Dieta mima ayuno, la dieta que imita al ayuno: qué es y cómo puedes hacerla

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LBDC
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Se ha escrito mucho en torno a la idoneidad del ayuno como opción saludable: por un lado, los/as especialistas que promueven el ayuno terapéutico consideran necesario ampliar el estado de eliminación a modo de “reset”, para que el cuerpo elimine toxinas; por el otro, muchos/as nutricionistas convienen que los grandes periodos de ayuno desencadenan desequilibrio entre los niveles de glucosa y desciende la energía vital, incrementando el apetito y la tendencia a acumular grasa para compensar.

En el campo de la nutrición, no hay nada que pueda elevarse a definitivo. La ciencia cuestiona constantemente lo que antes parecían máximas, y las desmonta para el reaprendizaje. Lo que podemos desprender de todo ello es que cada acción y hábito que emprendamos debe estar plenamente adaptado a nuestras circunstancias, y que será un/a especialista quien mejor nos guíe.

Qué es la dieta mima ayuno

Para esclarecer los beneficios del ayuno en la pérdida de peso, entre otros objetivos, se desarrolló una investigación en el seno de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, que fue publicado en la revista Science Translational Medicine.

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Sus resultados, a falta de nuevas investigaciones que pudieran rebatirlos, avalaron que seguir una dieta de 1000 calorías durante cinco días al mes puede mejorar la tensión arterial y reducir los niveles de la hormona asociada al envejecimiento. Siempre y cuando, claro, esa dieta sea baja en azúcares y proteínas y alta en grasas insaturadas.

De sus ventajas se benefician especialmente, según la investigación, las personas con factores de riesgo cardiovascular. Además, los autores del estudio aseguran que puede ayudar a retrasar el envejecimiento.

La dieta que mima el ayuno

El gran exponente de esta fórmula es Valter Longo, que fuera director de la investigación de la que hablamos. El estudio sometió a seguimiento a 71 personas sanas que siguieron las tres etapas del régimen: cinco días al mes de imitación al ayuno durante tres meses consecutivos. Durante esos días, ingerían solo los preparados suministrados por los/as responsables del estudio: barritas energéticas, sobre para sopas y suplementos.

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Completados los tres meses, habían logrado perder una media de 2,5 kilos, sobre todo grasa, y también habían reducido la presión sanguínea y los niveles de IGF-1. Esta última es una hormona similar a la insulina que juega un papel destacado en el crecimiento de niños/as, y que en los/as adultos/as tiene efectos anabolizantes. Un régimen que, además, no provocó efectos secundarios graves, pero sí leves como la sensación de debilidad y el dolor de cabeza.

Lo de “mima ayuno” se ha quedado como eslogan en español derivada del “fasting-mimicking” (imitación del ayuno), y vende una fórmula comercial derivada de la propia investigación. Se llama ProLon, y es la empresa L-Nutra la que está detrás. Está presidida precisamente por Longo, el director de la investigación, aunque este aseguró en 2017 que se niega recibir beneficio económico alguno. Solo pretende hacer llegar las ventajas.

La dieta ha sido acogida desde una perspectiva crítica por una parte de la comunidad científica. Se necesitan más pruebas para asegurar que el régimen nos permitiría vivir más años, y que estos serán de calidad.

Se defiende también la necesidad de hacer recomendaciones más personalizadas, en lugar de vender un único régimen tipo. Si se trata de prevenir las enfermedades cardiovasculares, habrá personas a las que les resulte más efectiva una dieta equilibrada, que puede influir de forma determinante en su estado de ánimo y en el placer que experimenta ante la variedad.

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¿Quién puede y no puede hacerla?

Técnicamente, la que propone mima ayuno es una dieta hipocalórica que, por lo tanto, está desaconsejada en los siguientes casos:

  • Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
  • Personas que tienen alguna restricción en su dieta por algún motivo.
  • Quienes tienen una infección activa que se manifiesta en signos como la fiebre, la tos o la diarrea, o corren el riesgo de infección repetitiva.
  • Personas que están por debajo de su normopeso o tienen deficiencia de proteínas. Por ejemplo, una persona con entre 164 y 170 cm de alto que pese menos de 52 kilos no debería seguir esta dieta.

Quienes quieran hacer la dieta optando por ProLon, tendrán que desistir si tienen alergia a las nueces, la soja, el apio, la avena o el sésamo, ya que estos son ingredientes contenidos en el paquete.

Al margen de esto, se entiende que cualquier persona que goce de buena salud y no tenga ninguna contraindicación puede hacerla. Recordemos que la investigación que dio lugar al plan se hizo en personas sanas, y que siempre se aconseja consultar a un profesional. Más aún si tienes alguna enfermedad diagnosticada, eres menor de 18 años o mayor de 70.

