Inicio Noticias & Blog Bekele, Londres, y su carrera contra el tiempo

Bekele, Londres, y su carrera contra el tiempo

Hace 36 años, el ex campeón Olímpico de los 3000 metros obstáculos en Melbourne 1956 Chris Brasher (junto con John Disley), se le ocurrió, inspirado en la celebración del Maratón de Nueva York, que su ciudad, Londres, era un lugar ideal para albergar una carrera de ese tipo, su idea cuajó en ese año 1981, y desde entonces, entre la tercera y la cuarta semana del mes de Abril y a orillas de río Támesis se disputa uno de los mejores Maratones de los que podemos disfrutar hoy en día.

Brasher es un tipo curioso y del que podríamos escribir muchas cosas, aunque sin duda una de sus anécdotas más conocidas es que en la celebración de las Olimpiadas de Melbourne 1956, esas en las que se colgó la medalla de Oro, Brasher fue descalificado por un juez por “obstaculizar” a un rival en el desarrollo de la prueba. Aunque en un primer momento se le desposeyó de su presea, al día siguiente, y tras una investigación, se decidió que el Oro era suyo con todas las de la ley.

Brasher, curiosamente, también fue una de las liebres de Roger Bannister, concretamente la primera de las libres, la que llevó el peso de la prueba durante las dos primeras vueltas, el día que Bannister se convirtió en el primer atleta que bajaba de los 4 minutos en la milla. Aunque Brasher podía ser fuente de un largo y entretenido texto, la atención del fin de semana se centra en el evento que, él ya fallecido ex atleta, dejó como herencia para sus vecinos y fieles devotos de la larga distancia.

Londres lleva ya varios años buscando ser el foco de atención del panorama atlético Mundial en el mes de abril. En los últimos años no ha dudado en tirar de “talonario” y lograr juntar en sus calles a los mejores especialistas que uno se puede imaginar sobre el asfalto.


Kenenisa lleva años queriendo pasar a la historia como el mejor corredor de larga distancia de todos los tiempos

En Londres han compartido salida en la misma edición: Kipchoge, Kimetto, Kipsang, Biwott o Mutai, y alguno aun tendrá en mente la edición en la que llegaron hasta el punto de incorporar como liebre al mismísimo Haile Gebrselassie. Londres buscó, a su manera, que su prueba se convirtiera en la mejor del mundo, y buscó con ahínco que en cada edición se rebajase el récord mundial de la prueba, a base, como hemos dicho más arriba, de juntar en el mismo corral a los mejores “Gallos”. Su estrategia nunca les funcionó, pero no van a desistir.

Este año el panorama del fondo mundial está alterado. Todos hablan de la barrera de las 2 horas, de productos que lo van a hacer posible, de recorridos estudiados y lugares estratégicamente elegidos. Correr y ganar parece que ya no vale. Por eso cuando la gran figura de la prueba Londinense, el Etíope Kenenisa Bekele, que allá por el mes de Enero amenazaba con lograr el récord mundial de la prueba en el Maratón de Dubái, ha confirmado que su objetivo en Londres será ganar e intentar acercarse el récord mundial, a muchos nos cuesta creerlo.

Cuesta creerlo porque Kenenisa lleva años queriendo pasar a la historia como el mejor corredor de larga distancia de todos los tiempos, y eso, obviamente, pasa por ser el mejor de todos los tiempos en los 42 kilómetros y 195 metros.

Bekele ha sido el gran dominador del campo a través y la pista, sin rivales, capaz de correr sobre tierra, barro o tartán a velocidades que algunos no podrían ni soportar poco más de 200 metros. En su poder siguen aún las plusmarcas mundiales de los 5.000 y 10.000 metros, pero con el paso de los años y el cuerpo castigado por las lesiones, Kenenisa se fue eclipsando. Su paso a la ruta lo puso de nuevo en el punto de mira del atletismo mundial y su estratosférica marca en Berlín el año pasado lo sitúa ya como el segundo mejor corredor de Maratón (por marca) de todos los tiempos.

Por primera vez en muchos años Londres reúne la receta mágica para cocinar un récord mundial 
2.03:03 en Berlin, la segunda mejor marca de todos los tiempos

Por todo eso, por su espíritu competitivo y las ganas desmesuradas de querer ser el mejor de todos los tiempos, cuesta creer que al genio nacido en Bekoji no se le pase por la cabeza la idea de batir el récord mundial este próximo domingo en Londres, pero…. ¿Es posible? Pues yo creo que sí. ¿Por que? Pues porque por primera vez en muchos años Londres reúne la receta mágica para cocinar un récord mundial, esa que tan bien sabe cocinar Berlín cada año y que tan bien le sale siempre.

Para que el récord mundial sea posible hace falta aunar tres ingredientes principales:

El primero, y más importante, el atleta. Londres lo tiene, Bekele es el elegido, el será la gran y única figura de la prueba Londinense. Con la baja por lesión a última hora de Biwott, a priori y por nivel de marcas el rival más duro para Bekele, este se queda como gran figura de cartel, y es que aunque Londres va a presentar hasta a 6 atletas con marcas personales por debajo de las 2h06, solo Bekele ha logrado bajar de 2h04. Esto nos hace pensar que si la prueba se corre a ritmos de vértigo Bekele sería el único capaz de soportar el paso de los kilómetros una vez transcurrida la mitad de la prueba.

Esto nos lleva al segundo ingrediente clave del récord: Las liebres. El papel de libre nos es nada fácil, y más en un circuito como el de Londres que en sus primeros compases tiene un perfil quizá demasiado favorable y que “invita” a correr rápido. Si las libres son capaces de llevar la carrera a un paso inferior al récord mundial sabiendo interpretar las dificultades del trazado, y logran llevar al Etíope hasta el kilómetro 30 a ritmo de récord mundial, este se puede encontrar en ese momento en una lucha única contra el tiempo, sin rivales en los que preocuparse y con los que jugarse la victoria, lo cual implica ser menos “reservado”.

El tercero, y no por menos menos importante: El incentivo. Londres lo tiene también, primero porque qué mayor incentivo puede existir que convertirse en el primer atleta de la historia en poseer al mismo tiempo los récords mundiales de 5000, 10.000 y Maratón? Para Bekele, que vive simplemente para ser el número uno esto ya es más que suficiente, aunque por si acaso, la dirección de carrera ha preparado unos jugosos bonus por si el reloj marca menos de 2h02:57 cuando el primer atleta cruce la línea de meta (55.000$ por ganar + 55.000$ por lograr el récord de la prueba+125.000$ por batir la plusmarca mundial, nada mal).

Con todos estos ingredientes que a nadie se le ocurra pensar que Londres no va a cocinar una gran carrera, una carrera de Bekele contra el crono, un recorrido de 42 kilómetros y 195 metros para convertirse en el mejor fondista de todos los tiempos.

@Kidzapatillas

(Domingo 23 de Abril a las 10:00h)


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