Hemos hablado en profundidad sobre el suelo pélvico, describiendo el conjunto de músculos y ligamentos situados en la parte inferior de la cavidad abdominal y cuyo objetivo principal es la sujeción de vejiga, uretra, útero, vagina y recto para que permanezcan dentro de la pelvis. También vimos cómo tonificarlo y qué puede ocurrir si tiene un mal estado de forma.
En este otro artículo no cambiamos de zona pero vamos un paso más allá. Nos adentramos en la cintura pelviana o pélvica en su conjunto, compuesta por una estructura ósea y por una serie de músculos y ligamentos que le aportan estabilidad y funcionalidad.
Veremos los beneficios de su entrenamiento y unos ejercicios para llevarlo a cabo.
Cintura pélvica: definición
Partiendo de la estructura ósea, la pelvis (hueso coxal, sacro y cóccix), por cintura pelviana o pélvica se hace referencia morfofisiológica a la parte de la pelvis que participa en la articulación del miembro inferior (los coxales), es decir, el punto de unión entre las extremidades inferiores y la columna vertebral que transmite el peso de la parte superior del cuerpo a esas extremidades.
La cavidad que forma la cintura pélvica sirve de alojamiento para las vísceras que existen a ese nivel como son la vejiga, ambos intestinos y, en el caso de la mujer, los órganos reproductores.
En la cintura pélvica se localizan muchos músculos muy conocidos por todos nosotros: el recto anterior del abdomen, oblicuos, aductor, el psoas e ilíaco, glúteos e isquiotibiales. A su vez existe una importante estructura de ligamentos que favorecen los diferentes movimientos de extensión, flexión, rotación, interna y externa, abducción y extensión: el ligamento iliofemoral, isquiofemoral y pubofemoral.
Entrenamiento de cintura pélvica
Con toda esta compleja estructura musculoesquelética en acción es fácil deducir la importancia de su estabilización y movilidad ya que es la zona que da control corporal, postural y equilibrio en cualquier tipo de tarea. Este conjunto muscular debe ser estable, evitando así los trabajos compensatorios innecesarios en casos de inestabilidad.
De hecho, a menudo, el entrenamiento de esta parte del cuerpo se extiende a toda la región lumbo-pélvica, el CORE o “núcleo central”, como el eje de nuestra cadena cinética funcional, para permitir una producción óptima de transferencia y control de la fuerza y movimiento.
Al respecto, existe infinidad de literatura científica que avala su efectividad sobre la prevención de lesiones y aumento del rendimiento deportivo. También ha demostrado la eficacia en personas con dolor lumbar, mejorando la funcionalidad, aumentando la estabilidad y reduciendo el dolor.
En este vídeo encontrarás una rutina de 12 ejercicios ideales de movilización de la cintura pélvica:
