Continúa engrasando la maquinaria después de regresar a la competición hace un par de semanas con el ‘Challenge 2000’, prueba celebrada en Valencia junto a sus compañeros y amigos Carlos Mayo y Toni Abadía y que significó el pistoletazo de salida a la ‘nueva normalidad’ del atletismo después de varios meses de parón absoluto por culpa del coronavirus.
Chiki vivió un año 2019 para el recuerdo en el que bajó por primera vez de los 28 minutos en el 10k de Valencia (tercer español en hacerlo en toda la historia) y bajó también de los 61′ en media maratón (60:58 también en Valencia). También fue el año en el que debutó en el maratón. Sin duda, una transición dificilísima en la que quizás no llegó a la marca que hubiera deseado (2:11:50 en Valencia) pero que sirvió como punto de partida.
Problemas con las zapatillas
Tanto en su estreno en Valencia como en su segundo intento de hacer la mínima en Sevilla en febrero tuvo sendos problemas con las zapatillas, las Nike VaporFly Next, con las que no terminó de sentirse a gusto rodando tantos kilómetros. Charlamos de ese problema y de más cosas con el atleta de Ciudad Real.
Objetivos para lo que resta de año
“Tengo el punto de mira puesto en el ciclo de maratones de otoño. También creo que el 10k de Laredo se va a celebrar en octubre. Mi idea es correr fuerte ahí, siempre pensando en el Maratón de Valencia. También estaba el Mundial de Medio Maratón que a día de hoy creo que se celebra, pero no sabemos qué pasará realmente. En el Campeonato de España de septiembre no se va a disputar el 10.000, sino el 5.000, también entraría dentro de mis planes. Es compatible y correr, correré. Repito, pensando en el maratón, pero por lo menos estar allí. En Laredo al ser un 10k de asfalto me cuadra en la preparación del maratón y tengo ganas de correr rápido allí”.
Un juanete que no se adapta a las VaporFly
“Tengo el pie derecho con mucho juanete, entonces la verdad que tuve problemas. Es verdad que hacía tiradas con esas zapatillas, pero entrenando si en el kilómetro 13 me molestaba me paraba y me la ponía bien. ¿Qué pasó? Que en una maratón no puedes parar a colocártela y acababa con molestias, incómodo y mal. Me pasó en Valencia y luego en Sevilla. No quiero seguir dando bombo a esto porque la gente se lo toma como una excusa. Sufro mucho de un pie porque tengo un juanete muy grande y luego tengo que ir con mucho cuidado. Espero para el siguiente maratón que, aunque sé que la Next es la mejor zapatilla que hay porque te protege la musculatura, si no me sienta bien, ponérmela. Tendré que ponerme una con la que me sienta cómodo”.
“Creo que la Nike Pegasus Turbo por ejemplo está hecha para mí, voy comodísimo desde que la saco de la caja hasta que la jubilo. He hablado con Pepe y está todo un poco por decidir. Ahora han salido las AlphaFly y a lo mejor me sientan bien. No es un problema de que la zapatilla sea mala, sino que por mi pie no me sienta bien. Corro mucho de punta, acabo dando con los dedos delante y me va dando como golpes. Al final una maratón no es como un 10k. También sería una opción ir a un podólogo o cortar un poco el tejido para que el pie vaya más cómodo. Me gustaría hacer una marca y decir: “Esta es la marca que he hecho y eso es lo que valgo”. No quiero llegar a la meta renqueando y mal como me ha pasado”.
Puerta abierta al maratón olímpico
Sobre el maratón en los Juegos, Chiki comenta que “cuando me retiré en Sevilla se fueron todas las posibilidades de estar en el maratón olímpico, pero ahora hay una nueva oportunidad. Es verdad que no me olvido de la pista, tanto en el 10 como en el 5 por sistema de puntos puedo entrar, pero quiero intentar aprovechar la oportunidad de Valencia. Si sale bien, perfecto, si sale mal, no corro otra maratón”.
