A la campeona Ibtihaj Muhammad, atleta de Nike y esgrimista nacida en Nueva Jersey, le han sacado tarjeta muchas veces por no obedecer las instrucciones del árbitro. «Primero, te dan un aviso y después te quitan un punto… No sé ni cuántas veces me ha pasado —comenta—. Y le digo, “Ay, perdona, no te he oído”». Eso es porque Muhammad, que ganó una medalla de bronce en Río en 2016 para el equipo estadounidense, competía normalmente con un hiyab de niña, «Cuando el tejido está húmedo, es muy pesado y rígido —explica, describiendo la sensación de sudar con el hiyab puesto—. Me obstruye totalmente el oído». Además, la prenda no interactúa bien con su uniforme. Para mantenerlo en su sitio bajo la careta, va atado a la espalda, la parte delantera abrochada bajo la barbilla, y la tela sobrante metida bajo los tirantes del sujetador deportivo. «Sé que es difícil de visualizar, pero es lo que he llevado durante prácticamente toda mi trayectoria deportiva», señala.
Evidentemente, llevar un hiyab tradicional para las competiciones dista mucho de ser ideal. Pero Muhammad y otras atletas no han tenido muchas otras opciones. Encontrar uno que funcionara bien con un deporte concreto era un tremendo desafío. «Me acuerdo de que solo tenía unos pocos que utilizaba para entrenar y ya no encontraba ese estilo concreto», cuenta. Además, los hiyabs no se entendían del todo. «Cuando estaba en el colegio, siempre necesitaba llevar una carta de un imán local que dijera que era seguro llevar esta prenda para hacer deporte —señala—. Mis entrenadores siempre llevaban eso consigo».
Muhammad no era la única con problemas con el hiyab. De hecho, los diseñadores de Nike se han reunido con varias de las mejores atletas que han aclarado los diferentes problemas de disponibilidad y rendimiento asociados al hiyab tradicional en el deporte durante los dos últimos años; conversaciones que pusieron a los diseñadores manos a la obra para crear un prototipo de hiyab deportivo.
Los diseñadores dieron ese prototipo inicial a diferentes atletas, incluidas la levantadora de peso Amna Al Haddad y la patinadora artística Zahra Lari, ambas de Emiratos Árabes Unidos, para que probaran la prenda en sus respectivos deportes. Atletas de todo Oriente Medio, incluidas runners como Manal Rostom, entrenadora de Nike Run Club en Dubái, y Zeina Nassar, boxeadora alemana, también evaluaron los hiyabs.
Nike recopiló tanto sus opiniones sobre rendimiento como sus reacciones ante el aspecto de la prenda. Las deportistas volvieron con diferentes puntos de vista, pero la mayoría apuntaba que quería una prenda todavía más ligera, más blanda y más transpirable. Los diseñadores de Nike Pro, responsables de crear las capas base (las más cercanas a la piel), examinaron cómo crear un hiyab de alto rendimiento discreto y diseñaron más prototipos con este objetivo en mente. Los desarrollaron y recibieron una entusiasmada respuesta, y una última solicitud para modificar la adaptación, para así tener en cuenta los diferentes tamaños de la cabeza y formas de la cara. Los diseñadores clasificaron los tamaños con las tallas XS/S y M/L (en vez de añadir un mecanismo de ajuste, que añadiría peso). Tras seguir retocando los detalles y tras llevar a cabo diferentes rondas de pruebas, el hiyab de Nike Pro estaba acabado.
Muhammad lo probó por primera vez poco después, en agosto de 2017. «Realmente entendí cuánto había entorpecido mi rendimiento mi hiyab anterior cuando me probé el de Nike Pro — dice Muhammad—. De repente, podía oír, no hacía tanto calor, y sentí como si mi cuerpo pudiera enfriarse mejor y más rápido». Eso está muy lejos de tener problemas para encontrar un hiyab adecuado y tener que explicarse y defenderse ante los árbitros. «El hiyab de Nike Pro ayudará a que las conversaciones sobre hiyabs y sobre mujeres musulmanas en el deporte avancen, y a conseguir que el deporte sea más inclusivo», comenta Muhammad.
Pero no está sola en esto. Para muchas atletas que llevan hiyab, esto es mucho más que una prenda de rendimiento. «Me inspira para llegar más lejos y correr distancias más largas —apunta Rostom, que hace poco hizo la maratón de Nueva York con el hiyab de Nike Pro—. Y creo que inspirará a chicas de todo el mundo a seguir su pasión por el deporte». Para Lari, el hiyab Pro es un símbolo de poder. «Es un recordatorio para las mujeres musulmanas de que podemos conseguir cualquier cosa —dice—. Lo que Nike ha hecho para las atletas musulmanas es un sueño que nunca pensamos que se haría realidad».
El hiyab de Nike Pro estará disponible el 1 de diciembre en negro y obsidiana en nike.com y en establecimientos seleccionados en Europa, Norte de África, Norteamérica y Oriente Medio.
¿Y si sólo se quitan el trapo de la cabeza?