Arjen Robben, en una imagen de archivo corriendo
Este pasado domingo se disputó la mítica Zevenheuvelenloop en Nijmegen (Países Bajos) y, como siempre, participaron algunos de los mejores atletas del mundo. Una prueba con una distancia atípica (15km) y que suele ser muy rápida. Sin ir más lejos, el atleta que se impuso, el keniata Rogers Kibet, hizo un registro de 42:08. Eso significa correr a 2:49/km. Volar, vamos. En la prueba femenina la también keniata Beatrice Chepkoech con una marca de 47:18 (3:09/km).
Pero al margen de todo ello, nos paramos en la figura del exfutbolista neerlandés Arjen Robben. Campeón de Europa con el Bayern y subcampeón del mundo con su selección, el futbolista lleva desde su retirada corriendo. Le ha cogido el gusto y, sin ir más lejos, el pasado 11 de abril corrió el Maratón de Rotterdam en 3:13. Una marca correcta, discreta si hablamos de un deportista de élite.
Pero quizás llama más la atención su resultado en esta Zevenheuvelenloop. Robben acabó con un crono de 55:01. Es decir, a 3:40/km. Un ritmo ya bastante más serio y que nos deja entrever que el jugador, conocido por lesionarse mucho en su época como jugador, está entrenando mucho y muy bien.