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Bustos, plata en 1500, agranda el medallero Europeo

AFP FABRICE COFFRINI
  • Undécima medalla española de la historia en 1500
  • España, séptima del medallero con 2 oros, 2 platas y 1 bronce

En la construcción del estadio olímpico de Ámsterdam se incluyó un pebetero, una especie de antorcha gigante que iluminaría los Juegos Olímpicos de 1928 de principio a fin. Desde entonces todos los estadios, durante los Juegos, conservan esa costumbre, y en su memoria, el león Adam, mascota de la XXIII edición del Campeonato de Europa de atletismo, recorta su melena con la silueta de aquella primera llama. Un león frío y sin miedo a nadie, que en las finales de cada disciplina deportiva recibe a los atletas, rompiendo alegremente la frialdad de la pista holandesa con su garra de peluche o con un tierno abrazo felino.

Con frialdad y sin temor compitió David Bustos. Con una estrategia premeditada, “avisé a mi entrenador”, como buen pupilo, y corrió desde atrás para ir de menos a más hasta remontar en la recta final, donde a 200 metros de la meta los corredores iban en un pañuelo. Plantó cara a dos noruegos, dos franceses, dos británicos y dos belgas, que por afinidad hacían de su pareja un aliado frente a la soledad de un checo, un italiano, un holandés y el español.

Se despegó del grupo de cabeza el noruego Filip Ingebrigtsen, pero David seguía con su planificación. Guardó fuerzas entre el kilómetro y los 1200, a sabiendas de que la remontada iba a ser la mejor opción de medalla. Encerrado en el último paso por curva mantuvo el tipo, se abrió, pugnó por la posición con el otro Ingebrigtsen, también noruego y campeón de Zúrich 2014, que no le pudo ganar la partida al balear en un apretado final donde el grupo de cabeza había quedado reducido a una jauría sin recompensa. Y parando el crono en un 3:46:90, carrera lenta y apretada, conseguía la undécima medalla de la historia del 1500 español, quinta en el Europeo de Ámsterdam. Lo que sitúa a España, a falta de la última jornada, séptima del medallero con 2 oros (Beitia y Hortelano), 2 platas (Bustos y Sergio Fernández) y 1 bronce (Toni Abadía).

“No me gustaron las sensaciones de las semifinales, en las que había corrido respondiendo a todos los ataques” declaró tras finalizar. Bustos tenía claro casi todo, menos el color de la medalla, y trato de mantener el ritmo de salida, como de costumbre, con momentos de liderazgo, para medir el ritmo y tomar el pulso de la carrera. Algo puntual que le dio confianza, dejándose adelantar, tirando cuando veía espacios, pero dosificando para el sprint final. Una apuesta grande y valiente, que recompensa los cambios de la temporada (entrenador, técnica, objetivos): “he cambiado de entrenador, buscaba cambios técnicos como levantar un poco la cadera, algo la zancada, coger fuerza más específica, trabajar mejor con el gimnasio. En invierno me costó y cogí bastante masa muscular pero luego en verano he notado la mejora”. Una mejora que le ha convertido en subcampeón de Europa.

A lo largo de la historia española del 1500 en los europeos hay que remontarse a Atenas’82 para revivir la primera medalla de la distancia, cuando José Manuel Abascal lograba un bronce que supo a oro. Luego vendrían nueve más, pasando por Helsinki’94, con Fermín Cacho logrando el oro con su 3:35:27, aún imbatido, seguido de Isaac Viciosa (plata con 3:36:01) hasta la penúltima, conseguida por David Bustos en Helsinki 2012 (bronce) con un tiempo prácticamente igual al de hoy (3:46:45) que le ha dado la plata en Ámsterdam.

El resto de finales, sin medalla

En tres de esas finales, en las que Adam, el flamante felino que recibe a los finalistas, había representación española. Pablo Torrijos en triple salto terminaba octavo (16.34), Lois Maikel Martínez, duodécimo, no lograba lanzar el disco más allá de 59.27, lejos del lanzamiento de 66 metros con el que se clasificó para la final. Yidiel Contreras en 110 m vallas, donde no había representación española en una final desde que el barcelonés Carlos Sala obtuvo la medalla de bronce en Stuttgart’86 con una marca de 13.50, rememorada en la tercera jornada de Ámsterdam con la plata de Sergio Fernández en 400 m vallas.

Adam, el león, entrega una bandera a cada medallista tras la final. Y mientras David Bustos daba su vuelta de honor, la última de la jornada, se habían clasificado a lo largo de la jornada para la final de lanzamiento de peso Borja Vivas y Carlos Tobalinas. En salto de altura masculino Miguel Ángel Sancho, rompía otra prolongada ausencia de 26 años en una final, desde que Arturo Ortiz hiciera octavo en Split’90. Mañana, con Adam siempre igual de frío y repeinado, los españoles trataran de igualar el medallero del campeonato de Zúrich 2014, del que se encuentran a una sola presea. De momento las peores previsiones de la Federación Española de Atletismo ya se han cumplido.

@FerminCBIoI


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