Ryan Crouser ha vuelto a demostrar por qué es para muchos el mejor lanzador de peso de siempre. En los ‘trials’ olímpicos estadounidenses el de Oregon (que compite en casa, por cierto, puesto que la competición se desarrollo en la flamante pista de atletismo de Eugene que acogerá los Mundiales en 2022) rompió uno de los récords mundiales más antiguos en atletismo. Envió la bola hasta los 23,37m. Ni más ni menos que de 1990 era la anterior plusmarca de Randy Barnes, que en aquella ocasión se fue hasta los 23,12 metros.
Segundo Récord del Mundo en cinco meses
Cabe recordar que Crouser ya batió en enero el Récord del Mundo en pista cubierta de Barnes (era de 22,66 y se fue hasta los 22,82). A los 28 años, el de Portland continúa haciendo historia y, tras tres primeros lanzamientos más cortos (22,61, 22,55 y 22,73) finalmente logró un hachazo impresionante que casi superó los límites de la zona de caída (como mostramos en el tuit adjunto de @gabyandersen).
Joe Kovacs, campeón del mundo 2019, fue segundo con 22,34 metros y acompañará a Crouser en los Juegos de Tokio. “Las veces que me quedé corto era que me estaba poniendo un poco apretado y tratando de forzarlo. Me mantuve suelto, me mantuve relajado y ejecuté mi plan de acción que tenía al entrar a la competición, y esa fue la clave para mí finalmente alcanzar el objetivo”, explicó Crouser tras el récord.
Crouser quedándose casi sin zona de caída. pic.twitter.com/obRXv9Itzz
— Óscar Fdez. (@gabyandersengz) June 19, 2021
Crouser quedándose casi sin zona de caída. pic.twitter.com/obRXv9Itzz
— Óscar Fdez. (@gabyandersengz) June 19, 2021
