¿Quién dijo que las misiones imposibles eran solo para los héroes de Marvel?. ¿Has soñado alguna vez con un mundo en el que los más pequeños pidan brócoli en vez de patatas fritas?
Sí, podemos lograr lo imposible y ya no tendremos que escuchar a nuestros hijos en el super pidiendo un paquete de galletas o chocolate. ¿Quién necesita un dentista cuando puedes tener hijos felices y saludables comiendo zanahorias y manzanas en lugar de golosinas?
Lo cierto es que los padres tenemos un papel vital a la hora de ayudar a los más pequeños a establecer el hábito diario de consumir frutas y verduras. Las investigaciones demuestran que establecer temprano este hábito tiene beneficios directos para la salud a corto, medio y largo plazo, como un mejor desarrollo cognitivo, huesos más fuertes y un menor riesgo de obesidad, entre otras cosas.
Este artículo explorará estrategias y consejos prácticos para ayudar a los niños a crear el hábito diario de comer frutas y verduras.
¿Por qué es importante comer fruta y verdura?
La fruta y la verdura contienen nutrientes esenciales necesarios para el correcto desarrollo físico y mental de los niños.
Las vitaminas A, B6, C, D, E, el folato y la fibra son sólo algunas de las vitaminas y minerales que se encuentran de forma natural en estos grupos de alimentos y que son necesarios para una buena salud.
Las frutas también contienen antioxidantes como los flavonoides, que ayudan a combatir los agentes causantes de enfermedades, como los radicales libres del organismo. Por otro lado, el consumo regular de fruta y verdura puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes de tipo 2, las cardiopatías y ciertos tipos de cáncer a medida que los niños se hacen mayores.
Consejos para ayudar a los niños pequeños a establecer el hábito diario de comer fruta y verdura
1) Haz que la fruta y la verdura sean atractivas: Hacer que estos alimentos sean agradables a la vista puede ser una forma eficaz de animar a los niños a comer más. Los padres pueden hacer presentaciones atractivas colocando frutas cortadas en formas coloridas, como hacer una “pizza de frutas” o cortando verduras en forma de caras graciosas.
2) Predica con el ejemplo:es la herramienta más poderosa que tienen los padres cuando se trata de conseguir que sus hijos coman bien. Los padres deben recordar siempre que si ellos mismos no disfrutan de las opciones de fruta o verdura, lo más probable es que sus hijos tampoco lo hagan. Modelar hábitos alimentarios saludables es una forma de animar a los niños a seguir el ejemplo con sus propias dietas.
3) Introduce variedad: debemos asegurarnos de ofrecer distintos tipos de fruta y verduras a la hora de comer.
4) Incluye frutas y verduras en el desayuno y merienda: es importante incluir productos frescos, como rodajas de manzana o palitos de zanahoria. Esto ayuda a que los niños no tengan antojo de tentempiés azucarados durante todo el día. Se pueden ofrecer como snacks entre comidas.
5) Promueve el Refuerzo Positivo: Es importante que los padres no obliguen a sus hijos a comer alimentos sanos, sino que promuevan el refuerzo positivo reforzando positivamente los buenos comportamientos en torno a la elección de alimentos más sanos, como comer fruta y verdura con más regularidad,
7) Haz que comer sea divertido y agradable: La mejor forma de crear hábitos saludables para toda la vida es a través de actividades divertidas: organiza búsquedas del tesoro por toda la casa que impliquen encontrar distintos tipos de verduras, monta una carrera de obstáculos utilizando fruta como obstáculos o un juego de adivinanzas con los alimentos que ayude a identificar diferentes frutas y verduras.
8. Inclúyelos en la preparación de la comida: Involucra a los niños en la elección y preparación de frutas y verduras para las comidas y cenas.
Tenemos un enorme poder a la hora de enseñar a los niños pequeños lo importante que es consumir mucha fruta y verdura cada día. Dar pequeños pasos cada día para introducir opciones más sanas en la dieta de tu familia puede producir resultados positivos a largo plazo a la hora de desarrollar hábitos de nutrición sólidos para toda la vida.
Poner en práctica estrategias sencillas como hacer que los productos parezcan atractivos, modelar el buen comportamiento en torno a las frutas y verduras, introducir variedad, incorporar tentempiés de fruta y verdura a lo largo del día, promover el refuerzo positivo, predicar con el ejemplo y hacer que comer sea divertido y agradable puede ayudar a crear un hábito duradero en los niños para que consuman más alimentos vegetales a diario.
