A los 78 años, interpreta al tío Ramón en ‘Loli Tormenta’. El hermano de la protagonista, Susi Sánchez, que nos permite descubrir a un nuevo Esteso. “El perfecto canalla”, dice él.
Es el tío Ramón en la película de ‘Loli Tormenta’. A los 78 años, Fernando Esteso nunca hizo un papel así. Yo tampoco me podía imaginar entrevistarle a él en un medio de atletismo. Ni siquiera podía imaginar que algun día Esteso fuese a ser el hermano de una atleta. Pero esta es la grandeza del cine, donde hay una cosa más importante que la lógica: la imaginación.
Tío Ramón
Nada y nada menos. Nunca he hecho un papel así de un perfecto canalla. No fue cómodo por mi lesión en los tendones. Pero, gracias a la ayuda que tuve de todos, lo he sacado adelante.
¿Y qué ha aprendido de ese tipo que sólo se mueve por su interés?
Es una buena pregunta. ¿Qué he aprendido? Me gusta porque he interpretado a otra clase de gente. Ha sido un sacrificio. Pero lo he logrado y espero que ese personaje no deje indiferente a nadie.
Al final, resulta usted casi enternecedor.
Es un tratado de la vida. A todo el mundo le puede pasar lo que le ha pasado a Loli. Hay niños que pueden ser esos niños que deben convertirse en adultos demasiado rápido. La película te ayuda a descubrir que esas cosas pasan en la vida real. No puede dejar indiferente a nadie.
Y, de repente, le familiarizamos a usted con el atletismo
Hay que hacer de todo.
¿Le hubiese gustado tener una hermana atleta?
Claro. Pero nos hubiese gustado sobre todo tener una hermana. Pero ya no tiene solución.
¿Cuántos hermanos tiene?
Uno, Pedro José. Yo soy el mayor. Nos sacamos dos años, tres meses y diez días.
¿Qué le une a usted con el atletismo?
Los recuerdos, sobre todo. Los recuerdos de las Olimpiadas como la medalla de Fermin Cacho y en especial Barcelona 92 cuando hubo tantas medallas. Los atletas tenían más ayudas. Después creo que les ha faltado apoyo económico.
Como a los actores entonces.
No. Eso no es verdad. Hay algunos a los que les sobra y a otros a los que les falta.
¿Y a Fernando Esteso?
Tengo el apoyo moral de mi público.
Yo formo parte de su público: yo soy uno de ellos, de los que nunca olvidaré ese trío mítico: Ozores, Pajares y Esteso.
Todo ello bajo la dirección de Mariano Ozores. Pero tendríamos que sumar también a Juanito Navarro, a Florinda Chico, en fin… Fuimos muchos. Pero, como usted dice, es verdad que Antonio, Andrés y yo vivimos mucho juntos.
¿Y quién ganaría una carrera entre los tres?
Creo que Antonio, porque nos lleva mucha distancia. Él está en el cielo. Los demás seguimos por aquí todavía. Aún tenemos que llegar hasta ahí para volver a coincidir los tres.
¿Y cómo será ese día? ¿se lo imagina?
Será divertido. Nos contaremos cosas de cuando hacíamos cine juntos, nos contaremos cosas nuevas, cosas que aún no se pueden contar porque aún no las hemos vivido. Pero, sobre todo, reiremos. Nos haremos reír. Como antes. Como en los viejos tiempos.
¿ No saltarán vallas ?
Uff no, yo no. Ya no puedo. Tengo, como le he dicho, un problema en los tendones de aquiles que me hacia ir casi inválido durante el rodaje. Una semana antes de empezar iba andando con los bastones que me compró mi hijo, y bajando un bordillo me pegó un chasquido. Me pusieron una bota. Tuve que ir con una silla de ruedas que era como la sillita la reina. Pero me ayudaron y fue todo fenomenal.
Tiene usted 78 años.
Sí, los mismos que cuando me he levantado esta mañana.
Y sigue ahí al pie del cañón.
Porque me encanta mi profesión y recibo el reconocimiento de mi público..
Y no se jubila.
No puedo jubilarme. Me podía morir con lo que me queda de jubilación.
¿Y qué le queda?
¿Y a usted qué le importa?
Buena respuesta.
No, no, no interesa dar números porque a ver si me la van a rebajar aún más.
Siempre nos quedará Fernando Esteso .
Bueno, llevo unos años en esto, sí.
He descubierto que no es usted el antiatletismo.
No, no, para nada. No vaya usted a creerse. Me gusta el deporte. He llegado a hacer una carrera de cinco kilómetros en Valencia. Fui al gimnasio para prepararla. Recuerdo que llegué derrotado a meta. Hice 55 minutos. Bajé de la hora que no está mal. Me alegré mucho cuando vi el reloj de meta.
¿Y por qué no hizo más?
Hay otros deportes. He practicado natación, tenis… Menos el baloncesto, he hecho casi de todo. Hubo una época en la que mi coche tenía en el maletero más cosas de tenis y de fotografías que la ropa de trabajo.
Es un buen jugador de tenis entonces.
Tengo un buen revés. Pero no exagere. Tenía ilusión por hacer deporte. Eso sí. Llegué a apuntarme a dar clases
