El rey de la tierra sigue siendo Rafa Nadal. No importa el rival. Cuando llega la hora de la verdad, el manacorí somete a todo el que esté en el otro lado de la red sobre esta superficie. Este domingo lo volvió a demostrar tras batir a Dominic Thiem en cuatro sets (6-3, 5-7, 6-1 y 6-1) y conquistar su duodécima Copa de los Mosqueteros. Es la cuarta final que pierde el austríaco contra el de Manacor, la segunda ya en Roland Garros tras la del pasado año. Le tiene tomada la medida al número cuatro del mundo.

Nadal conquista su duodécimo Roland Garros tras batir a Thiem (leer noticia)