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El 'gafe' de Chiki en el maratón: Las zapatillas y el Aquiles dejan una espina clavada

Chiki Pérez, en el pasado Maratón de Valencia / LBDC

Corría principios de 2019, ahora hace unos dos años, cuando Chiki Pérez decidió que había llegado el momento de debutar en el maratón. Con 30 años (31 cuando se estrenó en la distancia de Filípides), el atleta de Ciudad Real tomó la decisión de dar el gran salto. En mente, un gran objetivo más allá de competir por primera ve en los 42,195 kilómetros: estar en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Chiki hizo obviamente otras cosas (convertirse en el tercer atleta español en bajar de 28 minutos en 10k, lograr marcas personales en el 10.000 o el 3.000 o bajar de los 61′ en la media maratón, por ejemplo), pero centró su preparación en ese debut en maratón. Escogió Valencia, a finales de año. Un circuito y un ambiente inmejorables para intentar una gran marca.

El juanete

Pero la experiencia inicial no salió como tenía pensado. Hizo un buen registro (2:11:50), pero no logró ese gran objetivo de la mínima olímpica. Unas molestias inesperadas por causa de un juanete le impidieron rendir al 100%. Decidió intentarlo de nuevo apenas dos meses después, en Sevilla. La última bala para intentar estar en el maratón de Tokio (de Sapporo, vaya).

Pero de nuevo arrastró problemas en el pie. “Tengo el pie derecho con mucho juanete, entonces la verdad que tuve problemas. Es verdad que hacía tiradas con esas zapatillas, pero entrenando si en el kilómetro 13 me molestaba me paraba y me la ponía bien. ¿Qué pasó? Que en una maratón no puedes parar a colocártela y acababa con molestias, incómodo y mal. Me pasó en Valencia y luego en Sevilla. No quiero seguir dando bombo a esto porque la gente se lo toma como una excusa”, nos comentó hace unos meses en La Bolsa del Corredor.

A la tercera no fue la vencida

Esperaba que a la tercera fuera la vencida. Valencia, de nuevo el destino elegido. Pero esta vez fue el Aquiles el que le previó de correr en plenas condiciones. “Cuando vine de Polonia del Mundial tuve unos dolores en el tendón que se me agravaron. La semana posterior me empezaron a salir molestias hasta el punto que no me dejan entrenar. Me tiré tres semanas todos los días en el fisio y entrenando lo que podía. Hacía la calidad, pero no los rodajes”.

“Llegué al maratón sin haber hecho el volumen que necesitaba. Pedí a la organización correr la media en Valencia, pero no me dejaron. Me dije que iba a estar en la línea de salida y a ver lo que salía. Pero a la altura de la media abandoné. Antes de que pudiera ir a peor”, nos cuenta Chiki, ya en frío, más de dos meses después y tras lograr un marcón de 7:50 en 3.000 en su debut en pista cubierta y sin siquiera prepararlo.

Sobre sus objetivos en este 2021, el de Carrión de Calatrava nos cuenta que tiene una espina clavada. La del maratón. “Mi objetivo principal de este 2021 es intentar estar en Tokio, ya sea en el 5.000 o el 10.000. La verdad que a mi me gusta más el 10, pero he visto que en distancias cortas me siento bien, así que no descarto nada. Luego me centraré otra vez en la ruta. Tengo la espina clavada del maratón y no sé si será este año o el siguiente pero volveré a Valencia. Alguna vez me va a salir. También creo que la presión de la clasificación olímpica me pesó demasiado. El próximo lo prepararé a conciencia y sin nada de eso en la cabeza”.


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