Barcelona culmina la recuperación del Rompeolas con una rambla y el edificio Mirador
Con la vista puesta en la Copa América de vela del verano próximo, el Port de Barcelona ha estrenado este jueves un espacio ciudadano llamado a llenarse de gente, como ocurría en el siglo XX con el mítico Rompeolas.
La concesionaria de este entorno del Port Vell, Marina Vela, ha invertido cinco millones de euros en construir una rambla y un edificio, bautizado como Mirador.
"Es un día de celebración para toda la ciudad porque se abre un espacio icónico y único que va a dar mucho que hablar. La Copa América está al llegar y este será un lugar privilegiado para disfrutar del evento, una nueva manera de disfrutar del mar para la ciudadanía", ha descrito el director de Marina Vela, Alberto García. El Rompeolas volverá a ser, pues, un punto de peregrinaje como antaño, con unas gradas al final desde donde contemplar la actividad marítima.
Temporal e investidura
Junto a él estaba el presidente del puerto, Lluís Salvadó, que ha lamentado que la meteorología (con la borrasca Ciarán) y la cancelación de la presencia del president Pere Aragonès por las negociaciones sobre la investidura hubieran aguado algo la fiesta. No obstante, el responsable de la autoridad portuaria ha insistido en que la colaboración público privada en el Port Vell está dando muy buenos réditos, con 20 proyectos en marcha y 120 millones en total.
"Esta no es una obra portuaria cualquiera, sino que tiene sensibilidad histórica, cultural y social. Se trata de una actuación fantástica de la que nos sentimos orgullosos", ha añadido Salvadó, que ha recordado que la transformación que se ha vivido en este sector en los últimos 35 años ha sido enorme y ha citado ejemplos como la construcción del Hotel Vela, la implantación de Desigual o de la Fundació Barcelona Capital Nàutica.
La rambla del Rompeolas y el edificio Mirador de la Nova Bocana, ha añadido el historiador Joan Alemany, incorpora una ruta ciudadana en la que se persigue "tematizar" algunos de los temas que han marcado ese lugar. Con un audiovisual, fotografías, escritos... se repasa la dificultad de construir un puerto; la generación de puestos de trabajo o las referencias de personajes que han hablado sobre el Port Vell.
Homenaje a los pescadores
Es una rambla cómoda, ancha, con vistas a Montjuic y a las grúas de Hutchison, también a la marina de yates anexa. Tiene asientos y mesas para descansar, también una pasarela final que evoca la actividad de los pescadores del Rompeolas, cuando dejaban las cañas durante horas en las rocas.
El edificio Mirador, con forma de U invertida, acogerá un restaurante en los próximos meses, algo que promete atraer todavía a más gente. Las obras en todo este entorno se han ejecutado en tiempo récord, ya que comenzaron el verano del año pasado, han explicado sus responsables. A la concesión de Marina Vela aún le quedan 26 años, ha concretado García.
El Port Vell, con 70 hectáreas de extensión y casi 9.000 personas trabajando, es hoy en día el núcleo de la economía azul, donde se desarrolla la mayor parte de la actividad comercial, lúdica y empresarial del Port de Barcelona.