Regalar productos por participar en eventos deportivos es una estrategia de marketing habitual. Al ofrecer productos gratuitos, las empresas organizadoras (o sus patrocinadores) esperan aumentar el conocimiento de la marca y generar buena sintonía hacia los participantes.
En algunos casos, los productos que se regalan están relacionados con el deporte que se practica. En otros, los productos no están relacionados con el deporte, pero siguen siendo útiles para los participantes. Sea cual sea el obsequio, el objetivo es siempre el mismo: crear asociaciones positivas con esa marca o evento y animar a los participantes a seguir utilizando sus productos o servicios en el futuro, como forma eficaz de conectar con sus clientes y fidelizar.
Igual que los deportistas se entrenan duro para mejorar y pasan muchas horas para perfeccionar sus habilitades, a la hora de organizar los principales eventos deportivos es importante tener en cuenta qué regalos dar a los participantes.
El embajador silencioso
Como hemos dicho, los deportistas valoran mucho este tipo de regalos porque saben que va más allá de la publicidad. Crear y mantener una fuerte identidad es esencial para el éxito. Y aunque la publicidad desempeña un papel importante en la promoción, es sólo una pieza del rompecabezas donde hay muchos otros factores que contribuyen a esa identidad global.
Desde el diseño y la propia calidad de los servicios hasta los valores y la misión, todos los elementos deben considerarse cuidadosamente y deben funcionar de forma harmoniosa, para distinguirse realmente y gozar de una reputación sinónimo de calidad y éxito.
No obstante, a menudo vemos que no hay una idea ni un buen diseño detrás del obsequio, algo que lo convierta en material original y que le haga cumplir con su función básica de persuasión/motivación.
Camisetas: el regalo estrella que abarrota los armarios
Una camiseta con el nombre y el logotipo del evento es el obsequio protagonista de las competiciones deportivas. Las camisetas también son relativamente baratas de producir, lo que las convierte en una opción asequible para los organizadores. Además, son muy visibles, lo que las convierte en una eficaz herramienta de marketing para promocionar un evento. Dadas todas estas ventajas, no es de extrañar que sigan abarrotando los armarios de los participantes más activos aunque, a menudo, se agradecería más originalidad.
Existen muchas otras opciones, y la elección correcta dependerá de la ocasión y de los intereses de los destinatarios. ¿Algo que sea práctico o personal?;¿Un poster?;¿una mochila?;¿una gorra? ¿Una braga de cuello? ¿Una taza?; ¿Botellas personalizadas? En última instancia, el mejor regalo es el que sale del corazón y demuestra que pensamos en el destinatario.
