Mientras el Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) con sede en Mérida, no concluye su análisis, las primeras hipótesis sobre el trágico accidente de autobús del pasado día 25 siguen apuntando en la misma dirección: un pequeño exceso de velocidad por parte del conductor –negativo en las pruebas de alcohol y drogas– y las malas condiciones meteorológicas registradas en Nochebuena. Precisamente, la acumulación de agua en la zona está detrás de otros accidentes producidos con anterioridad. Sin olvidar que, según un informe de RACE de 2020, la N-541 es la carretera estatal más peligrosa de Galicia y la segunda de España, sobre todo en su tramo de Ourense, debido a la concentración de accidentes.

¿Son adecuadas las barreras de protección del puente donde se precipitó el autobús de Pontevedra? (leer noticia)