El fatídico atentado terrorista durante el maratón de Boston en el año 2013 causó tres muertes y 282 heridos entre los que se encontraba la tejana Rebecca DiMartino. Tras 17 operaciones, complicaciones y año y medio de dolor continuado, los médicos propusieron amputar su pierna izquierda a lo que ella accedió con una buena dosis de humor. Escribió una carta y la publicó en Facebook que acabaría dando la vuelta al mundo.
Ayer fue el primer día del juicio al acusado, Dzhokhar Tsarnaev, donde Rebecca relató los terribles acontecimientos que vivió el 15 de abril de 2013. Después de testificar, publicó el siguiente mensaje en su página de Facebook dirigiéndose al autor confeso de los atentados que se enfrenta a 30 cargos federales, 17 de ellos podrían ser castigados con la pena capital.
“Estimado Dzhokhar Tsarnaev,
Mi nombre es Rebeca Gregory. En realidad no nos conocemos y nunca lo haremos. Pero en los últimos dos años, he visto tu rostro, no sólo en las fotos, en casi cada una de mis pesadillas. Momentos antes de la primera explosión, tu estúpida mochila incluso rozó mi brazo, pero dudo que lo recuerde porque no soy nadie para usted. Una completa desconocida. (…) Aunque sin duda ha sido mi fuente de temor desde el 15 de abril de 2013. Después de todo, es uno de los responsables de casi llevarse a mi hijo, y de la imagen permanentemente incrustada en mi cerebro de ver morir a alguien. Hasta ahora, he tenido miedo de ti y temerosa de todo lo que la gente podría ser capaz de hacer.
Pero hoy, todo eso cambió. (…) Esta tarde entré en la sala de audiencias y ocupé mi lugar en el estrado de los testigos, a pocos metros de donde estaban sentados. (Yo estaba caminando. ¿Recibió eso?) He explicado todos los detalles horribles, de cómo ha cambiado mi vida (…) ¿sabes qué más pasó? HOY … te miré a la cara … y me di cuenta que no tendría miedo nunca más. (…).
Es un cobarde. Un niño pequeño que ni siquiera me mira a los ojos para ver eso. Porque no puedes manejar el hecho de que lo que trataste de destruir, sólo se hizo más fuerte.(..)
Así que sí…tomaste una parte de mí. Felicidades, ahora tienes una ventaja … literalmente. Pero en muchos sentidos, me salvaste la vida.Porque ahora, estoy mucho más agradecida por cada nuevo día. Y ahora, tengo la oportunidad de abrazar a mi hijo con más fuerza que antes (…).
Así que ahora … mientras usted está sentado en régimen de aislamiento, (a la espera del veredicto), voy a disfrutar de todo lo que este hermoso mundo tiene para ofrecer. Y adivinen qué más? Voy a hacerlo sin miedo … .de USTED. Porque ahora no es nadie, y es oficial que ha perdido.(…)”
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