Inicio Entrenamientos Bendito sea el caos

Bendito sea el caos

He llegado al ecuador de mi plan de entrenamiento para el Rock n Roll Madrid Marathon y ya comienzan a atisbarse los desórdenes habituales en los planes de maratón de los corredores amateurs. Ninguno somos profesionales de esto, meter cinco días de entreno con familia, trabajo y otras obligaciones no siempre es fácil. ¿Qué te voy a contar a ti?

Cuando comenzamos un nuevo plan leemos los días de entrenamiento que estarán por llegar, nos ilusionamos pensando que en unas semanas seremos capaces de hacer esas burradas que pone el papel. Y luego vamos a la letra pequeña. Esta letra pequeña nos da unas pautas generales que van más allá del entrenamiento específico. Nos dice cosas como “no se deben juntar dos días duros seguidos”, “las pesas son fundamentales”, “no olvides hacer una tabla de estiramientos después de cada entrenamiento”, etc. Todo muy adecuado para el profesional, pero al amateur con tiempo limitado todo esto le suena a ciencia-ficción. Si hay que meterse una tirada de 32 kilómetros se hace, pero ¿una tabla de diez minutos de estiramientos después de entrenar?, eso no, para eso no tenemos tiempo.

Ya lo decía Dean Karnazes, “la diferencia entre un jogger y un runner es que el jogger aún mantiene el control de su vida”. Si hago caso al amigo Karnazes, entonces debo ser runner y de los buenos, porque esto se me está escapando de las manos. Esta semana he tenido que meter cinco días seguidos de entrenamiento porque no me ha quedado otra opción. No es lo más recomendable, especialmente cuando en los cinco días han caído dos tiradas largas nocturnas y dos días de calidad. Cuando son las 11 de la noche y estás acabando tu tirada larga en una calle oscura y desierta llegas a pensar cualquier cosa sobre lo que haces. Pero los pensamientos que te abordan cuando te has quedado en el sillón son mucho peores.

Los corredores somos en general de naturaleza obsesiva, especialmente cuando preparamos maratón. Podemos hacer toda clase de burradas que van contra el ABC de la fisiología humana, podemos encadenar días de entrenamiento seguidos que nos llevan a ninguna parte porque no damos tiempo a que el cuerpo descanse. Pero nunca nos saltamos un entrenamiento. Seguramente, desde un punto de vista de progreso, hubiera sido mejor saltarme un día de entrenamiento y meter más descanso. Lo sé. Pero entonces no hubiera hecho lo que manda el plan y eso es sagrado. Los runners somos así de obsesivos.

La combinación de corredor amateur y plan de maratón lleva indefectiblemente al caos en algún momento. Hay un día en que notas que se te va de las manos, cuando empiezas a juntar días duros de entrenamiento, cuando empiezas a hacer tiradas largas a las nueve de la noche, cuando te metes sesiones de series al mediodía entre tu jornada laboral porque no puedes hacerlo a otra hora. Es ese el momento donde el Running deja de ser una afición y se convierte en obsesión. Como decía el querido alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, “Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad”. Y el Running es ante todo un deporte que nos da libertad.


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de LBDC

1 COMENTARIO

  1. Me he visto reflejada en lo que cuentas, yo he sido de esas que han juntado hasta 6 días sin descansos cuando me preparaba una media maratón, nunca me atreví con una entera!!!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí