Surrealista lo que ha ocurrido en un Medio Maratón celebrado en la ciudad china de Shenzhen el pasado 25 de noviembre. Más de 16.000 corredores participaron en la prueba, solo una de las más de 1.000 celebradas este 2018 en el país asiático. A priori, el transcurso de la carrera fue el habitual y gran parte de esos 16.000 atletas cruzaron la línea de meta, pero unos días después se destapó un escándalo casi diríamos sin precedentes. El portal de información chino ‘Xinhua’ informaba que 258 corredores habían sido descalificados por hacer trampas.
Desde atajos a dorsales falsificados a suplantaciones, resulta que la prueba fue un festival del engaño que ha dejado al mundo del atletismo bastante perplejo. A priori es solo un caso aislado, pero ya informamos de otro aquí en la Bolsa del Corredor hace unas semanas (un hombre corrió con el dorsal de una mujer y esta subió al podió como tercera clasificada).
La organización de Shenzhen pide disculpas
“Lamentamos profundamente las violaciones ocurridas durante el evento. Correr una maratón no es solamente hacer ejercicio, sino que es una metáfora de la vida y cada corredor es responsable de sus actos”, ha comentado una vez destapado el escándalo la organización. Vídeos extraídos de cámaras de tráfico han desenmascarado a varios corredores que cogieron atajos y recortaron en muchos tramos de carrera consiguiendo ganar hasta tres kilómetros. En otros casos, según ‘Xinhua’, las fotos de la prueba ‘cazaron’ a varios corredores con el mismo dorsal. Varios de los ‘atletas’ que infringieron el reglamento han sido castigados de por vida sin volver a participar en la prueba, mientras que otros no podrán participar en la siguiente edición.
Un escándalo que desde estas líneas esperamos tengamos que sacar a la luz lo mínimo, a poder ser nunca, entendiendo que participar en carreras populares o de cualquier índole no casa de ningún modo con estas prácticas patéticas y sin sentido.
