Sostenibilidad y emoción se dan cita en el circuito de F1 de Montmeló

Las grandes marcas muestran sus innovaciones en las competiciones. Desde siempre, los circuitos de Fórmula 1 han sido perfectos bancos de pruebas para implementar las últimas tecnologías, mantener vivo el espectáculo y, ahora también, para cuidar del medio ambiente. El Circuit de Barcelona-Catalunya es un ejemplo de ello. Considerado el más sostenible de toda la competición, es la combinación perfecta entre velocidad y sostenibilidad.

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En la actualidad nos enfrentamos al reto de luchar contra el cambio climático, y la industria del motor no queda fuera de este desafío. La sociedad reclama acciones y la sostenibilidad debe ser un compromiso. Así lo entendió el Circuit de Barcelona-Catalunya cuando en 2008, comenzó su andadura hacia la sostenibilidad, convirtiéndose en un modelo de compromiso con el medio ambiente y con la sociedad, pionero en el sector.

Un circuito pionero en sostenibilidad

Al compromiso, el circuito de Montmeló le ha sumado conciencia y coherencia con el objetivo de ser motor de cambio. Tres conceptos que forman su política de sostenibilidad. Una de las primeras acciones fue la obtención del certificado de su sistema de gestión en la norma ISO 14001, precisamente en 2008. Desde entonces ha conseguido desarrollar su actividad de manera sostenible, involucrando no solo a todos los stakeholders del mundo del motor, sino también al público que asiste a los eventos deportivos y a los proveedores y trabajadores con campañas de sensibilización en la protección del medio ambiente, potenciando el uso de materiales reciclados, de energías renovables y valorizando los residuos.

Reducir al máximo el consumo de recursos y la generación de residuos son los ejes en los que se basan sus acciones para ser el circuito más sostenible de la competición. Así, en los últimos años el Circuit de Barcelona-Catalunya ha implementado el suministro eléctrico de procedencia 100% renovable o fomentando en cada evento una movilidad multimodal y sostenible, dando prioridad a medios de transporte como el coche eléctrico, el tren o la bicicleta, entre otras acciones.

Un pulmón verde entre el asfalto

Otro aspecto importante dentro de la política de cuidado del medio ambiente es la celebración de eventos sostenibles en estas instalaciones deportivas. Precisamente desde 2020 mantiene el certificado Compromiso por la Sostenibilidad turística Barcelona Biosphere y en 2021 fue reconocido también con el certificado en la norma ISO 20121 de organización de eventos sostenibles, sello que alcanza entre otras competiciones al Gran Premio de España de F1.

Ya en 2015 se convirtió en el primer trazado de F1 en obtener el certificado de Excelencia Medioambiental otorgado por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), como reconocimiento a su labor en la protección del espacio que ocupa.

Y es que uno de los atractivos que ofrecen sus instalaciones son las más de 25 hectáreas de bosque que albergan. Para asegurar y mejorar este pulmón verde, el Circuit de Barcelona-Catalunya puso en marcha en 2019 un proyecto de mejora de la biodiversidad de este entorno con la colaboración de Social Forest, una empresa de gestión forestal sostenible orientada a la formación y la inserción laboral de jóvenes en situación de exclusión o desempleo. Así ha conseguido crear un espacio verde dinámico y vivo, ofreciendo a los asistentes la posibilidad de disfrutar de un entorno más atractivo y ambientalmente responsable.

Al ampliar sus acciones de protección y respeto del medio ambiente, el circuito catalán ha conseguido ser, no solo pionero, sino también referente de cambio en su sector, liderando de esta forma la apuesta por la economía verde.

Financiación de energías responsables en el mundo del motor

Financiación de energías responsables en el mundo del motor

La apuesta por la sostenibilidad y las energías renovables a través de la economía verde es el nexo de unión entre el Circuit de Barcelona-Catalunya y Banco Santander.

La entidad financiera ha vuelto al mundo de la F1 para trasladar su compromiso en la lucha contra el cambio climático, y, como financiera de coches líder en Europa, involucrar a la categoría reina del automovilismo a través del patrocinio de la Scuderia Ferrari. El objetivo es apoyar los objetivos que tiene el equipo del Cavallino Rampante de alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono en 2030.

Santander fue pionero también, al convertirse en 2020 en el primer banco del mundo en financiación de energías renovables. Y aunque desde ese mismo año su actividad es neutra, su meta está en alcanzar en 2050 las cero emisiones netas para todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece.

La tecnología traza el camino de una competición más sostenible

Por este motivo, para la entidad financiera colaborar estrechamente con una escudería como Ferrari supone reafirmar el papel que está desarrollando en la financiación de la industria europea del motor para llevar a cabo su proceso de transformación. Para Ana Botín, presidenta de Santander, esta colaboración ayudará a Ferrari en su transición verde, y mantiene el compromiso del banco en su lucha contra el cambio climático.

Del mismo modo, la posibilidad de tener como socio a una entidad especializada en la financiación de energías renovables y el asesoramiento en proyectos ESG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo) ofrece a la Scuderia un impulso para seguir desarrollando tecnologías responsables dentro del mundo del motor.

La tecnología traza el camino de una competición más sostenible

La F1 es un importante escaparate en el mundo del deporte gracias a los 1.500 millones de aficionados que consiguió enganchar en 2021, según datos ofrecidos por la consultora Nielsen. Ahora este deporte tiene un doble reto: alinearse con las necesidades medioambientales del planeta y las exigencias de la sociedad, sin perder la emoción que demandan sus seguidores.

Un circuito pionero en sostenibilidad

Esta transformación ecológica supone un esfuerzo que desde hace años está realizando la Fórmula 1 para convertirse en un deporte cada vez más sostenible e igual de vibrante. Y la alta competición está abanderando un proceso de transición hacia una movilidad verde.

Con la vista puesta en la electrificación de la alta competición y la Fórmula E, en la actualidad, impulsar la innovación es vital en este sector. De momento, el desarrollo de la tecnología aplicada al mundo del motor ya ha dado sus frutos. Por ejemplo, desde 2014, los coches de F1 son un 30% más eficientes en cuanto al consumo de combustible, lo que permite reducir las emisiones de C02. Y para 2025, la industria planea presentar un nuevo motor que será neutro en carbono.

Los coches de F1 son un 30% más eficientes en cuanto al consumo de combustible.

El sector ya ha empezado a utilizar, en esta misma temporada, un combustible menos contaminante gracias al aumento de la mezcla con etanol. Pero el futuro necesita mantener el impulso de nuevos motores, de consumos más ajustados y eficientes, así como motores híbridos, y combustibles sintéticos. Todo ello sin perder ni un ápice de velocidad y emoción en cada vuelta.

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