Seguir a nuestros deportistas favoritos en Instagram se ha convertido casi en una obsesión. Muchos (no todos, por suerte) necesitamos saber qué están haciendo en todo momento nuestros referentes, nuestros ídolos, cuándo entrenan, qué hacen durante su tiempo de ocio, en definitiva, tener controlado su día a día. Instagram se tornado en ese sentido en una herramienta indispensable para establecer esa vía de conexión entre deportista de élite y admirador, una especie de puente en el que nos podemos sentir más cerca que nunca con ellos.
Hay muchos perfiles de deportistas en esta red social, desde los que publican a todas horas lo que están haciendo o dejando de hacer, hasta los que se conforman con un mantenimiento más espaciado en el tiempo. Evidentemente son los primeros los que acumulan más seguidores, aunque ese incremento de popularidad conlleve casi vivir pensando en actualizar nuestros movimientos con el móvil (excepto los que pueden permitirse tener a alguien que les lleve redes e imagen). La estadounidense Emma Coburn es un magnífico ejemplo.
Emma Coburn: Mostrar al mundo la dureza a la que se somete un deportista de élite
Si miramos su perfil en Instagram, rápidamente vemos que acumula casi 250.000 seguidores, una cifra a tener muy en cuenta por tratarse de una atleta. Coburn, medallista olímpica de bronce en los Juegos de Río de Janeiro y oro Mundial en 2017 en los 3.000 obstáculos, utiliza sus redes sociales no solo para publicar prácticamente a diario fotos suyas entrenando o durante sus momentos de ocio, sino que también comparte sus espectaculares entrenamientos. Su cuenta está llena de vídeos con los ejercicios que realiza, algo que se ha vuelto muy preciado para que sus seguidores puedan ver directamente cómo se entrena una estrella del atletismo. La norteamericana, de esta forma, se ha convertido en un referente en las redes sociales para mostrar el día a día de un deportista de élite y la dureza de las sesiones que siguen para poder mantenerse en lo más alto.
