En el ‘Breaking 2’ que había montado Hoka, el ultracorredor Jim Walmsley se quedó a las puertas de un épico Récord del Mundo de los 100 kilómetros en Phoenix, Arizona. El norteamericano, que llegó a manejar ventajas de más de dos minutos a falta de 20 kilómetros, llegó muy justo al tramo final y apretó los dientes como nunca pero no pudo pasar a los anales de la historia. 17 eran los atletas que estaban en la línea de salida.
El nipón Nao Kazami era el actual poseedor del Récord del Mundo con una marca de seis horas, nueve minutos y 14 segundos. Tenía queir a un ritmo de 3:42/km. Visto desde otra perspectiva, había que completar el 5k en 18:28 y multiplicar eso por 20. Completó el estadounidense los primeros 20 kilómetros en 74:00, a un ritmo de 3:42/km. A los 30 estaba 16 segundos por debajo de los tiempos de plusmarca mundial.
Demasiado justo al final
Mantenía un buen ritmo Walmsley, que cruzaba el ecuador (50 kilómetros) con unos 30 segundos de margen. Una renta que fue ampliando y que llegó a los dos minutos cuando llevaba unos 65 kilómetros. Pintaba la cosa muy muy bien porque se podía permitir ‘suavizar’ incluso la marcha el ultracorredor. A todo esto el norteamericano se golpeaba el hombro con una puerta más o menos a mitad de carrera y se hacía una brecha en el hombro. Con un hilo de sangre acabaría toda la prueba. A falta de 20 kilómetros solo la ventaja era de 1’47” respecto al tiempo de Kazami.
A partir de ese momento pegaba un bajón bastante importante un Walmsley que se plantaba a los últimos cinco kilómetros con solo 27 segundos de ventaja. Tenía que apretar los dientes de verdad. Pero se quedó a nada. 11 segundos. Muy cruel después de todo el sufrimiento.