Si finalmente tú médico/a te indica que puedes empezar la dieta, debes evitar ciertas situaciones durante los cinco días mensuales que dura el programa:

  • Ejercicio intenso que te haga consumir muchas calorías.
  • Temperaturas extremas como las propias de jacuzzis y saunas, además de largas exposiciones al sol cuando hace calor.

Habría que interrumpir el tratamiento ante cualquier reacción alérgica, y optar por alguna bebida azucarada o comida sólida en caso de mareos o desmayo.

En qué consiste la dieta mimo ayuno

Los resultados de la investigación validaron la fórmula de los cincos días consecutivos al mes consumiendo alimentos ricos en grasas insaturadas, y bajos en azúcares y proteínas. Como decíamos, esos alimentos son barritas energéticas, preparados para sopas y otros suplementos nutricionales. El régimen se debe mantener tres meses consecutivos, y en esos cinco días mensuales estarás consumiendo entre 750 y 1100 calorías.

Esa es precisamente la fórmula que sigue ProLan, que se basa en las investigaciones mencionadas. La dieta se sigue durante cinco días consecutivos en el mismo mes, y luego se proporcionan los ingredientes para un día de transición antes de reanudar la dieta normal.

En la versión oficial, la de ProLan, los alimentos que se proporcionan cubren desayuno, almuerzo, meriendas y snacks. Las cajas están configuradas para que no sobre nada, de forma que si se omite alguna comida se puede recuperar en el mismo día, pero no se debe dejar nada de un día para otro.

Desde la web oficial lo llaman “viaje de cinco días para restablecer tu cuerpo”, y el ciclo que tu organismo completa es el siguiente:

  • Día 1: estado de ayuno. El cuerpo pasa a ese estado de eliminación en el que quema grasas y limpia las células.
  • Día 2: cetosis. Es un estado metabólico que surge de la falta de carbohidratos, y que provoca el catabolismo de las grasas para obtener la energía. “Catabolismo” quiere decir degradación de nutrientes, aplicado en este caso a las grasas, y no se da en todas las personas que hacen la imitación al ayuno.
  • Día 3: renovación. Se considera que ese “reseteo” está completo, y que el cuerpo ya está listo para volver a alimentarse con normalidad.
  • Día 4: quema de grasa. El organismo quema la grasa y comienza de manera efectiva la limpieza celular.
  • Día 5: rejuvenecimiento celular. La limpieza y renovación celular continúa, lo que llevó al estudio de la Universidad del Sur de California a afirmar que el régimen retrasa el envejecimiento.

Por el momento, es L-Nutra Italia la que vende la fórmula adaptada a la investigación, cuyos resultados ya hemos repasado. Tendríamos que ser expertos/a y estudiar mucho la materia para darte alternativas a ProLon, y para eso se necesitaría mucho tiempo y conocimiento.

El kit con cinco cajas, una para cada día, cuesta unos 200 euros, y puedes elegir entre la versión original o la de variedad de sopas. Considerando que se recomienda seguir el régimen por tres meses y que aplican descuentos, hablamos de unos 570 euros.

Pese a que el director de la investigación afirme que rechaza beneficios, todo apunta a que el estudio dio lugar a un negocio bastante lucrativo, aunque cada cual debe sacar sus conclusiones. No solo se patentó ProLon, sino todo el concepto de Fasting Mimicking Diet. Pero claro, si funciona y te lo puedes permitir, ¿por qué no?

Consejos finales

El consejo en el que más insistimos es en el de contactar con un/a profesional de salud antes de hacer dietas de este tipo. De hecho, la dieta mima ayuno se vende a través de proveedores especializados que deberían proporcionarte toda la información, y estar avalados por las instituciones sanitarias.

El ensayo clínico, pese a estar abierto a nuevas investigaciones, demostró los beneficios de la dieta que imita al ayuno durante tres meses consecutivos. En un año no deberías hacer más que los ciclos que se han estudiado.

Por otra parte, recuerda que aunque la dieta fue bien tolerada por la mayoría de personas que se sometieron al estudio, hubo quien manifestó fatiga, dolor de cabeza y dificultad para concentrarse. Son efectos secundarios leves, pero que debes tener en cuenta para afrontar tu día a día.

La dieta mima ayuno, que imita al ayuno, se presenta como régimen novedoso para bajar de peso y retrasar el envejecimiento. Las voces críticas advierten sobre la necesidad de desarrollar más al respecto, pero por el momento hay un estudio que avala sus beneficios y una empresa que explota la fórmula.

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