Después de explicar las claves físicas y psíquicas para afrontar el debut en el deporte del triple esfuerzo, uno de los primeros pasos será fijar cuál será el triatlón elegido para debutar. El calendario ofrece múltiples posibilidades, pero conviene tener varios elementos en cuenta.
“No es la bala la que te hace daño, sino la velocidad”. Es decir: no por ser más largo, será más duro o se disfrutará más de un triatlón. Conviene desterrar este mito, sobre todo si hablamos de un principiante en el triple esfuerzo. El triatlón es un deporte que tiene un gran componente técnico que requiere de un proceso gradual para su dominio. Empezar por distancias más cortas suele ser más satisfactorio y ayuda a percibir la prueba como un todo y no como una suma de partes.
La distancia sprint es las más socorrida para debutar, pero la distancia supersprint, que es la mitad (400m de natación, 10km de bicicleta, 2,5km de carrera a pie) puede ser en muchos casos todavía más indicada para probarse por primera vez en el triple esfuerzo.
Si uno es un deportista experimentado, y tiene también base en la natación especialmente y/o en la bicicleta, se pueden asumir retos de mayor distancia. Sin embargo, estas distancias no forzosamente serán más satisfactorias, y además entrañan otras dificultades que no resultan tan aconsejables para saborear el triatlón por primera vez.
Existen muchas pruebas y calendarios. Si no tienes en mente una prueba específica, una buena recomendación puede ser comenzar por ver en la web de la federación de tu comunidad autónoma el calendario de pruebas.
Aunque pocos deportes estén más ligados al material de última generación que el triatlón, la realidad es que se puede debutar sin hacer una gran inversión. Que algún amigo nos deje su neopreno, o su mono de competir, es algo que uno recordará de su primer triatlón con más cariño que haberse gastado un montón de dinero en algo nuevo. Como probablemente el triatlón nos enganche, ya habrá tiempo de saber mejor qué material se quiere o necesita realmente.
En cuanto a la bici, lo más importante es que sea segura. Es decir: que frene bien; que las cubiertas estén en buen estado (tanto para agarrar bien, como para evitar pinchazos); que la cadena esté bien lubricada y el cambio bien ajustado; que las ruedas estén bien hinchadas; que la distancia del sillín esté bien ajustada para pedalear con comodidad y eficiencia; y que todo tornillo o cierre esté bien apretado. Todos estos elementos tendrán una mayor influencia que el peso o la calidad del cuadro o la aerodinámica de las ruedas.
Es frecuente observar en boxes la paradoja de gente con bicicletas muy caras pero que ¡llevan las ruedas sin hinchar correctamente! Obviamente, el material marca la diferencia en el segmento ciclista, no obstante, lo más importante en primer lugar es dominar la bicicleta, por ejemplo, saber trazar las curvas o ir a rueda. Eso marcará una mayor diferencia al principio. El paso siguiente es ir mejorando el material.
De forma específica, puede resultar útil para ganar un poco de tiempo en la transición dejando las zapatillas de bici enganchadas a los pedales y atadas al cuadro con gomas elásticas, aunque para una primera vez esto tampoco es un detalle trascendental. Por otra parte, aunque existen zapatillas de bici específicas para triatlón, que se distinguen fundamentalmente porque son más fáciles de calzar, tampoco es lo más importante para un debut.
En cuanto a las zapatillas de correr, se usen o no para hacer la bici, se recomienda colocar unos cordones de goma elástica para calzárselas con mayor facilidad. Echar unos polvos de talco también puede ser una buena idea, tanto para calzarlas como para para evitar rozaduras si se decide correr sin calcetines, lo cual es práctica habitual en triatlón.
En la siguiente lista se detalla todo lo necesario para tu primer triatlón de distancia sprint o supersprint.
Si se ha preparado bien la prueba, el día-D debe ser para disfrutar. Conviene realizar un calentamiento corto en cada una de las disciplinas. Se puede empezar por la bici según uno se acerca a boxes. Es mejor ir tiempo para no tener agobios innecesarios. De ahí se puede hacer un breve trote 6-8 minutos y finalizar con unas rectas en progresión, para volver a boxes, dejar todo listo y dirigirse a la natación. Es útil repasar la visualización si se ha practicado en los días anteriores a la prueba como refuerzo mental para salir con confianza y concentración. A partir de aquí… ¡a disfrutar de un día para recordar!