Gebrselassie, Stefano Baldini, Samuel Wanjiru figuran en el palmarés de la prestigiosa prueba. En esta edición era turno de otro campeón Olímpico, el ugandés Stephen Kiprotich. La decisión de asignarle el dorsal número 1 en la Mitja de Granollers contando con la presencia del ganador de la edición anterior, parecía una secuencia más del peso de la historia (y la estadística).
Pero algo había cambiado. La poderosa victoria de un Castillejo sobre Makau un año antes y la ausencia de un registro estelar de Kiprotich hacían que el supuesto candidato empatara en las apuestas. Granollers había destapado el lado oscuro de un auténtico killer en carrera, sumado a una sabiduría forjada tras más de vente años en primera línea. Descaro y valentía. Y piernas, muchas piernas.
Las previsiones meteorológicas desvanecían la posibilidad de un gran registro mundial. El viento medio anunciado era de 30 km/hora pudiendo alcanzar los 73 km/h. En el momento de la salida se suavizó y no impidió ver un paso de la cabeza 40” más rápido por el 10k respecto al año anterior. En esos momentos ya era cuestión de dos, Kiprotich asumiendo el liderazgo que le atribuía la corona olímpica, seguido de un enérgico Castillejo.
A partir de entonces, y cuando todo parecía que el desgaste acumulado pasaría factura en la bajada, los que han volado han sido ellos, con algunos parciales sostenidos cercanos a los 2min45”el km. Al final se cumplió el guion, imponiéndose el ugandés con 1h01’15 y aventajando en tres segundos al catalán Carles Castillejo, registro que le ha valido un récord de Cataluña que databa de 1998 a manos de Bartolomé Serrano en Zúrich, y que se sabía a su alcance.
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