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El ex policía de 72 años que guía a Lamdassem para ganar en Tokio: 280 km semanales en Pirineos

Publicado por
Alfredo Varona
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Su entrenador Antonio Cánovas asegura que, pese a sus 39 años, Lamdassem está como nunca. Y, “aunque las cartas están casi marcadas en el maratón”, recuerda que “puede pasar de todo”

Desde el 21 de julio de 1976, Antonio Cánovas lleva en Lleida tras un ascenso en la policía (su trabajo).

Un día conoció a Lamdassem.

– Vino a correr un campeonato mundial universitario a Santiago de Compostela, cogió el pasaporte y desertó. Saltó por el albergue y en 2002 apareció por Lleida. Le dijeron que aquí había un entrenador que podía ayudarle.

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Y ese entrenador era él: Antonio Canovas.

– Encontré un atleta que nunca había tocado un gimnasio, pero que era un fuera de serie.

Y ahora, con casi 40 años, Lamdassem va a disputar el maratón de los JJOO de Tokio (00,00 de la madrugada, domingo).

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– Lo he visto entrenar mejor que nunca con una calidad de ritmo y unas recuperaciones que a mí mismo me han parecido impresionantes – dice Cánovas .

Ha llegado a hacer 280 km semanales en Font Romeu que sí, que parece una bestialidad y que realmente lo es. Pero lo importante no es hacerlo sino asimilarlo, que es lo que diferencia a un atleta de élite.

En su época, Cánovas fue un atleta que ganó el maratón de Madrid en 1985 y que llegó a hacer 2h17m16 en Laredo en 1980 en el mismo maratón que corrió el campeón olímpico de Montreal 76: Waldemar Cierpinski.

– Llegué incluso a ser internacional -recuerda.

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Pero pronto arrancó como entrenador y hasta hoy.

Antonio Cánovas, jubilado en la policía desde los 65, es un hombre de 72 años que programa que nunca dejará de entrenar.

– Estaré toda la vida.

De ahí que pueda vivir en primera persona historias como la de Lamdassem.

– ¿Hasta dónde puede llegar? – se pregunta -. – Ayad tiene una clase increíble. Puede suceder cualquier cosa. Los africanos merecen un respeto y las cartas estan casi marcadas. Pero en el maratón dos más dos no siempre son cuatro.

– Si Ayad está bien es un seguro a todo riesgo – insiste Don Antonio Cánovas desde Venecia donde fue esta semana al bautizo de su nieto.

– Mi hija se casó con un italiano que es científico.

Pero mañana el entrenador ya estará en Lleida desde donde verá el maratón.

– Prefiero una carrera lanzada para Ayad.

– Pero, en cualquiera de los escenarios, debería desenvolverse bien – insiste -. Se ha preparado para soportar la humedad que es lo que distorsiona el organismo y en Lleida tenemos unas condiciones similares a las de Sapporo.

– No estoy nervioso.  Sí me preocupaba cuando marchó a Tokio que pudiese lesionarse. Yo le insistí: ‘el trabajo está hecho, tu trabajo ahora es descansar bien y comer lo justo, Ayad, no te juntes con nadie, que te suban la comida a la habitación. Nuestro trabajo es competir. Hemos ido allí para eso’.

– ¿ Y no está ya mayor Lamdassem para aspirar a todo? – le pregunto.

– Tenía usted que verlo.

Y no es Antonio Cánovas un entrenador impresionable ya sólo por los años que lleva en el oficio.

– Yo jugaba al fútbol en Córdoba. Jugaba hasta con 40 grados. Pero ingresé en la policía y me dijeron, ‘hay que hacer un equipo de cross’, y acepté, y me puse a correr, y acabé, y me tomaron las pulsaciones con 24 años y me metieron con los mejores de la Casa de Campo pues yo entonces estaba destinado en Madrid.

Y hasta hoy.

Y cuenta Don Antonio que en todos estos años nunca vio entrenar a un fondista como este verano a  Lamdassem, capaz de hacer tiradas de 40km “a cambios de ritmo simulando una carrera táctica” o de realizar 5 series de 5.000 a un ritmo brutal.

– Las empezábamos a 15,00 y fue impresionante como fue bajando el crono.

En ese sentido el discurso del entrenador resulta muy homogéneo, “porque es así”.

– Tiene que ser así.

– Sólo puedo contarle lo que he visto en un año que ha sido diferente al resto. Lamdassem es un atleta que siempre había tenido algún problema muscular. Competía mucho para ganar dinero, porque tiene una familia de tres hijos, y eso conllevaba un riesgo en la preparación. Pero desde que vino la pandemia todo esto se acabó y honestamente nos ha venido muy bien.

Así que ya estamos preparados para contarlo.

Queremos saber hasta donde puede llegar Ayad Lamdassem en el maratón de Tokio.

El pasado mes de diciembre ya batió el récord de España en Valencia: 2h06m35.

Nos parece que nos sobran los motivos para creer.

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Alfredo Varona