Entrevistas

“Estar con los amigos me generaba un estímulo mayor que ir a entrenar”

Publicado por
Alfredo Varona
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Carlos Mayo admite que busca salida al bucle en el que vive desde que consiguió el gran objetivo de su vida: participar en unos JJOO.

Lo hace en defensa propia. No regatea ninguna pregunta y propone debate. En el futuro pasará lo que tenga que pasar, pero da gusto encontrar a gente como Carlos Mayo, que habla tan claro, sin miedo a nada, enfrascado en plena batalla por recuperar la motivación perdida. Su último estímulo ha sido ir a entrenar a Sudáfrica, donde cada día se despierta pensando: “Los JJOO de París 2024 deben ser mis Juegos”.

¿Cómo va la vida?
Bien. Estoy preparando el verano. He tenido complicaciones en enero y febrero. Me iba acercando a la barrera de los 28 minutos. Pero vino la lesión del pie, que es mi punto débil, y luego una gripe que, hasta principios de marzo, no me dejó entrenar bien.

Le echamos de menos.
Sí. Al final, han sido dos meses. En el Campeonato de España de 10.000 quise pensar que el cuerpo tiene memoria de los entrenos duros y que, al menos, lucharía por el podio. Pero no fue posible porque así es este deporte.

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Y así hay que aceptarlo.
Pero me llama la atención que, de un año para otro, la gente me dé por desaparecido. Creo que soy una persona transparente en mis redes sociales. No acostumbro a buscar excusas. Digo cual es mi estado. Comunico lo bueno y lo malo. Pero ahora por dos meses malos lees a gente hablar de mí y parece que estoy acabado.

¿Y eso le molesta?
Yo entiendo que solo se comenta el momento y que todo el mundo tiene derecho a opinar. Pero soy activo en redes y veo lo que pone la gente. Y tengo que decir que no estoy de acuerdo esta vez. Mi planificación va enfocada al verano. Tengo que hacer 27’42”, que es la marca que debo hacer para el Mundial.  Iba en línea ascendente. Pero pasó lo que pasó y todo tiene un proceso.

¿Pasaron los tiempos mejores?
Le debo recordar que en julio fui decimotercero en el Mundial de Oregon… Pero, además, yo trabajo para que vengan mejores tiempos. No quiero volver al pasado. Quiero mejorar el pasado. Pero hay momentos en la vida en los que vienen ciertos baches  que hay que aceptar. Si algo he aprendido es que no se puede acortar tiempo. Al final, uno se lesiona.

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Y, aparte de las lesiones, ¿qué bache ha tenido?
A nivel emocional sí lo he tenido y no me avergüenzo decirlo. No he pasado mi mejor momento. En el verano de 2021 logré el objetivo de mi vida que era ir a unos JJOO. Disfruté la preparación como nunca. Mi motivación era espectacular. Estaba al 200 por cien. Pero, desde entonces, he tenido un bajón y allí necesite el cambio de entrenador.

¿Y no fue un error ese cambio?
No. A las cosas hay que darles tiempo. Es un cambio que no quiere decir que vaya a ir a mejor. Pero ¿por qué va a ir a peor? Con el bache que he tenido daba igual que entrenase con Pepe, con Juan Carlos o con el padre de los Ingebrigtsen. No he cumplido nunca el plan de mi entrenador. Hubo un momento en el que salir con los amigos me generaba un estímulo mayor que ir a entrenar. Entonces el problema está en mí, no en mi entrenador. No he tenido la motivación al cien por cien. Busco estímulos nuevos que me permitan recuperarla.

¿No ha llegado el momento de dedicarse a la medicina?
Incluso yo mismo me lo he planteado. Pero es que aún puedo mejorar lo que he realizado. Creo que tengo margen de mejora en 10.000. Hice la marca sin placa de carbono. Y sino es en el 10.000 será en otra prueba. Pero seguro que aún me faltan cosas por hacer. Quiero ser medallista en un Europeo o finalista en un Mundial o en unos JJOO. Soy humano y necesito saber hasta dónde puedo llegar.

¿La gente le ha perdonado que dejase a Mareca?
A mí solo me importa que me perdone Pepe. No fue una decisión personal. Él no hizo nada malo. Ni él ni el grupo. Pero la gente, que lo juzga desde fuera, genera una toxicidad que hace que a Pepe le moleste más lo que pasó.

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¿Y no descarta volver?
Yo estoy bien como estoy. Pero ahora este es mi camino. Esta es la forma de sacar mi mejor versión. Pero con el cariño, que me ha dado Pepe y lo que ha hecho por mí, ¿cómo voy a descartar volver algun día?

Tuvo la valentía de decirle: “esto se ha acabado”.
Fue muy difícil. Yo dije las cosas a la cara. No me gusta hacer daño a nadie. Pero es lo que sentí y lo que creo que me va a impulsar a ser mejor. Le di explicaciones que quedan en lo privado. A partir de ahí las opiniones no hacen ningún bien.

Cuando se fue iba usted lanzado.
Pero insisto en que no tiene nada que ver con el cambio de entrenador. Ha habido motivos externos. Busco una salida para salir de un bucle. En parte lo he conseguido. Pero ha habido otros momentos en los que no. Igualé el resultado en el Mundial de los JJOO. Pepe tiene mucho mérito pero tenía un Carlos al 200 por cien. Ahora no. El día que yo rinda al cien por cien y tenga un año de continuidad se podrán sacar conclusiones, pero antes, usted mismo…

Yo mismo ¿qué?
Tenía que darme voz a mí como se la dio a Pepe o a Toni en su momento. Juan Carlos también es una persona y que todo el mundo diga que me equivoqué no le puede hacer bien. Y si remarco esto es porque de verdad creo que no se lo merece. No se lo merecía.

En ese sentido lleva usted razón.
Se está atacando a una persona que nunca se me ofreció como entrenador. Aún viendo que yo tenía interés. Por eso me sabe tan mal. Me corroe por dentro. No me parece justo. Y después yo nunca he completado al cien por cien un plan suyo. ¿Cómo se puede criticar a este hombre?

¿Tanto se ha abandonado usted?
A niveles extremos, no. Pero insisto en que no encontraba esa motivación.  Estaba a un 60 o 70 por cien.  Sin ir más lejos, el peso, que para mí siempre es una preocupación.  Tengo cierta tendencia a engordar. Incluso cuando estoy fino tengo una complexión distinta al resto. Mi peso es de 63 kilos en plena forma y yo entrenaba con 68.

En definitiva, lo mejor está por llegar.
Es una motivación.  La veo lejos en este periodo. Pero el chip cambia. Hay que estar al cien por cien. Los JJOO de París deben ser mis Juegos. Siempre he tenido esa idea. Quiero llevarla a la práctica.

Y, en cualquier caso, juega usted con las cartas marcadas. Ha terminado la carrera de Medicina.
Sí, por supuesto. Es una tranquilidad extra. Igual que cuando compaginaba ambas cosas podía decir…  Ahora soy profesional a todos los efectos. Trabajo hasta con una psicóloga, Toñi Martos. Y eso es porque sigo creyendo en mí. Sigo pensando que lo mejor está por llegar.

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