El aspirante al Tour que compite sin potenciómetro

Publicado por
Aleix Serra
Publicidad

El Tour de Francia 2020 entra en su última semana y lo hace con una de las clasificaciones generales más reñidas de lo últimos años.

Cierto es que Primoz Roglic (Jumbo Visma) y Tadej Pogacar (Team UAE) parecen estar un puntito por encima del resto. Su condición es prácticamente inmejorable y todo lo que no sea la primera victoria eslovena en Paris sería una sorpresa.

Apenas 40 segundos separan a ambos corredores y aunque el primero parte como claro favorito, no sería de extrañar que un mal día del ex saltador de esquí pusiera patas arriba la carrera.

Publicidad

Pero si la lucha por el maillot amarillo está apretada, la cosa está todavía más reñida en la pugna por el podio.

Rigoberto Urán (Education First) ocupa por el momento esa posición de privilegio, pero un regular Supermán López (Astana), un “sorprendente” Adam Yates (Mitchelton- Scott) , un renacido Richie Porte (Trek Segafredo) y un perseverante Mikel Landa (Bahrain Mclaren) acechan a menos de un minuto.

Precísamente, el carismático Rigoberto Urán es el único ciclista del Top 20 (y seguramente del Tour) que compite sin potenciómetro. 

Publicidad
Se puede apreciar como la bicicleta de Rigo no lleva potenciómetro. El colombiano monta los platos y bielas Hollowgram Spidering

Jonathan Vaughthers, manáger del equipo Education First reconocía ayer a través de un tweet que el colombiano está compitiendo sin medidor de potencia.

El propio Vaughters sacaba pecho e ironizaba con un:  “No power meter. No heart rate monitor. Nothin but bananas and and old skool “hurt rate monitor”

 

Publicidad

Algo así como ni potenciometro, ni medidor de frencuencia cardiaca. Solo plátanos y un medidor (imaginario) de sufrimiento / daño.

Las redes sociales y gran parte del publico no han tardado en mostrar su admiración hacia un siempre respetado Rigoberto Urán.

La noticia reabre completamente el eterno debate de los medidores de potencia. ¿Realmente privan al aficionado de un mayor espectáculo? ¿Hasta qué punto es bueno y atractivo el ciclismo de control?

Rigoberto Urán lo tiene claro. Ni vatios, ni pulsaciones. Sensaciones, capacidad de sufrimiento y a darlo todo hasta cruzar la meta. Al fin y al cabo en competición los vatios son más un factor psicológico que otra cosa.

De momento a Rigo no le está saliendo nada mal la cosa. Tercero y claro aspirante a su segundo podio en París.

 

 

Publicidad
Compartir
Publicado por
Aleix Serra