías respiratorias altas. Existen más de 200 tipos diferentes de virus que pueden causar lo que popularmente se conoce como resfriado.
Si no hay complicaciones más allá de un catarro, congestión nasal y/o de una ligera tos, el resfriado suele durar de 5 a 10 días. El cansancio físico, la tos y la debilidad muscular se puede alargar hasta las dos semanas.
No quiero despedirme sin antes remarcar la importancia de ponernos en manos de personal médico que pueda evaluar la situación y dictaminar un diagnóstico profesional.