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Fisioterapia por seguro privado ¿Qué cubren los seguros de salud?

Publicado por
Ángel Rubio
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Cualquiera que haya practicado deporte sabe que las lesiones forman parte del juego. Desde una torcedura de tobillo hasta un tirón muscular, siempre existe el riesgo de lesionarse. Pero, ¿cuáles son realmente estas lesiones? Un estudio reciente arroja algo de luz sobre la cuestión. El estudio, realizado por un equipo de fisioterapeutas, analizó el alcance de las lesiones habituales en los deportistas que requerían tratamiento de fisioterapia.

Los resultados mostraron que los esguinces y las distensiones eran el tipo de lesión más común, con casi el 60% de los casos. Las lesiones articulares, como las dislocaciones y las roturas de ligamentos, eran el segundo tipo de lesión más frecuente, con algo más del 20% de los casos. El 20% restante se compone de fracturas, conmociones y otras lesiones menos comunes. Así que, si eres un deportista, no te sorprendas si acabas en la sala de fisioterapia en algún momento: ¡es parte del juego!

En el running las lesiones más comunes suelen ser fruto de la tensión e impacto repetitivo, como la tendinitis de Aquiles, el síndrome de la banda iliotibial, el síndrome de estrés de la tibia medial (“shin splints”), fascitis plantar y las fracturas por estrés. Aunque los corredores suelen lesionarse mientras corren, estas lesiones también pueden producirse durante otras actividades.

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Ante el riesgo de sufrir estas y otras lesiones, hay varias cosas que se pueden hacer para ayudar a prevenirlas. Por ejemplo, calentar antes de correr y enfriar después de hacerlo. También realizar un entrenamiento cruzado con otras actividades, como la natación o el ciclismo, para reducir el riesgo de lesiones por sobrecarga. Prestar atención al cuerpo y escucharlo cuando indica que debemos descansar y por último mediante la fisioterapia, con carácter preventivo o rehabilitadora.

Cobertura privada de los servicios de fisioterapia

A pesar de la eficacia bien documentada de la fisioterapia para mejorar los resultados de los pacientes, la cobertura de los servicios de fisioterapia sigue siendo irregular en el mejor de los casos en muchos países. En Canadá, por ejemplo, sólo alrededor de la mitad de los planes de seguros médicos privados cubren los servicios de fisioterapia. Esto deja a muchos pacientes con la opción de pagar de su bolsillo el tratamiento o prescindir de la atención.

La situación es similar en el Reino Unido, donde una encuesta reciente reveló que sólo el 31% de los encuestados tenía acceso a la fisioterapia a través de su seguro médico. La falta de cobertura no es solo un problema en los países desarrollados; un informe de la Organización Mundial de la Salud descubrió que solo el 13% de las personas de los países con ingresos bajos y medios tenían algún tipo de seguro que incluye estos servicios.

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Sabemos que las pólizas de seguro médico varían mucho en cuanto a lo que cubren. Algunas pólizas sólo cubren la hospitalización y los procedimientos médicos importantes, mientras que otras pueden cubrir también las visitas rutinarias al médico, los medicamentos y otros servicios sanitarios. A menudo, es necesario recurrir a un comparador de seguros de salud más baratos para determinar cuáles son las coberturas de las diferentes compañías.

En cuanto a la fisioterapia, más de lo mismo. La cobertura también varía según la póliza. Ya sea estableciendo periodos de carencia, limitando el alcance de los tratamientos o estableciendo determinadas exclusiones. Y es que la fisioterapia adquiere mucho protagonismo en el campo de la rehabilitación para las personas que han sufrido un accidente, lesión o que han padecido una enfermedad donde el tratamiento ayuda a mejorar la amplitud de movimiento de las articulaciones y a reducir el dolor.

En conclusión, nos encontramos que algunas pólizas pueden cubrir la totalidad o la mayor parte del coste de la fisioterapia, mientras que otras pueden cubrir sólo una parte del coste. En algunos casos, la fisioterapia puede estar cubierta por una cláusula adicional o una póliza independiente. Los pacientes pueden tener que pagar una franquicia o un copago por los servicios de fisioterapia. Si está pensando en recurrir a la fisioterapia para tratar una lesión o afección, es importante que consultes a tu proveedor de seguros para saber qué cubre esa póliza en particular.

 

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Ángel Rubio