Inicio Noticias & Blog Adri Ben: El Príncipe de Viveiro se convirtió en Emir en Catar

Adri Ben: El Príncipe de Viveiro se convirtió en Emir en Catar

Adri Ben, en una imagen de este Mundial de Doha / RFEA
Adri Ben, en una imagen de este Mundial de Doha / RFEA

La irrupción de Adri Ben (irrupción para el deporte español en general porque para los que seguimos de forma más o menos frecuente el atletismo no es un nombre ni mucho menos que suponga una sorpresa o nos lleve al desconocimiento) en el Mundial de Doha es una auténtica bendición. Primero, porque solo tiene 21 añitos y un futuro por delante en el medio fondo espectacular. Segundo, porque lo que ha crecido y aprendido en Catar en una competición de este calibre le servirá muchísimo de ahora en adelante; tercero, porque solo un español hasta ahora había pisado la final de un 800.

21 añitos y las ideas muy claras

Bueno, en realidad hay muchos más motivos que podríamos esgrimir. El chico de Viveiro, que en sus inicios entrenaba en el paseo marítima de su localidad a falta de pista de atletismo, llegó como príncipe a Catar y se marcha como un Emir. Con los 21 recién cumplidos tiene las ideas muy claras. En una entrevista en la Radio del Corredor nos comentaba que “ver a mi familia me da tranquilidad, esos mimos que no tienes durante el resto del año, el apoyo cuando las cosas van mal. Un abrazo te calma mucho. Sobre todo en el pueblo tengo tranquilidad, estabilidad, los entrenos pasan a segundo plano. Tengo aquí a mi perro, a mi hermana, padres, felicidad. El atletismo queda relegado unos días”.

Ben logró el pase a semifinales con 1.46.12, segundo de su serie. Sin duda, el pase a la segunda ronda era ya un éxito para él. Pero lo mejor estaba por venir. En semifinales corrió como un veterano, como un atleta consagrado a nivel mundial, e hizo marca personal (1.44.97, único en lograr batir su mejor marca en todas las semis), logrando alcanzar la historia y convirtiéndose en el segundo español de siempre en correr una final de 800 tras Tomás de Teresa (Tokio ’91).

Una final de altísimo nivel

Y esta noche, en un escenario que a cualquiera le haría poner el vello de punta y tiritar de nervios y de presión, ha vuelto a demostrar que estas citas le encantan y que está hecho para luchar en estas lindes. Sexto del mundo y otro marcón para el saco (1.45.58). El oro fue para Brazier, récord de los campeonatos y de Estados Unidos con 1.42.34. Segundo fue el bosnio Tuka con 1.43.47 (marca de la temporada) y cerró el podio Rotich (1.43.82).

Desde estas líneas solo podemos agradecer a Ben por su forma de ser y de vivir el atletismo. “Nuestra generación está empujada por la pasión porque no hemos vivido en la época del dinero”, nos comentó en una entrevista hace unas semanas. ¡Viva el Emir de Viveiro!


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